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¿Te has preguntado qué impacto tiene cocinar en la calidad del aire?

Desde los electrodomésticos hasta los métodos que usamos y los alimentos que cocinamos, la cocina puede ser un foco de contaminación en nuestra casa. Ya sea que estés preparando un banquete o guisando para tu familia y amigos, la preparación de comida puede liberar una mezcla única de contaminantes en el aire. Las concentraciones de partículas ultrafinas en la cocina a menudo pueden ser de 10 a 40 veces mayores después de cocinar y, en algunas ciudades, se estima que cocinar contribuye al 62% de la contaminación total de PM2.5 (materia particulada de menos de 2,5 micras) en los hogares.

“A medida que los días se vuelven más fríos y la gente pasa más tiempo dentro de casa, es importante estar al tanto de las fuentes de contaminantes interiores y cómo podemos mitigar nuestra exposición”, dice Sam Taylor, ingeniero de calidad del aire en Dyson. “Los electrodomésticos de cocina, los métodos de cocción y el tipo de comida pueden tener un impacto en esto “.

Electrodomésticos de cocina

El proceso de combustión emite partículas ultrafinas, que incluyen gotas de aceite, vapor del agua utilizada para cocinar, ingredientes y compuestos orgánicos condensados. Investigaciones han encontrado que los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) son consistentemente más altos en los hogares que cocinan con gas en lugar de estufas eléctricas. De igual forma, indicaron que los niveles de NO2 son mayores al cocinar por períodos de tiempo largos. Es posible que las estufas eléctricas no produzcan tanta contaminación como las que funcionan con gas, sin embargo los alimentos pueden emitir partículas al cocinarse en la estufa, independientemente del combustible.

Según el estudio de la Junta de Recursos del Aire de California de 2001, los hornos también son culpables de la contaminación, en particular las variaciones de autolimpieza. A medida que se queman los desechos de alimentos, se liberan al aire de la cocina concentraciones potencialmente dañinas en partículas de NO2, monóxido de carbono y formaldehído. 

Por lo cual, es necesario asegurarse que los electrodomésticos de la cocina, como hornos o estufas, estén completamente ventilados y se instalen, utilicen y mantengan correctamente, ya que esto puede ayudar a minimizar esta exposición. Otro factor que puede ayudar a disminuir el riesgo es abrir la ventana mientras se cocina – si el aire exterior está lo suficientemente limpio, o usar ventilación mecánica como un purificador de aire de Dyson cuya tecnología filtra los contaminantes y al mismo tiempo, elimina los olores que emanan de los alimentos.

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Método de cocinado

La manera en la que se preparan los alimentos puede afectar a la contaminación del aire dentro de la cocina. La comida basada en aceite, como asar o freír, generalmente es más contaminante que hervirla o hacerla al vapor pues generan más partículas finas. Aunado a lo anterior, los olores liberados al dorar la comida, como asar filetes en una parrillada o dorar el pan, liberan compuestos durante la cocción que son en realidad una fuente de contaminación de gases.

Tipo de comida

El tipo de comida y la temperatura de cocción  también impactan sobre la cantidad de contaminación liberada. Se observa un aumento de emisiones a mayores temperaturas, además los ingredientes con mayor contenido de grasa desprenden más contaminación.

El tipo de aceite usado al cocinar también puede afectar los niveles de contaminación en general; los aceites con mayor temperatura de humo producen niveles menores de materia en partículas. Investigaciones indican que el aceite de oliva es uno de los peores culpables, liberando la más alta cantidad de materia en partículas.

De acuerdo Joe Croan, Head Chef de Dyson, comprender la contaminación en interiores es el primer paso para empoderar a las personas a decidir sobre su cocina de manera informada, y así ayudar a reducir la exposición a contaminantes ambientales.