Salud y Vida

Consecuencias de tener malos hábitos de sueño

Así como es importante llevar una buena alimentación e hidratación para garantizar un estilo de vida óptimo, también lo es el hecho de descansar y tener buenos hábitos de sueño. Sin embargo, aunque parezca una actividad fácil de cumplir, lo cierto es que cada vez son más las personas que, de alguna manera u otra, les cuesta mucho tener buenas prácticas a la hora de dormir. Lo que en parte se debe al uso excesivo de la tecnología, factor que a muchos nos ha vuelto dependientes de ella, generando una adicción por la necesidad de permanecer pegados a la pantalla del móvil u ordenador.

Estas conductas inevitablemente terminan causando desórdenes en los horarios de sueño, lo que a su vez puede conllevar a serias afectaciones en la integridad física, emocional y en general, en diversos aspectos de la salud. Tener malos hábitos de sueño puede influir negativamente en nuestro día a día, reduciendo nuestra productividad, limitando o impidiendo el aprendizaje, dificultando el pensamiento creativo e incluso puede llegar a interferir en nuestras relaciones interpersonales, pues, aunque no lo creas todo está conectado.

Son muchas las consecuencias negativas para la salud que puede desencadenar un mal descanso. A continuación, veremos algunas de las más importantes:

1. Dificulta el pensamiento creativo

Para poder desarrollar las habilidades creativas es necesario llevar una vida saludable, lo cual además de la alimentación y los chequeos médicos de rutina implica dormir bien y en horarios adecuados. Esto se debe a que nuestro cuerpo necesita recargarse de energía y el cerebro necesita oxigenarse para poder funcionar correctamente. Por lo que interrumpir tus horas de sueño podría afectar en tu desempeño como persona creativa, haciendo que reacciones con mayor lentitud ante los estímulos. Lo que nos lleva al siguiente punto.

2. Limita el aprendizaje

Al igual que como sucede con el pensamiento creativo, tener malos hábitos de sueño hace que tu cerebro funcione más lento, impidiendo que captes toda la información. Seguramente alguna vez te ha pasado que fuiste a clase sin dormir bien la noche anterior y sentiste que nada de lo que te explicaban tus maestros te quedaba guardado en el cerebro, pues esto ocurre debido a que las neuronas necesitan obligatoriamente del descanso para que puedan “operar” de forma eficiente y sin esto, se hace prácticamente imposible el poder aprender.

3. Reduce el nivel de productividad

No dormir el tiempo suficiente también puede traer consecuencias en el rendimiento laboral y en general en la rutina de la persona afectada, pues dormir mal muchas veces hace que nos sintamos con menos energía y nos cueste mucho más desempeñar las tareas que en otro contexto sería más fácil, incluso podemos ser más torpes y no pensar con claridad.

La falta de sueño también puede aumentar las probabilidades de tener un accidente. Supongamos que vas manejando a tu trabajo y tardas en reaccionar a la señalización de Stop en la vía, por lo que no frenas a tiempo, de ser ese el caso, podría ocurrir un choque o terminar atropellando a un peatón, entre otras cosas. 

Pero este no es el único ámbito en el que la falta de sueño podría afectar. Si eres un atleta y te toca entrenar, luego de pasar varias noches durmiendo mal, lo más probable es que no ejecutes bien los ejercicios, además de terminar agotado antes de tiempo. Lo que daría como resultado que tu nivel de rendimiento no fuese el más óptimo y hasta podría terminar en una lesión.

De nada sirve que entrenes arduamente todos los días si por las noches no descansas bien. Recuerda que la base del progreso radica en el buen descanso para que las hormonas funcionen correctamente.

5. Interfiere en las relaciones

El cambio de humor es una de las características más notorias que delatan a una persona que no ha descansado bien, pues no gozar de un sueño reparador puede generar cambios drásticos en el estado de ánimo del individuo afectado, volviéndolo más irritable y obstinado.

Estos cambios de humor probablemente conlleven a que la persona discuta más o utilice un tono de voz altanero, lo cual se debe a que la serotonina, que corresponde a un neurotransmisor potente que se encuentra el cerebro, sea muy baja y como resultado, detone el mal humor.

Estas conductas no sólo afectan a la persona que durmió mal, sino también a los individuos que están en su entorno, ya que pueden ser víctimas del maltrato y terminen sintiéndose heridos u ofendidos.

4. Debilita el autocontrol

Debes saber que el autocontrol y dormir van de la mano, lo que significa que, si no tienes buenos hábitos de sueño es muy probable que presentes dificultades para tomar buenas decisiones, por ejemplo, el horario en el que debes comer o el tipo de alimento que vas a ingerir, haciendo que escojas aquel que creas que es más “rápido y práctico”, lo que muchas veces termina derivando en comida rápida o dulces procesados que no contribuyen a una alimentación sana.

Esta dificultad para pensar con criterio se debe a que el cuerpo produce mucha más cantidad de cortisol de lo que debería y como tal, no llega la respuesta de saciedad, generando más impulsividad en todas las acciones, especialmente en aquellas relacionadas con la comida.

6. Contribuye a la depresión y el estrés excesivo

Uno de los problemas más comunes hoy en día es la depresión, la cual se puede desarrollar por múltiples factores, entre ellos la falta de descanso y el estrés crónico que conlleva a un círculo vicioso, lo que quiere decir que van de la mano. 

Para evitar este panorama, resulta imprescindible gozar de una buena calidad de sueño, además de no estar sometido a un estrés excesivo. Pero no te confundas con esto, pues el estrés en términos generales es normal, sin embargo, lo que no es bueno para la salud es estar expuesto a situaciones de estrés crónico, es decir, de demanda continua.

Lo que sucede es que el mal descanso puede llegar a producir una alteración crónica del cortisol, contribuyendo a la falta de progresión de la mayoría de las personas.