Salud y Vida

¿Vale la pena cuidar los dientes de leche si de todas formas se van a caer?

La edad en la que empiezan a salir en los bebés los dientes varía, de entre los seis y los nueve meses. Estos dientes reciben el nombre de dientes de leche por su color blanco. También son conocidos como dientes primarios o temporales, esto porque solo permanecen durante un lapso de tiempo para después caerse dejando lugar a los dientes permanentes o definitivos.

La dentición primaria o temporal consta sólo de veinte dientes, a diferencia de los dientes permanentes que son treinta y dos. Generalmente los primeros en salir son los incisivos centrales inferiores a los que les siguen los centrales superiores, después aparecen los laterales y se completa a los tres años de edad con los caninos o “colmillos” y los molares de leche.

Esta etapa termina alrededor de los seis años de edad con la erupción del primer diente definitivo que puede ser  el primer molar o el incisivo central permanente dando paso a la dentición mixta, periodo donde el niño tendrá tanto dientes de leche como dientes permanentes al mismo tiempo.

¿Por qué se deben cuidar los dientes de leche si se van a caer?

Los dientes temporales o de leche cumplen con funciones muy importantes y su vida media no es tan corta como pareciera por su nombre, ya que permanecen en boca durante un periodo que abarca de seis a diez años, tiempo en el cual desempeñan roles fundamentales: sirven para comer, para pronunciar correctamente las palabras, para mantener el espacio para los dientes de adulto y para dar el estímulo necesario para el crecimiento de los huesos de la cara.

Los primeros dientes de leche se empiezan a caer entre  los seis y los siete años de edad, mientras que los molares se pierden a partir de los diez y los doce años, por lo que si un niño de dos o tres años de edad tiene caries en una “muela”, pasarán al menos siete años antes de que lo mude de forma natural, lo que daría por resultado que la caries avanzara lo suficiente para desarrollar una gran infección ocasionando acumulación de pus, formación de absceso, dolor insoportable y malestar generalizado.

Es importante saber que los dientes de leche tienen el mismo tipo de nervios y sangre que los dientes de los adultos, por lo que una infección puede causar el mismo dolor.

Consejos para el cuidado de los dientes de leche

  • Comienza la limpieza dental de tu bebé aún antes de que tenga dientes. Con una gasa húmeda retira los restos de leche o papilla de encías, mejillas, lengua y paladar. 
  • Tan pronto aparezca el primer diente de tu hijo cepíllalo después de cada alimento. Utiliza un cepillo de cerdas suaves y cabeza pequeña. Conforme vaya creciendo busca uno adecuado para su edad. Debes cambiar su cepillo cuando las cerdas comiencen a doblarse hacia los lados.
  • Usa hilo dental, pasta y enjuague bucal con flúor. La cantidad de pasta recomendable cuando tu hijo tenga de dos a ocho dientes es del tamaño de un grano de arroz. Cuando el número de sus dientes sea entre diez y veinte la cantidad de pasta adecuada corresponderá al tamaño de un chícharo.
  • Lávate los dientes al mismo tiempo que lo hace tu hijo, el ejemplo da el aprendizaje más significativo en todos los ámbitos.
  • Dado que los niños generalmente quieren lavarse los dientes solos es importante que lo respetes y lo motives, pero asegúrate de verificar su limpieza cuando él termine, por lo menos en el cepillado de la noche, esto hasta que tu hijo cumpla aproximadamente siete años de edad.
  • Vigila la alimentación de tu hijo evitando los alimentos ricos en azúcares, de consistencia pegajosa y poco valor nutritivo.
  • Elimina el uso del biberón como medio para dormir a tu hijo, ya que una vez dormido te será muy difícil realizar una limpieza dental adecuada.
  • Finalmente, lleva a tu hijo a revisión al menos dos veces al año para que le realicen una limpieza profesional con aplicación de flúor. Esto le permitirá  familiarizarse con el ambiente del consultorio, los instrumentos, los olores, los sabores y las sensaciones nuevas, ayudándolo principalmente a crear un vínculo de confianza entre él y su Odontopediatra tal como lo hacemos en dentalia.

Actualmente se recomienda la primera visita al dentista antes de que el bebé cumpla un año de vida, para que los padres reciban la orientación  adecuada y para evaluar el riesgo del bebé a desarrollar caries antes de que ésta aparezca. Además al ser ésta una odontología mínimamente invasiva, las visitas son indoloras, rápidas, sencillas y económicas, por lo que el niño se va acostumbrando rápidamente a ellas, y lo mejor de esto es que no las asocian con una experiencia dolorosa.

Bajo esta filosofía preventiva, las visitas al dentista deben hacerse aun antes de que el bebé tenga dientes. Hoy en día existen programas de atención materno-infantil de salud dental en diferentes clínicas y medios hospitalarios públicos y privados, como dentalia niños, donde el enfoque se basa en estos principios de atención primaria y donde la prevención está alineada a esta filosofía educativa y preventiva.

Por la Dra. Lorena Badial Ochoa. Dentista de profesión, odontopediatra de vocación, crossfitera y tapatía de corazón.  Gerente de atención y experiencia al paciente en dentalia, decidida a dejar un mundo mejor

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