Salud y Vida

El ruido, un mal silencioso

Desde hace más de 20 años, el último miércoles del mes de abril se conmemora el “Día Internacional de la Conciencia contra el Ruido”, con el fin de promover el cuidado del ambiente acústico, la audición y crear conciencia sobre los efectos negativos que genera el ruido.

Nuestros oídos son muy sensibles y pueden sufrir daño permanente, debido a la exposición prolongada a sonidos fuertes. Un ruido se considera peligroso si es mayor a 85 decibeles (dB), pero a intensidades menores puede causar daño si estamos expuestos por tiempos prolongados. Algunos ejemplos de ruidos que pueden superar ese nivel son la música en vivo, los conciertos, los fuegos artificiales, los motores de aviones y los eventos deportivos.

Cuando estamos expuestos a estos ruidos por un período prolongado, pueden causar daño permanente en nuestros oídos, lo que se conoce como pérdida auditiva inducida por el ruido. A la larga, esto puede afectar nuestra capacidad para oír sonidos suaves o entender el habla”, señaló el Dr. Gonzalo Corvera, Director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C (IMON), organización médica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la salud auditiva con más experiencia en el país.

Principales afectaciones de la exposición al ruido

La exposición a ruidos fuertes y constantes puede tener efectos negativos en la salud en general. El ruido excesivo puede causar problemas de sueño, estrés, ansiedad y depresión. Además, se ha encontrado que la exposición a ruidos fuertes puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.

Inclusive, el ruido también puede afectar el sistema nervioso y el sistema endocrino, lo que puede tener un impacto en el sistema inmunológico (nuestro sistema de defensa contra infecciones y tumores) y la respuesta inflamatoria del cuerpo. Inclusive, la exposición prolongada a ruidos fuertes puede aumentar el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la obesidad”, destacó el Dr. Corvera.

Es importante destacar que los efectos negativos del ruido en la salud pueden ser acumulativos a lo largo del tiempo. Por lo tanto, incluso si no se experimentan efectos inmediatos, la exposición constante a ruidos fuertes puede tener consecuencias negativas para la salud en el futuro, por lo que es importante tomar medidas para reducir la exposición al ruido y proteger nuestra salud.

¿Cómo proteger nuestros oídos?

Una forma sencilla de hacerlo es utilizando tapones para los oídos. Existen diferentes tipos que incluyen tapones de espuma, de silicona y moldeables.

Los tapones de espuma son económicos y fáciles de usar y se expanden en el canal auditivo para bloquear el sonido. Los tapones de silicona son reutilizables y duraderos, y se adaptan al canal auditivo para un ajuste cómodo. Por otro lado, los tapones moldeables están diseñados para adaptarse a la forma única de tu canal auditivo y pueden ser más cómodos que los otros tipos de tapones.

No obstante, es importante saber cuándo utilizar los tapones para los oídos. Si vas a estar expuesto a ruidos fuertes durante un período prolongado, como en un concierto o un evento deportivo, es recomendable utilizar tapones para los oídos. También es importante utilizarlos si trabajas en un ambiente ruidoso, como en una fábrica o en una construcción.

En resumen, los ruidos fuertes pueden afectar nuestros oídos y nuestra salud de manera permanente y es importante tomar medidas para protegernos. Utilizar tapones para los oídos es una forma sencilla y efectiva de prevenir la pérdida auditiva inducida por el ruido en situaciones de exposición prolongada a ruidos fuertes”, señaló el Director de IMON.

Un diagnóstico certero y a tiempo del padecimiento es la clave para tratarlo de forma adecuada. ¡Cuida tus oídos!