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Necesario fomentar más investigación científica sobre microbiota en la población mexicana

En los últimos años, la investigación sobre la microbiota a nivel global ha crecido considerablemente, reuniendo evidencias del papel tan importante que tienen los microorganismos de nuestro cuerpo en el proceso de salud y enfermedad.  Por ello, con el fin de generar nueva información y promover mayores líneas de investigación sobre la microbiota en la población mexicana, se presentó la Sociedad Mexicana de Microbiota (SoMeMi), la primera asociación civil multidisciplinaria que se ha creado en más de 30 años en México.

La microbiota, habitualmente conocida como flora intestinal, está conformada por colonias de bacterias, virus, hongos, arqueas o eucariotas que están presentes en el cuerpo humano. Evidencia científica registra que el cuerpo alberga al menos 100 trillones de células microbianas y un cuatrillón de virus. Estos microorganismos vivos colonizan todas las superficies del cuerpo humano que están expuestas al medio ambiente y la mayoría reside en el tracto intestinal, aunque también se encuentran comunidades microbianas en piel, boca, vía respiratoria o sistema genitourinario, por mencionar algunos.

En el campo de la medicina, el estudio de las enfermedades se ha abordado desde varios enfoques. Por ejemplo, la perspectiva “un microbio, una enfermedad”, plantea que los virus y bacterias causan enfermedades.  Sin embargo, tras más de cuatro décadas de estudio de la microbiota humana, hoy día se reconoce que algunas enfermedades autoinmunes, alérgicas y metabólicas, tales como hipertensión, diabetes y obesidad, pueden ser resultado de la alteración del equilibrio de la microbiota, conocido médicamente como “disbiosis microbiana”.  De ahí el creciente interés en reunir nueva información para comprender mejor cómo los colonizadores del cuerpo humano contribuyen a preservar una buena salud y cómo pueden influir en algunos procesos de enfermedad.  

“La microbiota intestinal es una de nuestras principales aliadas para regular el sistema inmunológico y endocrinológico. Hoy por hoy, sabemos que una microbiota sana contribuye a que nuestro cuerpo responda mejor ante ciertas patologías, por ello la relevancia de favorecer una adecuada modulación de la microbiota para potencializar sus beneficios” afirma el Dr. Rodrigo Vázquez Frías, médico gastroenterólogo, nutriólogo pediatra y presidente de la naciente SoMeMi. 

Los hábitos de alimentación, el entorno en donde se vive y los estilos de vida influyen en la composición y diversidad de la microbiota.  Por esta razón, la SoMeMi surge de la necesidad de contar con estudios y datos específicos sobre el comportamiento de la microbiota ante una población mexicana heterogénea, con una variedad importante de enfermedades crónicas y metabólicas.

A este respecto, la Dra. Ana Teresa Abreu y Abreu, gastroenteróloga, neurogastroenteróloga y vicepresidenta de la SoMeMi, agrega: “Abrir las puertas a la investigación en México es un gran paso. Aunque la microbiota representa una relación compleja, podemos valernos de prebióticos, probióticos, simbióticos y postbióticos en diferentes escenarios clínicos.  No todo es para todo, las aplicaciones son muy puntuales, pero con la ingesta adecuada, se pueden lograr beneficios gastrointestinales, cardio metabólicos o en salud mental, según sea el caso específico en cada persona”. 

“Para poder comprender mejor los beneficios potenciales que tiene la microbiota, es indispensable contar con evidencia científica de los diferentes bióticos. Por ello, contamos con una comunidad de expertos en diversas disciplinas, quienes nos ayudarán a trazar el futuro de la microbiota como pieza fundamental en la salud de los mexicanos”, señala el Dr. Vázquez Frías.

Es así como el comité científico de la SoMeMi está conformado por gastroenterólogos, neurólogos, pediatras, nutriólogos, infectólogos e investigadores de salud pública; al mismo tiempo, se están sumando más especialistas en otras áreas como endocrinología, alergología, biología, entre otros.  Adicionalmente, la SoMeMi cuenta con un consejo asesor industrial (CAI) integrado por un conjunto de empresas del sector farmacéutico y alimentario que, junto con el comité científico, participan en la actualización del conocimiento a nivel científico-terapéutico. Las empresas que forman parte del CAI son: Alfasigma, Armstrong, Biocodex, Carnot, Chinoin, Columbia, Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s, Mayoly, Megalabs y Nestlé. 

En esta labor de investigación y educación médica continua, la SoMeMi trabaja en conjunto con otras entidades internacionales como la Sociedad Iberoamericana de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SIAMPyP), la International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP), la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMIPyP), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) y el Grupo de Investigación del Caribe y Centroamérica para la Microbiota, Probióticos y Prebióticos (GICCAMPP)

“La microbiota ha formado parte de la evolución humana desde la época de las cavernas y se puede modular desde la gestación del individuo hasta la senectud.  Por ello, debemos ampliar el conocimiento de las cepas bacterianas y sus mecanismos de acción a fin de que estos microorganismos nos ayuden a tener una mejor calidad de vida a nivel inmunológico, endocrinológico o neurológico”, concluye la Dra. Abreu y Abreu.