Covid

Daño renal, una de las principales secuelas del COVID-19

  • 1 de 3 personas contagiadas por COVID-19 podría presentar una disminución en el funcionamiento renal.
  • La enfermedad renal crónica (ERC) es la resultante de diversas enfermedades cronicodegenerativas. 

Ricardo Alvarado Ballinas, Director de Cirugía Láser en la Unidad de Urología Especializada (UUE), explica que una de cada tres personas que ingresa al hospital por COVID-19 podría desarrollar una lesión renal aguda (LRA), lo que provocará una disminución repentina de la función renal, incluso si nunca antes han tenido una enfermedad renal.

A ocho meses del inicio de la emergencia sanitaria en México, se ha logrado identificar que el principal daño del COVID-19 en los riñones se debe a los siguientes tres motivos:

  1. Al tratarse de una enfermedad sistémica que afecta el ritmo cardiaco y el funcionamiento pulmonar, el COVID-19 provoca una disminución en el riego sanguíneo del riñón.
  1. Las biopsias de riñón de los pacientes con COVID-19 han demostrado que, en algunos casos, se forman coágulos de sangre, que impiden su correcto funcionamiento.
  1. El uso prolongado de fármacos para combatir al SARSCOV2 provoca un sobreesfuerzo en el riñón para eliminar los desechos químicos del cuerpo.

De acuerdo con la Sociedad Mexicana de Urología, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la resultante de diversas enfermedades cronicodegenerativas y 4 de cada 100 mexicanos con más de 25 años tienen piedras en los riñones, convirtiéndose en un grupo vulnerable ante la emergencia sanitaria actual.

El directivo de la UUE indicó que la litiasis renal se manifiesta clínicamente como un cólico nefrítico, caracterizado por un dolor repentino que “va y viene” en la región lumbar, es unilateral, severo y se irradia hacia las ingles o los genitales. Con frecuencia se acompaña de náuseas y la necesidad de orinar.

“La cirugía láser es un procedimiento endoscópico que permite el tratamiento de enfermedades renales desde el interior del riñón, sin necesidad de heridas, lo que resulta menos agresivo para el organismo y propicia una rápida recuperación. De 3 a 6 meses después de la cirugía láser es necesaria una revaloración de la función renal, para determinar el grado de recuperación”, dijo Ricardo Alvarado Ballinas.

De forma complementaria, se deben establecer medidas de protección y orientar al paciente para mejorar su estilo de vida, pues entre las principales causas de las enfermedades renales están la falta de hidratación, gran consumo de carnes rojas, exceso en consumo de sal y bebidas gasificadas e infecciones urinarias no tratadas, por mencionar algunas. Para mayor información, el experto puso a disposición del público la página oficial de la Unidad de Urología Especializada: https://urologos.doctor