Diabetes

Diabetes e hipertensión: dos factores de riesgo para los riñones

La mejor manera de conmemorar este Día Mundial del Riñón es aprender a cuidarlos.

Aunque son menos mencionados que otros órganos, los riñones juegan un papel muy importante en mantener al cuerpo saludable, pues, entre otras funciones, regulan los niveles de líquido en el cuerpo, filtran las toxinas de la sangre y liberan una hormona que regula la presión arterial.[1]

Mantenerlos saludables debería ser una prioridad, en especial si se cuenta con factores de riesgo como hipertensión, enfermedades cardíacas o diabetes. Esta última, de hecho, es la principal causa de falla renal.[2]

“Las afecciones cardíacas y renales están entre las principales complicaciones derivadas de la diabetes tipo 2, pues la disfunción de un órgano induce la anomalía en el otro de forma crónica o aguda. Por ello, es de suma importancia que quienes viven con esta enfermedad mantengan una vigilancia constante en el corazón y los riñones”, explicó la doctora Andrea Villarreal, Gerente Médico de Insuficiencia Cardíaca de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y El Caribe.

Las enfermedades renales, además, muchas veces se presentan de manera silenciosa, es decir, sin que se tengan síntomas en su etapa inicial, por lo que ir con un médico y realizarse estudios es la única manera de conocer su estado[3].

Sin embargo, protegerlos y prevenir futuras complicaciones no es difícil y hacerlo ayudará a cuidar también otros órganos, ya que, tener un estilo de vida saludable y una correcta atención médica, mejora el estado físico de manera integral.

“Para la Alianza Boehringer Ingelheim – Eli Lilly and Company, cuidar la salud de los pacientes por medio de la investigación, desarrollo y comercialización de medicamentos innovadores y con un alto valor terapéutico ha sido una de las prioridades”, comentó la doctora Villarreal.

De acuerdo con la experta, las siguientes cinco reglas son fundamentales para cuidar la salud de los riñones y evitar tener problemas futuros:

  1. Reducir el consumo de sal. Tener una dieta balanceada en la que se restrinja el consumo de sodio es lo mejor para los riñones. La cantidad diaria recomendada de sal es de 5 a 6 gramos, es decir, una cucharadita. Eso ya incluyendo la que se encuentra en la comida procesada.4
  2. Evitar el cigarro. Fumar ocasiona que llegue menos sangre a los riñones, lo que puede afectar su funcionamiento. Además, aumenta el riesgo de padecer cáncer de riñón en un 50 por ciento. [4]
  3. Regular la glucosa y presión arterial. Es necesario estar al pendiente de los niveles de presión y azúcar en la sangre y mantenerlos controlados, esta es la mejor manera de tener una buena salud renal.3
  4. Conversar con un médico sobre los medicamentos más adecuados. Es importante revisar y consultar con el médico cuál es la mejor opción de tratamiento para cuidar tanto el corazón como el riñón.
  5. Tomar agua es fundamental. Mantener al cuerpo hidratado ayuda a los riñones a funcionar adecuadamente. La cantidad de agua que se debe de consumir diariamente es diferente dependiendo de la persona y debe de consultarse con un profesional de la salud.4

“El daño renal no es reversible, su cuidado debe de ser una prioridad y uno de los temas a tocar con el médico en la siguiente visita”, concluyó la doctora Andrea Villarreal.