Enfermedades

Síndrome de somnolencia, hipersomnia y pesadillas son efectos secundarios del cáncer

Los pacientes que padecen de cáncer pueden presentar diferentes efectos secundarios, tanto por la enfermedad en sí como por el tratamiento aplicado, llegando a afectar incluso la calidad de sueño. Como lo hablamos en un artículo anterior, el insomnio es uno de los problemas más comunes a la hora de dormir, el cual dificulta la capacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido. 

Otros problemas asociados al sueño que pueden presentar las personas con cáncer son la hipersomnia, el síndrome de somnolencia y las pesadillas, los cuales estaremos abordando a lo largo del post. De igual forma, existen otros factores que pueden causar este tipo de problemas para dormir, como la salud emocional, por ejemplo, lo cual puede llegar a perjudicar la calidad de vida de la persona.

Controlar los efectos secundarios del cáncer es un aspecto importante de la atención y el tratamiento de esta enfermedad, lo que se conoce como cuidados paliativos o tratamiento de apoyo.

¿Qué es la hipersomnia?

La hipersomnia, también llamada somnolencia o adormecimiento diurno excesivo, es una alteración del sueño que hace que la persona sienta muchas ganas de dormir durante el día o tener el deseo de quedarse dormida más tiempo de lo normal en la noche. Entre los signos principales que presenta la hipersomnia se encuentran los problemas para permanecer despierto durante el día, dormir más de 10 horas consecutivas, sueño profundo excesivo, sensación de pesadez luego de dormir o tomar una siesta, entre otros.

La somnolencia puede interferir en el día a día de la persona, dificultando la realización de las labores domésticas, responsabilidades laborales o el cuidado de su familia. Estos impedimentos también pueden influir en el estado de ánimo de la persona, ya que no le permite disfrutar de las actividades por sentir mucho sueño todo el tiempo.

Si bien la fatiga y la hipersomnia pudieran presentar comportamientos similares, no deben confundirse, ya que son dos condiciones distintas. En el caso de la hipersomnia, se manifiesta un deseo excesivo de sueño durante el día que también incluye dormir durante mucho tiempo por la noche. Mientras que la fatiga corresponde a una sensación de falta de energía y agotamiento que no termina de desaparecer al dormir.

Factores que causan la hipersomnia

Una de las causas más comunes de la hipersomnia es la incapacidad de dormir el tiempo suficiente por la noche, lo que lleva a la persona a presentar insomnio por la noche y somnolencia durante el día. El cáncer y su tratamiento, así como otros problemas de salud también pueden provocar episodios de hipersomnia.

Entre las causas de la hipersomnia asociadas al cáncer se encuentra el dolor crónico, la anemia (baja cantidad de glóbulos rojos), la ansiedad o depresión, algunos tipos de quimioterapia, altos niveles de calcio o hipercalcemia, hipotiroidismo o cambios en los niveles hormonales, tumor en el cerebro y en el sistema nervioso central.

Otros detonantes de la hipersomnia son algunos medicamentos tanto de venta libre como con receta, tales como pastillas para dormir, medicamentos para controlar las náuseas, fármacos tranquilizantes, medicamentos para controlar el dolor, incluidos los opioides o los antihistamínicos, cuyos medicamentos son utilizados para tratar síntomas de alergia o resfrío.

¿Cuál es el tratamiento para la hipersomnia?

Para poder tratar la hipersomnia el médico especialista primero debe estudiar el caso, encontrar el factor o factores detonantes y posteriormente tratar la causa. Si la hipersomnia se encuentra relacionada con la quimioterapia, por ejemplo, usualmente la condición mejora cuando el tratamiento finaliza.

Si el factor causante de la hipersomnia es otro medicamento, es probable que el médico tenga que cambiar de fármaco o de dosis e incluso se podría recetar un medicamento estimulante. Independientemente de cuál sea el trastorno del sueño que la persona presente, es imprescindible que tenga hábitos de sueño saludables, a esto se le conoce como “higiene del sueño” y puede contribuir a mejorar no sólo la hipersomnia sino otros problemas asociados al sueño.

Recomendaciones para tener hábitos saludables de sueño

Si estás presentando hipersomnia puedes considerar poner en práctica lo siguiente:

  • Dormir un par de horas más por la noche para evitar la somnolencia excesiva en el día.
  • Realizar ejercicio o actividad física todos los días, ya sea en horas de la mañana o a primera hora de la tarde y no en horarios próximos a acostarse.
  • Evitar el consumo de alcohol y productos con cafeína o nicotina.
  • Utilizar la cama solo como un espacio para dormir o mantener relaciones sexuales.
  • Realizar actividades placenteras durante el día que demanden concentración y atención.
  • Evitar la ingesta de comida pesada y en abundancia o beber demasiado líquido en horas de la noche antes de ir a la cama.
  • Intentar en lo posible ir a dormir y despertar todos los días a la misma hora.

¿Qué es el síndrome de somnolencia?

Se trata de un tipo de hipersomnia que se presenta en niños y se encuentra relacionada con la administración de radioterapia en la cabeza. Los síntomas generalmente se manifiestan de 3 a 12 semanas luego de haber finalizado el tratamiento contra el cáncer y pueden llegar a durar desde unos pocos días hasta varias semanas.

Entre los síntomas más comunes del síndrome de somnolencia está el adormecimiento excesivo de hasta 20 horas por día, dolores de cabeza, fiebre baja o fogaje, irritabilidad, pérdida del apetito, náuseas y vómito.

La relación entre las pesadillas o sueños vívidos y el cáncer

Cuando hablamos de pesadillas nos referimos a los sueños aterradores y vívidos que algunas veces experimentamos mientras dormimos. Las pesadillas por lo general hacen que el individuo se despierte y sea capaz de recordar parte del sueño.

Si bien la gran mayoría de personas tienen pesadillas una que otra vez, la frecuencia de estos eventos y de otros sueños vívidos puede llegar a incrementar tras un diagnóstico de cáncer o durante el tratamiento del mismo. La recurrencia de las pesadillas puede generar temor a quedarse dormido, somnolencia diurna o sueño agitado.

Factores que causan las pesadillas

La ansiedad, la depresión y el estrés emocional son detonantes de las pesadillas, pero no son los únicos. Como lo mencionamos anteriormente, el diagnóstico del cáncer y su tratamiento también pueden influir en la aparición de estos sueños desagradables y muchas veces aterradores. Las inquietudes financieras o la preocupación familiar también pueden provocar pesadillas.

En cuanto a los medicamentos, existen algunos fármacos que pueden causar las pesadillas y que pueden estar presente durante el tratamiento del cáncer, tales como suplementos de hierro, medicamentos para el corazón, ciertos antibióticos y analgésicos.

Otros detonantes a tener en cuenta son la abstinencia de alcohol, ansiolíticos y analgésicos o el dolor no aliviado.

Ser paciente de cáncer puede ser estresante y aterrador, por lo que es normal tener pesadillas durante toda la etapa que supone el tratamiento y la recuperación. Sin embargo, presentar demasiados episodios de pesadillas puede interferir en la calidad de sueño y causar otros problemas como la ansiedad. Por lo tanto, si sientes que te está ocurriendo un caso similar, es importante que hables con tu médico para encontrar alivio y dormir mejor.

Para intentar sobrellevar las pesadillas debes partir por ser sincero acerca de tus temores y sentimientos sobre el cáncer, hablarlo con un familiar o especialista, explicarle como te sientes y contarle sobre tus pesadillas, incluso puedes dibujarlas o describirlas en papel, esto te ayudará a drenar tus emociones y liberar tensión. Apóyate en un profesional de la salud.