Nutrición

Qué esperas para comer la fruta que te ayudará a prevenir enfermedades

Las peras son una de las frutas más conocidas y populares en el mundo debido a que su sabor es irresistible; además, a que su consumo frecuente se ha asociado con la disminución del riesgo de varias enfermedades.  Desde épocas muy antiguas se valoraba por su sabor y por sus capacidades curativas, especialmente en la prevención o tratamiento de infecciones y enfermedades respiratorias; en la actualidad las investigaciones han demostrado que se debe a su elevado contenido de vitamina C y antioxidantes muy potentes. Los beneficios de la pera no sólo se quedan a nivel de vías respiratorias, ya que es una fruta rica en fibra, vitamina C, potasio, fitoquímicos antioxidantes y prebióticos naturales, por lo que su consumo frecuente se ha asociado con la disminución del riesgo de daño celular y envejecimiento prematuro, de enfermedades inflamatorias como la diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial; y de úlceras e infecciones, gracias al fortalecimiento del tejido del sistema digestivo y de la microbiota.

  1. Disminución de daño celular y envejecimiento prematuro. Aunque las distintas variedades de pera contienen diferentes antioxidantes potentes que les brindan su atractiva coloración, la mayoría son fuentes ricas de proantocianidinas y compuestos como la arbutina, el ácido clorogénico, epicatequinas y rutina, que tienen tan alta actividad antioxidante que son capaces de neutralizar el daño celular causado por los radicales libres que se forman en nuestro organismo ante las agresiones del medio ambiente. Este fortalecimiento de las células retrasa el envejecimiento celular e inclusive se ha asociado con la disminución del riesgo de algunos tipos de cáncer, como es el caso de la disminución del riesgo de cáncer de pulmón encontrado en la cohorte EPIC y en El Estudio de Dieta y Salud de los Institutos Nacionales de Salud – AARP[1] [2].
  • Disminución de enfermedades inflamatorias como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. El efecto benéfico del consumo de pera en el metabolismo de los lípidos se observó primero en animales con una dieta alta en colesterol y poco a poco se ha comprobado en diversos estudios clínicos y epidemiológicos con seres humanos[3]. Álvarez y Padilla lograron determinar que su consumo frecuente logra disminuir el colesterol en fumadores[4]; Li y colaboradores asocian el consumo frecuente de pera con la disminución de lípidos séricos y la disminución del engrosamiento de la carótida íntima-media en adultos[5]; otro estudio asocia el consumo de 3 peras al día con la disminución del peso corporal de mujeres con sobrepeso[6]; y Hu y colaboradores conducen un meta-análisis de 21 estudios en el que concluyen que el consumo frecuente de pera se asocia a la disminución del riesgo de embolia[7].
  • Disminución de úlceras e infecciones gracias al fortalecimiento del tejido del sistema digestivo y de la microbiota. Resulta interesante cómo estudios han encontrado que extractos de pera administrados a animales logran disminuir lesiones ulcerosas gracias a su elevado contenido de procianidinas[8] y es fascinante que otros estudios en humanos la asocien a una microbiota más saludable por su elevada concentración de fibra insoluble y soluble[9] [10]. Es por ello y mucho más, que la pera es una aliada de este sistema tan importante, que ha sido llamado nuestro segundo cerebro, y que de su salud dependa nuestra salud general[11].

¡No esperes más para disfrutarlas y beneficiarte!

Nut. Esther Schiffman Selechnik Maestra en Nutrición Aplicada


[1] Lineisen J, Rohrmann S, Miller AB, et al. Fruit and vegetable consumption and lung cancer risk: updated information from the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC). Int J Cancer. 2007;121:1103-1114.

[2] Wright ME, Park Y, Subar AF, et al. Intakes of fruit, vegetables, and specific botanical groups in relation to lung cancer risk in the NIHAARP diet and health study. Am J Epidemiol. 2008;168:1024-1034.

[3] Li X, Zhang JY, Gao VVY, Wang HY, Cao JG, Huang LQ. Chemical composition and anti-inflammatory and antioxidant activities of either pear cultivars. J Agric Food Chem. 2012;60: 8738Y8744.

[4] Alvarez-Parrilla E, De La Rose LA, Legarreta P, Saenz L, Rodrigo-García J, González-Aguilar GA. Daily consumption of apple, pear and orange juice differently affects plasma lipids and antioxidant capacity of smoking and non-smoking adults. Int J Food Sci Nutr. 2010;61:369Y380.

[5] Li G, Zhu Y, Zhang Y, Lang J, Chen Y, Ling W. Estimated daily flavonoid and stilbene intake from fruits, vegetables, and nuts and associations with lipid profiles in Chinese adults. J Acad Nutr Diet. 2013;113:786Y794.

[6] Conceicao de Oliveria M, Sichieri R, Mozzer RV. A low energy-dense diet adding fruit reduces weight and energy intake in women. Appetite. 2008;51:291Y295.

[7] Hu D, Huang J, Wang Y, Zhang D, Qu Y. Fruits and vegetables consumption and risk of stroke: a meta-analysis of prospective cohort studies. Stroke. 2014;45:1613Y1619.

[8] Hamauzu Y, Forest F, Hiramatsu K, Sugimoto M. Effect of pear (Pyrus communis L.) procyanidins on gastric lesions induced by HCl/ethanol in rats. Food Chem. 2007;100:255Y263.

[9] Bunzel M, Ralph J. NMR characterization of lignins isolated from fruit and vegetable insoluble dietary fiber. J Agric Food Chem. 2006;54:8352Y8361.

[10] Jovanovic-Malinovska R, Kuzmanova S, Vinkelhausen E. Oligosaccharide profile in fruits and vegetables as sources of prebiotics and functional foods. Int J Food Propert. 2014;17(5):949Y965.

[11] Slavin JL, Lloyd B. Health benefits of fruits and vegetables. Adv Nutr. 2012;3:506Y516.