Enfermedades

El papel de la genética en la dermatitis atópica: ¿Se transmite de padres a hijos?

La dermatitis atópica tiene un carácter multifactorial que resulta de la interacción de factores ambientales e inmunológicos, en personas genéticamente susceptibles. Uno de los factores que suele pasar desapercibido es el componente hereditario, pues 70% de las personas diagnosticadas presenta antecedentes familiares de dermatitis atópica u otros padecimientos atópicos como asma y/o rinitis. 

La Dra. Norma Torres, Gerente Médico de Inflamación e Inmunología de Pfizer menciona que: “En la dermatitis atópica participan un gran número de factores inmunológicos y no inmunológicos; existe una interrelación de factores genéticos, ambientales, farmacológicos y psicológicos que contribuyen al desarrollo y gravedad de la enfermedad. Entre los factores no inmunológicos se considera el genético, el psicológico y el bacteriano, dependiendo de cada individuo. También una hiperreactividad del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal puede explicar en parte la erupción que se produce en esta enfermedad en situaciones productoras de estrés.

En un padecimiento como la dermatitis atópica existe algo más profundo de lo que se ve en el espejo, por lo que la posibilidad de controlarlo está únicamente en el consultorio. En ocasiones los padres desconocen que existen. 

Cabe destacar que existen también factores de riesgo durante el embarazo que pueden desencadenar este padecimiento en los hijos, como son: 

  • Factores maternos no modificables como: la diabetes gestacional, eccema activo durante el embarazo y antecedentes prenatales de alergia. 
  • Factores maternos modificables como: la exposición a antibióticos durante el embarazo, el tabaquismo pasivo, los productos químicos industriales o los metales pesados y la contaminación del aire exterior. 
  • Factores relacionados con la dieta materna como: el consumo de alcohol y un mayor aumento de peso durante la gestación. 

No existe nada hasta el momento para prevenir padecimientos que tengan un gran carga genética, lo que se puede hacer en caso de padecer dermatitis atópica y estar embarazada es adquirir un buen estilo de vida,  con los cuidados propios del padecimiento y en cuanto nazcan nuestros hijos estar atentos a los cambios de su piel. 

La velocidad en la atención hace la diferencia, por ello es recomendable que padres y madres de familia acudan al dermatólogo en cuanto identifiquen síntomas como: enrojecimiento e inflamación en la piel, comezón muy intensa, pequeñas protuberancias que pueden cubrirse con una costra y supurar líquido, protuberancias ásperas en cara, parte superior de brazo y muslos o cambios en la piel alrededor de boca, ojos y orejas, nos comenta la Dra. Torres.