Covid

El COVID-19 provocó un multishock a una humanidad con múltiples enfermedades psicológicas

Como efecto de la pandemia del COVID-19, es previsible que haya un agravamiento de la salud psicológica en toda la población, dependiendo de los recursos emocionales de cada persona. La primera ola ha servido para poner en evidencia las debilidades sociales respecto a la protección de la salud mental; sobre todo entre la población más vulnerable como: las mujeres, los infantes y los adolescentes. Y ahora, con el regreso a clases, algunos estudios indican que la cuarentena se asocia con un mayor distrés psicológico, síntomas de estrés postraumático, depresión, mayores niveles de estrés, insomnio, angustia, irritabilidad y humor bajo; y con emociones de miedo, nerviosismo, tristeza, aflicción, desolación y culpa, según el contexto. De ahí la importancia de empezar a trabajar con sus emociones y que puedan, así, sobrellevar esta experiencia de vida de la mejor forma posible.

La búsqueda de diferentes maneras para ayudar a las personas a gestionar y afrontar sus problemas psicológicos y conductuales es una constante de la psicología; así, basada en la firme convicción de que todas las personas deberíamos de aspirar a cuatro autonomías principales que son: 1)autonomía económica, 2) autonomía emocional, 3) autonomía erótica y 4) autonomía espiritual; la terapeuta cognitivo conductual, Shoshana Turkia nos explica la forma en que se ha valido de las distintas disciplinas que ha estudiado a lo largo de su vida, para poder llevar a cabo lo que ella llama la Transformación Radical en sus pacientes; cambiando el sistema de toma de decisiones que tenemos desde estas cuatro perspectivas.

“Utilizo la terapia cognitivo conductual porque conlleva una metodología clara, precisa, medible, con objetivos específicos. Y al iniciar cualquier tipo de sesión terapéutica puedo medir los niveles de tristeza, angustia, enojo e incluso de bienestar, lo cual me permite empezar a nombrar las emociones y posteriormente hacer una escucha activa, empática donde pueda percibir, no solamente lo que me está diciendo mi paciente a través de las palabras, sino también con su lenguaje no verbal.

“Así, a raíz de eso -explica la también Maestra en Alta Dirección de Empresas (IPADE)-, establezco una agenda terapéutica que me permita proponer y llevar a cabo un plan de acción con el cual poder acompañar a mis pacientes para lograr la Transformación Radical, visualizando la mejor forma de obtener todos los recursos que necesitan para alcanzar el plan de vida que quieren, lo cual es lo que yo llamo… FELICIDAD.

“Y al referirme a recursos, aclara Shoshana, hablo de cinco de éstos en particular: 1) el tiempo, 2) el espacio, 3) el conocimiento, 4) las relaciones y 5) el dinero; ya que cuando aprendemos a manejarlos todos, conjuntamente, accedemos a lo que puede llegar a ser nuestro propósito y valía de vivir, es decir la relación conmigo misma, y en pertenencia, en cómo me relaciono con los demás”.

Nadie tiene la fórmula de la Felicidad

Renuente a presentarse como quien tiene la fórmula para ser feliz, Shoshana aclara que lo que sí tiene es la capacidad para ayudar a encontrar los caminos de interpretación y autoconocimiento que permitan tomar mejores decisiones, ya que “cuando entendemos que nuestras emociones son mensajeros que nos ayudan a alertarnos de lo que tenemos en nuestro entorno, entonces  podemos recibir el mensaje, decodificarlo y utilizarlo a nuestro favor,  logrando alinear las emociones, la energía en movimiento; siendo esa congruencia la que nos permite vivir en mayor armonía con nosotros mismos y con los demás”.

Al referirse a la autonomía erótica, nos dice que ésta “no es otra cosa que la libre expresión estética del deseo consciente, es decir cómo expresamos a través de todos nuestros sentidos cuál es nuestro deseo, no sólo del deseo sexual, sino de esa energía vital, lo que nos hace movernos, de lo que nos gusta, de lo que nos atrae, de ahí la importancia de alcanzar esa autonomía”.

Y finalmente al hablar de la autonomía espiritual Shoshana nos dice que: “es esa conciencia  que forma parte de un sistema más grande que yo, que tiene ciertas reglas y comportamientos que me afectan”, por eso para ella es muy importante el hablar de lo sagrado, si partimos de que “siempre hay un sistema de creencias, de valores, de fundamentos que guían nuestro pensar y nuestro hacer; por ello, el Acompañamiento Espiritual cobra una significativa relevancia al permitirnos ver cuáles son las necesidades, los recursos y las esperanzas del paciente para acompañarlo con su propia narrativa y aumentar el bienestar y la perspectiva de la persona”.

La Trasformación Radical

“Todos tenemos derecho a un plan de vida, todos tenemos derecho a imaginar, a creer y crear cómo queremos vivir y aprovechar lo que se tiene. Lo único que hago es acompañar a las personas para que lo hagan desde su sistema de valores, para que amplíen su conocimiento, su potencia y que su acción realmente sea más libre, más amorosa y también mucho más feliz. En la Transformación Radical debemos considerar y estar conscientes siempre de cuatro verbos: el desear (qué deseas, qué quieres), el saber (a nivel cognitivo), el poder (qué puedes hacer) y el hacer (qué haces con eso en función); jugando con estos cuatro verbos podemos saber cuáles son nuestros deseos y visualizar la manera en qué podemos ir por ellos”.

Tras más de una década en la búsqueda, ahora lo que he logrado es brindar al paciente el acompañamiento generando una comunicación afectiva, efectiva, respetuosa y amorosa, para que, entonces… quizá la otra persona pueda tomar la decisión adecuada”.

Terapia online… sí

En la atención de la salud mental cada vez es más claro que necesitamos acompañarnos de personas con un abanico mucho más amplio de herramientas que te puedan ofrecer más y mejores alternativas. Desde el punto de vista de Shoshana Turkia, la terapia on line (en la cual ella está certificada también) y la interconsulta, se han convertido en las mejores opciones para lograr ese acompañamiento integral que la gente requiere en la actualidad.