Cáncer

Avances en el trasplante de hígado de pacientes con cáncer

Una de cada seis muertes es causada por cáncer, según la Organización Mundial de la Salud, y esto representó alrededor de 10 millones de muertes en 2020. Las neoplasias malignas gastrointestinales (GI) contribuyen de manera importante a estas cifras. Para 2030, se estima que el cáncer de páncreas será la segunda causa principal de muertes por tumores malignos y a pesar de que existen varias intervenciones clínicas y quirúrgicas, la tasa de supervivencia a cinco años actualmente para el cáncer de páncreas, es inferior al 10%.

El Dr. Maen Abdelrahim, Oncólogo Gastrointestinal del Hospital Houston Methodist, analiza las implicaciones de la oncología de trasplantes y ha estado tratando a pacientes con neoplasias malignas tanto del sistema gastrointestinal superior como inferior, así como con aquellos tratados con trasplante de hígado. Gracias a la tecnología de detección de ADN libre de células (cfDNA), la oncología de trasplantes tiene el potencial de eliminar ciertos tipos de cáncer, lo cual es revolucionario.

CfDNA es una tecnología que se refiere al ADN extracelular liberado de las células a través de necrosis o secreción, lo que puede detectar la carga de la enfermedad o del tumor. Los pacientes con cáncer de hígado pueden someterse a trasplante de hígado y dicha tecnología de detección de cfDNA, puede indicar la presencia de cáncer posterior al trasplante. Aunque esta técnica no se puede utilizar para el diagnóstico de cáncer de hígado, puede indicar recurrencia del cáncer y rechazo de órganos después del trasplante. 

El éxito de la oncología de trasplantes depende de la monitorización eficiente de la carga tumoral antes y después del trasplante, así como de la identificación del rechazo al órgano trasplantado y/o a la recurrencia del cáncer. La premisa es eliminar y reemplazar el órgano canceroso por uno sano para que el paciente quede libre de cáncer. El Dr. Abdelrahim ha estado utilizando la tecnología de detección de cfDNA en el Hospital Houston Methodist durante los últimos tres años. En su práctica, los pacientes son monitoreados para detectar la recurrencia del cáncer a través de la tecnología de detección de cfDNA cada 4-6 meses después del trasplante y durante un máximo de 5 años. Los pacientes han mostrado una tasa de supervivencia a cinco años muy prometedora del 85%. Otro aspecto importante de la oncología de trasplantes es el uso de inmunoterapia antes de los trasplantes de hígado.
 
“Por lo general, toma de seis a nueve meses para que un hígado adecuado esté disponible para un trasplante de hígado”, explica el Dr. Abdelrahim. “Durante este tiempo, muchos pacientes con cáncer de hígado experimentan metástasis de cáncer. Si el cáncer de hígado hace metástasis, el paciente no es elegible para el trasplante de hígado y, como resultado, abandona la lista de espera de trasplante de hígado”. El porcentaje de pacientes eliminados de la lista de espera es actualmente del 50%. Para reducir este porcentaje, al especialista del Hospital Houston Methodist se le ocurrió el concepto de usar inmunoterapia antes de llevar a cabo el trasplante y así, reducir el tamaño del tumor y prevenir la metástasis. 

“Hemos demostrado la seguridad y durabilidad del uso de la inmunoterapia antes de los trasplantes de hígado en una pequeña población retrospectiva de pacientes. Actualmente estamos en el proceso de ampliar y validar estos resultados en un ensayo clínico prospectivo. Curiosamente, la supervivencia a 5 años de los pacientes con cáncer de hígado que recibieron un trasplante de hígado es del 85%, mientras que la misma sin el trasplante de hígado (para los pacientes que abandonan la lista de espera) es tan solo del 10% o incluso menos”, enfatizó el especialista. 

El Dr. Abdelrahim se ha centrado en identificar agentes que puedan modular las funciones de ciertos factores pro-oncogénicos para aumentar la eficacia de las quimioterapias para el cáncer de páncreas y otros tipos de cáncer. Nuevos fármacos basados en mecanismos para el tratamiento de cánceres gastrointestinales están en el horizonte. 

A pesar de las mejoras significativas en la terapéutica para las neoplasias malignas gastrointestinales en la última década, todavía existe una necesidad urgente de mejores enfoques diagnósticos y terapéuticos. Los esfuerzos de investigación han contribuido a avances en esta dirección y se esperan descubrimientos adicionales de fármacos moleculares dirigidos precisos en un futuro próximo que puedan mejorar el pronóstico gastrointestinal y aliviar la carga de estas enfermedades en el mundo. 

“Muchos factores han contribuido a ayudar a la oncología de trasplantes a evolucionar de un concepto a una estrategia contra el cáncer, como llevar a cabo estudios en inmunogenómica del cáncer basados en nuevos conocimientos sobre el cáncer de hígado. Además, la adopción de técnicas de trasplante quirúrgico en oncología ha mejorado la resección convencional y ha cerrado la brecha entre la inmunología tumoral y la de trasplante. La colaboración continua entre las subespecialidades relevantes, incluidos los oncólogos de trasplantes, hepatólogos, gastroenterólogos, cirujanos hepatobiliares de trasplantes, radiólogos intervencionistas e inmunólogos, mejorará los tratamientos y las tasas de curación para los pacientes hepatobiliares y otros pacientes con cáncer”, concluye el especialista del Hospital Houston Methodist.