Enfermedades

Diabetes e hipertensión, factores de riesgo para Enfermedad Renal Crónica

La diabetes y la hipertensión arterial no controladas pueden afectar severamente la salud, al desarrollar Enfermedad Renal Crónica (ERC), una de las principales causas de muerte en México, alertaron especialistas en nefrología.

En los primeros estadios, la ERC no presenta síntomas; por ello, la revisión y monitoreos son fundamentales, alertó el doctor Sergio Hernández, especialista en nefrología, quien indicó que en México se estima que al menos 12 millones de personas viven con diabetes.

En cuanto a la hipertensión arterial, una de cada 4 personas padece de presión arterial elevada, de las cuales, el 40 % no lo sabe y de quienes están diagnosticados, sólo 5 de cada 10 están en control.

Hernández Estrada apuntó que existe una clara relación de la hipertensión con falla cardiaca, fibrilación auricular, enfermedad arterial periférica, demencias y ERC.

“La ERC se caracteriza por un daño y una disminución en la capacidad de los riñones para filtrar los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, los cuales elimina por medio de la orina”, destacó el director médico en Médica Santa Carmen.

Agregó que en México se estima que al menos 200 mil personas requieren servicios de sustitución renal ya sea por medio de hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante, ésta última la que da mejores resultados, pero por mucho, la menos disponible.

Algunos síntomas que se presentan en estadios avanzados de la ERC destacan:

  • Fatiga y debilidad generalizada.
  • Hinchazón en las extremidades, especialmente en los tobillos y pies.
  • Necesidad frecuente y urgente de orinar, especialmente en la noche.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida de apetito y pérdida de peso involuntaria.
  • Picazón en la piel y cambios en la textura o coloración de la misma.
  • Cambios en la cantidad y aspecto de la orina (orina espumosa o con sangre).
  • Dificultad para concentrarse y problemas de memoria.
  • Dolores de cabeza persistentes.
  • Calambres musculares y debilidad muscular.
  • Alteraciones en el sueño, como insomnio o apnea del sueño.

Para detectar oportunamente la ERC se pueden realizar algunos estudios sencillos y de fácil acceso como:  

  • Creatinina y urea en un análisis de sangre.
  • Examen general de orina.

Y por supuesto una valoración médica oportuna donde se interroge dirigidamente factores de riesgo y se realice una exploración física.

El doctor Sergio Hernández agregó que estos estudios y exámenes sólo pueden ser realizados y evaluados por un médico especialista en Nefrología. “Si los pacientes tienen sospechas de la existencia de la enfermedad renal crónica o presenta síntomas relacionados con, es fundamental buscar la atención médica para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado y personalizado”, concluyó.