Industria Farmacéutica

Baxter introduce a México la nueva generación de su sistema de Terapia Continua de Remplazo Renal para atender la Lesión Renal Aguda

·       Más del 50% de los pacientes de COVID-19 que se encuentran en estado crítico desarrollan una Lesión Renal Aguda y un alto porcentaje de ellos requerirá un Terapia de Remplazo Renal[1].

·       Se ha demostrado que la Terapia Continua de Remplazo Renal disminuye el riesgo de que una Lesión Renal Aguda evolucione a una Enfermedad Crónica de los Riñones[2].  

En el mundo, alrededor del 50% de los pacientes que se encuentran en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) desarrolla Lesión Renal Aguda (LRA)[3].

Baxter, líder global en cuidado de la salud, cuenta con un innovador dispositivo para tratar la LRA, a través de la Terapia Continua de Remplazo Renal (TCRR). Tomando en cuenta las necesidades y opiniones de más de 650 nefrólogos y médicos intensivistas de diferentes países[4], la compañía actualizó este equipo para simplificar su uso, optimizar la precisión del tratamiento, así como su eficiencia y desempeño.

“La nueva generación de este sistema fue diseñada para facilitar la configuración y administración de la TCRR y otras terapias de soporte orgánico. Ayuda al equipo de enfermería a automatizar tareas, y así, disminuir su carga de trabajo y su interacción con el dispositivo. Es más intuitiva y fácil de usar e interpretar, gracias a que en su monitor se muestran instrucciones simples, paso a paso. Esta innovación contribuye a preservar la seguridad del paciente, debido a que tiene alarmas inteligentes que permiten monitorear la preparación y ejecución del tratamiento, y de esta forma, reducir el riesgo del error humano”, comentó el Dr. Alfonso Ramos, Gerente Senior de Asuntos Médicos para Baxter México, Centroamérica y Caribe.

La Lesión Renal Aguda y la Terapia Continua de Remplazo Renal

A diferencia de la Enfermedad Crónica de los Riñones (ECR) —la cual se produce lentamente, en un periodo prolongado—, la LRA es un deterioro rápido y repentino de la capacidad de dichos órganos para cumplir sus funciones.

Su incidencia en pacientes hospitalizados puede ser hasta del 20% e incrementa hasta al 60% en quienes ingresan a una UCI[5],[6]. Se asocia con una mortalidad de entre el 50% y el 70%[7]; sin embargo, las personas con LRA que son atendidas de forma oportuna pueden recuperar totalmente su función renal.

La LRA puede abordarse con una TRR continua (TCRR) o intermitente (TIRR); no obstante, estudios observacionales indican que el 39% de los pacientes con LRA que se han realizado alguna modalidad de TIRR necesitarán una terapia de sustitución renal al día 90 de tratamiento, mientras que solamente el 11% de los pacientes que reciben TCRR lo harán para ese momento2.

Adicionalmente, la TCRR se puede realizar en pacientes críticos, con inestabilidad hemodinámica –es decir, aquéllos cuyo sistema circulatorio no es capaz de llevar un adecuado flujo de sangre a sus tejidos—, “ya que, al llevarse a cabo de manera continua, durante las 24 horas, funciona con flujos sanguíneos bajos y permite una eliminación de líquidos más controlada”, explicó el doctor Ramos.

Las Terapias de Remplazo Renal y otras técnicas de purificación sanguínea en pacientes con COVID-19

Se ha identificado que más del 50% de los pacientes críticos con COVID-19 desarrolla una LRA, y que la mitad de ellos requerirá algún tipo de TRR. En una investigación que se realizó de marzo de 2020 a enero de 2021, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, la LRA fue detectada en más del 35% de los pacientes con COVID-19 hospitalizados en áreas no críticas1.

Por otra parte, en los casos severos, el COVID-19 puede provocar las llamadas tormentas de citoquinas, mismas que ocurren cuando altos niveles de mediadores inflamatorios circulan en la sangre como una reacción inmune al virus.

En el dispositivo de Baxter para la TCRR se pueden colocar filtros que permiten llevar a cabo un tratamiento de Purificación Sanguínea Extracorpórea, y de esta forma, reducir significativamente los niveles séricos de la citoquina proinflamatoria IL-6[8]

[1]Del Toro Cisneros N, Vega O, Correa-Rotter R, et al. Dexamethasone Reduces AKI in Critical COVID-19 Patients, Journal of the American Society of Nephrology, Kidney Week Edition, 2021; 32: 67.

[2] Schneider AG et al. Choice of renal replacement therapy modality and dialysis dependence after acute kidney injury: a systematic review and meta-analysis. Intensive Care Med 2013; 39(6): 987-997.

[3]Hoste, E. A. et al. Epidemiology of acute kidney injury in critically ill patients: the multinational AKI-EPI study. Intensive Care Med. 2015; 41(8): 1411-23

[4]PRISMAX System for Critical Care. Recuperado de: https://www.baxter.com/healthcare-professionals/critical-care/prismax-system-critical-care 

[5]Nisula S, Kaukonen KM, Vaara ST, Korhonen AM, Poukkanen M, Karlsson S, et al.; FINNAKI Study Group. Incidence, risk factors and 90-day mortality of patients with acute kidney injury in Finnish intensive care units: the FINNAKI study. Intensive Care Med. 2013;39(3):420-8. doi: 10.1007/s00134-012-2796-5.

[6] Wijewickrama ES, Ratnayake GM, Wikramaratne C, Sheriff R, Rajapakse S. Incidences and clinical outcomes of acute kidney injury in ICU: a prospective observational study in Sri Lanka. BMC Res Notes. 2014.19;7:305. doi: 10.1186/1756-0500-7-305.

[7] Santibáñez- Velázquez M et al. Supervivencia en insuficiencia renal aguda tratada en forma convencional o con remplazo continuo. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2014; 52(3): 254-257.

[8] Villa, G. et al. Blood purification therapy with a hemodiafilter featuring enhanced adsorptive properties for cytokine removal in patients presenting COVID-19: a pilot study. Crit Care 24605 (2020). https://doi.org/10.1186/s13054-020-03322-6