Todo lo que debes saber de glaucoma
El glaucoma es una enfermedad que afecta a millones de personas y es una de las principales causas de ceguera. Esta afección se caracteriza por dañar el nervio óptico, usualmente debido a un aumento en la presión ocular. Detectar el glaucoma a tiempo es fundamental ya que, en sus primeras etapas, puede ser asintomático, lo que hace crucial la realización de exámenes oculares regulares.
¿Cómo afecta el glaucoma al ojo?
El glaucoma es una condición en la que el nervio óptico, que conecta el ojo con el cerebro, se daña. Esto generalmente ocurre cuando la presión intraocular es anormalmente alta. Sin embargo, no siempre es el caso, complicando su detección sin exámenes adecuados. El glaucoma de ángulo abierto es el tipo más común, desarrollándose de manera lenta, mientras que el de ángulo cerrado puede surgir repentinamente con dolor.
Factores de riesgo del glaucoma
Comprender los factores de riesgo es esencial para la prevención. Las personas mayores de 60 años, quienes tienen antecedentes familiares de glaucoma o padecen de enfermedades como la diabetes enfrentan un mayor riesgo. Aquellos con alta miopía o presión ocular alta deben estar especialmente atentos. Realizarse chequeos regulares es clave para detectar signos tempranos y gestionar la enfermedad de manera efectiva.
Síntomas que no debes ignorar
Aunque el glaucoma puede no presentar síntomas inicialmente, conforme avanza, se pueden notar cambios significativos en la visión:
- Pérdida de la visión periférica.
- Dolor severo en los ojos, especialmente en el glaucoma de ángulo cerrado.
- Náuseas y vómitos asociados al dolor ocular.
- Visión borrosa o aparición de halos alrededor de las luces.
Cualquier cambio repentino en la visión requiere atención médica inmediata.
Tratamiento y manejo del glaucoma
Aunque el daño causado por el glaucoma es irreversible, los tratamientos pueden detener o retrasar la progresión de la enfermedad. La mayoría de los tratamientos incluyen el uso de gotas para los ojos que reducen la presión ocular. En ciertos casos, puede ser necesario recurrir a terapias láser o incluso cirugía. Llevar un estilo de vida saludable y seguir las indicaciones del oftalmólogo son pasos vitales para controlar el glaucoma.
Proteger la salud visual es una prioridad que no debemos pasar por alto. Adoptar medidas preventivas, como realizarse exámenes oftalmológicos periódicos y mantenerse informado, puede marcar la diferencia en la lucha contra el glaucoma. La prevención es el mejor aliado para conservar la vista, y estar atento a los cambios en nuestra visión es el primer paso hacia un futuro más claro.