Salud y Vida

México, un país con muchos amputados pero poco conocimiento en prótesis

En México existe un profundo desconocimiento sobre dónde adquirir o cómo usar una prótesis pese a que existen 780 mil personas con amputaciones, la mayoría de ellas derivadas de la Diabetes Mellitus Tipo 2, según datos del Inegi

  • La empresa alemana Ottobock, líder en el mercado de prótesis, ortesis y sillas de ruedas de tecnología de punta, busca mejorar esta situación a propósito de sus 100 años de existencia

La discapacidad motriz es el principal tipo de discapacidad que padecen los mexicanos. Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en el país viven 780 mil personas amputadas; de ellas, sólo el 10 por ciento cuenta con una prótesis. Situación que se vuelve aún más alarmante si se toma en cuenta que las personas con discapacidad representan el grupo social más discriminado, de acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Discriminación 2017.

Ottobock, empresa líder en fabricación de prótesis, órtesis y silla de ruedas de alta tecnología, conoce mejor que nadie este problema. Fundada en Alemania en 1919, esta empresa alemana está celebrando 100 años de mejorar la calidad de vida de millones de personas. Actualmente, tiene presencia en más de 49 países, entre ellos México, donde hay 7.1 millones de personas con discapacidad, de acuerdo con el Inegi.

El fotógrafo Sergio Ruiz es uno de ellos. Hace dos años, se quedó atrapado en los escombros de un edificio de seis pisos de la Condesa durante el terremoto del 19 de septiembre de 2017 que sacudió a la Ciudad de México. El resultado fue fatal: una pierna amputada. No sólo se quedó sin casa y sin equipo de trabajo: también su forma ver el mundo cambió por completo. Sin embargo, gracias a una prótesis de Ottobock, su vida dio un giro inesperado. Ahora es atleta de alto rendimiento y se entrena diariamente en el Centro Paralímpico Mexicano.

Lamentablemente, historias como la de Sergio son pocas. Y esto se debe, en gran medida, a un asunto de desconocimiento. “La capacitación en prótesis y ortesis ha evolucionado en México de manera aleatoria y en altibajos. En la historia moderna han existido escuelas asociadas con instituciones gubernamentales y privadas para formar técnicos en prótesis y ortesis, que tuvieron una existencia productiva pero por desgracia efímera.

Leobardo Ruiz Pérez, médico y académico de la UNAM coincide: “El tratamiento de los amputados y su incorporación a la planta productiva de México ha estado a cargo de la Secretaría de Salud Federal y más adelante del DIF de forma implícita; sin embargo, la obligación explícita no se ha establecido con claridad. Los más de 900,000 pacientes que existen en el país desconocen cuáles son las instituciones responsables de su tratamiento. Las autoridades federales deben establecer de manera manifiesta cuáles son los derechos de las personas que carecen de una o varias extremidades”.

La historia de Ottobock es también la historia de la civilización. Avances tecnológicos, paradigmas culturales e incluso normas estéticas son algunos de los tópicos a los que Ottobock ha tenido que adaptarse a lo largo del tiempo. Porque definitivamente no es lo mismo realizar una prótesis biónica para un paciente del vertiginoso siglo XXI, que tallar en madera una prótesis para un soldado herido durante la Primera Guerra Mundial.

El ingeniero protésico Otto Bock fundó esta compañía hace un siglo para atender la gigantesca ola de mutilados que dejó la Gran Guerra. El 18 de febrero pasado, la canciller alemana Angela Merkel visitó la ciudad de Duderstadt para conmemorar los 100 años de Ottobock. A propósito de esa visita, el presidente del Consejo de Administración de Ottobock SE & Co. KGaA, Hans Georg Näder, comentó: “Estamos orgullosos de la contribución que aportamos a la vida de los usuarios de todo el mundo con nuestras soluciones de tratamiento ortoprotésico. También en el futuro continuaremos poniendo todo nuestro empeño en mejorar su calidad de vida e impulsar el progreso. Nos encontramos exactamente en la confluencia de la inteligencia artificial, las interfaces hombre-máquina, los cyborgs y la robótica”.

Näder es un empresario fuera de lo común. No es sólo un hombre de negocios y un hábil esquiador: es, también, una persona comprometida con la sociedad y el deporte. Ottobock, por ejemplo, fabricó aparatos y ofreció sus servicios a los atletas que compitieron en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 y los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019.  Es, además, un filántropo excepcional, pues Ottobock apoyó con asistencia médica a los niños que resultaron afectados por el terremoto que cimbró a Haití en 2010.