Mejora tu higiene del sueño con estas 4 recomendaciones
Con el desarrollo de hábitos de sueño negativos generados a raíz del confinamiento por la Covid-19, la población mexicana ha desarrollado problemas como fatiga, cansancio, estrés y malestares durante el transcurso de su día a día, afirma un análisis desarrollado por especialistas del laboratorio de macro y micronutrición Ysonut.
Los problemas de sueño han sido un tema de salud recurrente durante la pandemia. El cambio de rutina, malos hábitos alimenticios, falta de interacción social, el uso constante de aparatos electrónicos y la incertidumbre son factores que han afectado nuestra salud física y mental.
Según la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, alrededor del 30% de los mexicanos tienen una mala calidad de sueño y este trastorno puede presentarse a cualquier edad sin importar el sexo.
En ocasiones, creamos hábitos sin saber que son estos los que nos impiden conciliar el sueño, generándonos estrés y cansancio. Cosas tan simples como ver la pantalla del teléfono antes de dormir o tomar siestas prolongadas durante el día, pueden generar problemas como insomnio o hipersomnia, afectando gradualmente nuestro estilo de vida.
A decir de los especialistas, no dormir bien genera afectaciones negativas como cansancio o agotamiento y, a la larga, permite el desarrollo de enfermedades metabólicas, la aparición de enfermedades y trastornos psicológicos como la depresión y la ansiedad, un bajo desempeño en las labores y, por ende, una reducción considerable de la expectativa de vida.
Hoy después de casi año y medio de confinamiento, con la vuelta paulatina a los trabajos y escuelas. Ysonut México propone los siguientes consejos para mejorar los hábitos de sueño y, por lo tanto la calidad de vida de las personas:
1- Establecer un horario de sueño
El home office ha permitido darnos algunas libertades como acostarnos y levantarnos a las horas que hemos querido y las siestas que nos han apetecido, y si bien no hay que arrepentirse, ya toca volver a la rutina. Al igual que a tu cerebro le va a costar focalizar y volver a la realidad, también le ocurre a tu cuerpo.
Recordemos que los adultos deben dormir en promedio entre 7 y 8 horas para evitar toda clase de problemas relacionados a la falta de sueño. De ser necesario, cambia algunos de tus hábitos diarios para lograrlo y acostúmbratea ello.
2 -Olvida las pantallas
Es normal que los primeros días te impacientes y des vueltas en la cama o te cueste dormirse enseguida. Es importante no despertar la mente con pantallas de móvil, tablet, ordenador o televisión. Así sólo conseguirás el efecto contrario. El objetivo es que tu cuerpo y tu mente identifiquen que ha llegado la hora de dormir.
La luz es uno de los estímulos que nos ayuda a regular el estado fisiológico que nos induce al sueño, si el cuerpo detecta nula luz, la melatonina aumenta y llega el sueño.
3- Adiós a los excesos
Trata de evitar las cenas copiosas, ricas en azúcares, grasas o muchos líquidos (y menos alcohol) ya que pueden interferir en el sueño por pesadez, malas digestiones, necesidad de ir al baño y sensación de incomodidad.
Es recomendable cenar al menos un par de horas antes de irte a la cama, tiempo suficiente para que la digestión no interfiera en el sueño. Igualmente, es aconsejable tomar alguna infusión relajante, sin teína, que te facilite la digestión y te induzca al sueño.
Puedes también ayudarte con algún suplemento alimenticio que contenga triptófano (precursor de la serotonina, neuromediador de la serenidad y de la relajación), y/o vitaminas B3 y B6 que ayudan a regular, de forma natural tu estado de ánimo, el sueño, mantener una función cognitiva normal y generar la energía necesaria para el día a día.
4- Relájate
Hay determinadas actividades que pueden ayudarnos al cuerpo y a la mente a relajarse y conciliar el sueño como la meditación, el yoga, tomar un baño de agua caliente antes de acostarse o leer un libro.
Por último, te recomendamos que respires y te lo tomes con calma y tranquilidad. Retomar la rutina no es tarea sencilla. Lo más importante es ser consciente de la búsqueda de un buen descanso y generar esta rutina para antes que te des cuenta, estar totalmente reincorporado.
Para casos en los que pudiera haber ya alguna afectación de la salud, generada por los malos hábitos de sueño, es recomendable acudir por atención médica y/o de nutrición especializada, sobre todo, cuando se incluyen suplementos que ayudan a regular funciones del cuerpo.