¿Quién puede padecer VPH?

El Virus del papiloma humano, conocido como VPH, es uno de los virus más comunes que pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Existen más de 200 tipos diferentes de VPH, y aunque la mayoría de las infecciones desaparecen por sí solas sin causar síntomas, cerca de 14 de estos tipos están relacionados con la aparición de cáncer. La presencia de estos tipos de alto riesgo en el organismo puede desencadenar cambios celulares que, con el tiempo, derivan en diferentes tipos de cáncer, principalmente en áreas como la región genital, la boca y la garganta. Los datos recientes indican que durante 2024, casi 20 mil casos de VPH se reportaron en personas de distintas edades, tanto en hombres como en mujeres, reflejando la alta prevalencia de esta infección.

El impacto del VPH en la salud pública es considerable. A nivel mundial, se estima que más de 570 mil mujeres y cerca de 60 mil hombres viven cada año con algún tipo de cáncer asociado a esta infección. Esta realidad evidencia la importancia de la prevención y la detección temprana en la lucha contra el VPH, que es responsable de más del 95% de los casos de cáncer cervicouterino. Además, el VPH causa aproximadamente el 75% de los cánceres de vagina y el 70% de los cánceres de vulva. En los hombres, una proporción significativa de cánceres de pene, que representa más del 60%, también está vinculada a esta infección.

Uno de los aspectos que más alertan a los especialistas es el alto porcentaje de casos de cáncer anal, donde más del 90% están relacionados con el VPH. Esto demuestra que esta infección no solo afecta a las áreas genitales, sino que puede involucrar otras regiones del cuerpo, incluido el tracto digestivo superior. Aproximadamente el 70% de los cánceres orofaríngeos, que afectan la boca y la garganta, también están vinculados a la presencia del virus.

La vulnerabilidad de las personas a padecer VPH es diversa. Aunque puede parecer que solo afecta a ciertos grupos, en realidad, cualquier persona sexualmente activa puede infectarse, independientemente de la edad o el género. La transmisión del VPH suele ocurrir a través del contacto sexual sin protección, pero también puede transmitirse mediante contacto piel con piel. La alta prevalencia del VPH y su potencial para causar cáncer hacen que la vacunación, el uso de preservativos y los chequeos regulares con profesionales de la salud sean fundamentales para reducir riesgos.

La infección por VPH no siempre presenta síntomas visibles, lo que hace que muchas personas no sean conscientes de estar infectadas. Sin embargo, la vigilancia médica y los análisis específicos pueden detectar precozmente esta infección, permitiendo tomar las medidas necesarias para evitar complicaciones mayores. La incorporación de vacunas en los programas de salud pública ha demostrado ser una estrategia efectiva para disminuir la incidencia de infecciones y, con ello, disminuir también los casos de cáncer relacionados con el VPH.

Es importante entender quién puede padecer VPH, ya que todos estamos en riesgo y las cifras revelan la magnitud del problema. La conciencia sobre los métodos de prevención y la realización de chequeos periódicos son pasos imprescindibles para protegerse y minimizar los efectos a largo plazo de esta infección viral.