La velocidad de la vacuna para Covid-19 no debe poner en jaque la seguridad de las personas ni la confianza en las vacunas

En Financial Times Thomas Cueni, Director general de la International Federation of Pharmaceutical Manufacturers (IFPMA), escribe sobre su preocupación por la vertiginosa velocidad con la que algunos países están impulsando sus propios candidatos a vacunas. Cueni remarca la importancia de priorizar la validación exhaustiva de los resultados de los ensayos preclínicos y clínicos por parte de organismos expertos independientes. “No hay lugar para el favor político o la superación nacional. Solo la aplicación más rigurosa de la ciencia y la transparencia en el proceso regulatorio pueden garantizar que todos, comenzando por los trabajadores de la salud, tengan confianza en las vacunas Covid-19 una vez que hayan sido aprobadas adecuadamente”.

Para reforzar la confianza del público, los principales fabricantes de vacunas se han unido para apoyar a las agencias sanitarias regulatorias. En el Compromiso de los desarrolladores y fabricantes de vacunas para Covid-19, publicado el martes, se comprometen a enviar las vacunas, para su aprobación, solo después de demostrar su seguridad y eficacia a través de los estudios clínicos de fase 3.

Por supuesto, todo el mundo está interesado en desarrollar una vacuna para la Covid-19 segura y eficaz lo más rápido posible y para ello la industria farmaceútica se están moviendo a una velocidad sin precedentes, “pero también tenemos que movernos tan lentamente como sea necesario para asegurarnos de que no se corten esquinas”. Las personas no deben recibir una vacuna Covid-19 hasta que las agencias regulatorias nacionales las hayan aprobado, sobre la base de una validación sólida de la calidad, seguridad y eficacia de las vacunas.Nada es más importante para las empresas de la industria farmaceútica que la salud y la seguridad de quienes reciben una vacuna. Eso no ha cambiado en esta pandemia.

NCD Countdown 2030: nuestro progreso para alcanzar la meta 3.4 de los ODS es lento

La meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es, para 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles (ENT) mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar.
 
Desde hace tiempo, las enfermedades no transmisibles (ENT) son la principal causa de muerte y “mala salud”, y son responsables de siete de cada diez muertes en el mundo. Reducir su impacto es una de las metas incluidas en los ODS, específicamente la meta 3.4, pero hoy enfrentamos una dura realidad: nos estamos quedando muy atrás en los compromisos de reducir la mortalidad prematura por ENT.

Hoy, solo Dinamarca, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Noruega, Singapur y Corea del Sur están en camino de alcanzar la meta 3.4 tanto para hombres como para mujeres, si mantienen o superan sus recientes tasas de progreso. Estos son algunos de los hallazgos del informe NCD Countdown 2030, dirigido por el Imperial College de Londres, la Organización Mundial de la Salud y la NCD Alliance, cuyo objetivo es ayudar a los gobiernos a priorizar recursos e intervenciones en su respuesta a las ENT. 

Para medir el progreso hacia la meta 3.4 de los ODS, la ONU establece como indicador: la probabilidad acumulada de morir a causa de cuatro ENT (cánceres enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes), entre los 30 y los 70 años de edad, denominado NCD4. Sobre ese indicador el informe destaca que: 

• 17 países ya están en camino de alcanzar la meta 3.4 de los ODS para las mujeres: Bielorrusia, Dinamarca, Irán, Kazajstán, Corea del Sur, Kuwait, Luxemburgo, Letonia, Maldivas, Noruega, Nueva Zelanda, Federación de Rusia, Singapur, Serbia, Timor-Leste, Ucrania.
• 15 países van por buen camino para los hombres: Bahrein, Bielorrusia, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Irán, Islandia, Kazajstán, Corea del Sur, Luxemburgo, Maldivas, Noruega, Nueva Zelanda, Singapur, Eslovaquia. 
• Solo en Europa central y oriental, el riesgo de morir prematuramente por NDC4 está disminuyendo rápidamente
• Por el contrario, los países que presentan estancamiento o aumentos en el riesgo de muerte prematura por NCD4 son: Bangladesh, México y Tanzania (para hombres); Egipto, Sri Lanka y Estados Unidos (para mujeres); Ghana, Costa de Marfil y Kenia (hombres y mujeres).

Sobre México:

• La probabilidad de morir (puntos porcentuales) en 2015 a partir de NCD4, entre los 30 y 70 años de edad es de aproximadamente 15% para mujeres y 20% para hombres.
• Si las tendencias de reducción de ENT de entre el 2010 y 2016 continúan, para 2030 sólo lograremos reducir la probabilidad de muerte por NCD4 en menos de 10% en mujeres, mientras que para los hombres seguirán estancadas.

Algunas de las intervenciones para avanzar pasan por:

• Asegurar atención primaria de calidad, incluido el acceso a cirugías y clínicas comunitarias.
• Detección y tratamiento eficaz del cáncer para reducir  los impactos en la salud a largo plazo y las muertes prematuras.
• Sistemas de referencia de calidad y seguimiento de las personas que reciben atención para ayudarles a recibir el tratamiento adecuado en el momento adecuado.

El informe completo se puede consultar en este enlace.

Una vacuna para la crisis

El 9 de septiembre, como parte del Expansión Summit 2020, se abordó el tema de la vacuna para la Covid-19 y los múltiples que representa: Retos de desarrollo, de fabricación, distribución y, por supuesto, los retos regulatorios. En este panel conversaron:

• Martha Delgado, Ss. para Asuntos Multilaterales y DD. HH. de SRE
• Cristóbal Thompson, Director Ejecutivo de AMIIF
• Elvira Espinosa, Comisionada de Autorización Sanitaria de Cofepris
• Fernando Oliveros, Presidente de AMID

¿Están listas las instituciones de salud para implementar servicios de telemedicina?

En momentos como los que vivimos a causa de la Covid-19 y donde miles de consultas en persona se han postergado, la telemedicina vuelve a asomarse como una opción para mantener el contacto médico-paciente y así, minimizar el riesgo de transmisión del nuevo coronavirus mientras se otorga atención y tratamiento a quienes lo necesitan.

Implementar estas opciones de atención requiere que las instituciones de salud conozcan sus capacidades internas y su “nivel de madurez” y para eso, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con otras instituciones y expertos de la región y de España, crearon una herramienta que, con preguntas agrupadas en seis categorías (preparación organizacional, procesos, entorno digital, recursos humanos, aspectos normativos y conocimiento especializado), caracteriza de 1 a 4 el nivel de madurez de las instituciones para introducir atención médica a distancia.}

Esta herramienta también facilita la identificación de posibles brechas o esferas que requieren atención y el apoyo técnico de expertos, al tiempo que presenta oportunidades para que las instituciones se autoevalúen y definan prioridades en estos tiempos de pandemia.

Ahora más que nunca necesitamos de soluciones que permitan ofrecer servicios de salud a distancia, pero no sin un análisis que permita asegurar que los procesos serán costo eficientes, seguros y poniendo a las personas al centro de la atención.