Belleza

Tipos de rinoplastia

La rinoplastia es conocida por ser una cirugía plástica que se encarga de corregir los defectos físicos o funcionales (o ambos) de la nariz. Está especialmente indicada para aquellos pacientes que no están conformes con la forma, posición y tamaño de su nariz. De igual modo, esta cirugía se puede emplear para corregir daños provocados por lesiones, accidentes o problemas respiratorios. Pero no cualquier rinoplastia vale para todos los casos. En función del problema, tendremos diversos tipos de rinoplastia.

Y es que esta cirugía es de las más variadas y personalizables en el campo de las intervenciones quirúrgicas estéticas y plásticas. Sigue leyendo para conocer todo sobre esta intervención.

Todos los tipos de rinoplastia que existen 

A continuación, te presentamos los diferentes tipos de intervenciones que se pueden realizar en la nariz.

Rinoplastia Endonasal 

También se la denomina rinoplastia cerrada. Es una intervención bastante demandada hoy en día y merece especial atención en primer lugar. 

Su popularidad se debe a su alto grado de éxito, muy efectivo y es prácticamente indetectable, puesto que no deja ningún tipo de cicatriz visible.  Esto último es gracias a su procedimiento, puesto que la técnica se realiza en las fosas nasales, por lo que la incisión es totalmente interna y no visible.

Es ideal para ligeros retoques, puesto que es más rápida y no tiene complicaciones. Aunque necesitará anestesia y se reduce el riesgo de infección con un tiempo de recuperación más corto que otras operaciones en la nariz.

Rinoplastia abierta

Por otro lado, tenemos la técnica abierta, que es más invasiva que la anterior, aunque el profesional podrá hacer una intervención más compleja (como una reconstrucción) gracias a una incisión externa que ayuda a abrir más la nariz y una mejor interacción en la operación. Aunque es un proceso externo, tras la recuperación la cicatriz resultante apenas será perceptible.

Rinoplastia étnica

A la hora de hablar de rinoplastia étnica, se hace referencia a intervenciones de narices que son características de determinados grupos raciales, como son el retocar la punta de la nariz para que sea más fina en el caso de los hispanos, o hacer más pequeño el tabique nasal de los descendientes afroamericanos. Suelen ser intervenciones más complejas y, por ello, es recomendable ponerse en manos de un especialista, puesto que será quien escoja el mejor método.

Rinoplastia ultrasónica 

Es una técnica cada vez más extendida gracias a su eficacia y menores inconvenientes. Este tipo de rinoplastia aprovecha los beneficios del bisturí ultrasónico para aplicarlos en una rinoplastia normal para potenciar la cirugía nasal y su éxito. Además, respeta los tejidos blandos.

Esto hace que tanto el sangrado como la posterior hinchazón sean mínimos y con una menor aparición de hematomas. Esto se traduce en una recuperación más rápida e indolora, aunque los efectos se verán a los 6 meses desde la intervención.

Rinoplastia secundaria (o segunda operación)

Es una de aquellas intervenciones que todos deseamos no tener que recurrir. Y es que el nombre de esta intervención hace referencia a aquellas operaciones que se realizan tras una primera mala intervención de rinoplastia. 

En estos casos, es el propio cirujano quien recomienda, tras unos resultados peor de los esperados o, incluso, para remediar un fallo propio como profesional. Muchos pacientes escogen realizar esta segunda rinoplastia en otra clínica ante el descontento. Por eso, siempre es bueno, antes de someterse a cualquier intervención de nariz, asegurarse de que ha escogido bien la clínica y el profesional que te va a tratar.

Rinoplastia sin cirugía

En caso de que se realice una modificación menor en la nariz o no se desee entrar en el quirófano, existe esta técnica para modificar la nariz sin necesidad de una intervención quirúrgica. Se denomina rinomodelación o rinoplastia sin cirugía.

Está técnica de rinoplastia consiste en inyectar ácido hialurónico con alta concentración y reticulación. Con ella se consigue que los resultados sean casi definitivos, aunque es posible que se tenga que hacer posteriormente unos retoques. Es una sustancia biocompatible, por lo que se integra en el tejido y modifica la nariz.

Antes de llevar a cabo esta técnica, es importante valorar el conjunto del rostro y hacer un estudio de los labios, el mentón y la posición de los ojos. Es decir, no es una intervención que se haga a la ligera puesto que es importante verificar que se conseguirá la armonía del rostro con el mentón y la frente.

Como hemos podido ver, si estamos pensando en realizar esta intervención, el proceso es muy sencillo, puesto que existen varios tipos de rinoplastia y, además de ganar en belleza, también lo haremos en salud.

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