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¿Qué causa la fascitis plantar?

La fascitis plantar es una de las lesiones más frecuentes en personas activas y en quienes pasan mucho tiempo de pie. Esta condición se produce por la inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido que atraviesa la planta del pie desde el talón hasta los dedos, formando una estructura esencial para mantener la estabilidad del arco y absorber los impactos al caminar o correr. La causa principal de la fascitis plantar está relacionada con una tensión excesiva o irritación repetida en esta fascia, pero hay múltiples factores que pueden contribuir a su aparición. Conocer qué causa la fascitis plantar permite adoptar medidas preventivas y buscar tratamiento a tiempo para evitar que el dolor se vuelva crónico y limitar las actividades cotidianas.

Uno de los principales factores asociados con la causa de la fascitis plantar es el uso de calzado inapropiado. Las personas que usan zapatos que no brindan un soporte adecuado para el arco del pie, que son demasiado planos o que tienen suelas rígidas, aumentan la tensión en la fascia durante toda la jornada. Esto se agrava si las actividades que realiza la persona implican impacto repetido sobre el pie, como correr, saltar o estar de pie durante muchas horas en superficies duras. La sobrecarga constante provoca pequeños desgarros en la fascia, que al inflamarse generan el dolor característico de la fascitis plantar.

El peso corporal también influye de manera significativa en el desarrollo de esta condición. Cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad, la carga que recibe la fascia plantar aumenta considerablemente, causando mayor fatiga y tensión en dicho tejido. La acumulación de peso en los arcos del pie genera una tensión adicional que puede inflamar la fascia, sobre todo si existe alguna anomalía estructural en los pies, como pies planos o arcos muy pronunciados. Estas alteraciones biomecánicas modifican la distribución del peso y hacen que ciertas áreas de la fascia soporten más estrés del que deberían, facilitando la aparición de la fascitis plantar.

Otra causa frecuente de la fascitis plantar es el paso del tiempo y el envejecimiento. Con la edad, los tejidos pierden elasticidad, volviéndose más susceptibles a lesiones por sobreuso o tensión excesiva. Además, quienes tienen una historia de lesiones en los pies o tobillos, o han tenido cirugías en estas áreas, pueden presentar mayor predisposición a desarrollar fascitis plantar. La forma en que caminamos o corremos también es relevante; alteraciones en la marcha, como un arco muy pronado o una pisada incorrecta, pueden sobrecargar la fascia y generar inflamación a largo plazo.

No menos importante, las actividades que implican permanecer mucho tiempo de pie en superficies duras o realizar esfuerzos físicos sin la preparación adecuada también actúan como desencadenantes de la fascitis plantar. En individuos que realizan trabajos de largo turno en fábricas, en el comercio o en cargos que requieren estar mucho tiempo de pie, la tensión en la fascia aumenta paulatinamente y puede desembocar en esta lesión si no ofrecen medidas preventivas. La poca recuperación entre sesiones de ejercicio, sumada a una mala alimentación y a la falta de estiramientos correctos, contribuye significativamente a que esta condición se presente.

Cada uno de estos factores puede actuar por separado o en combinación para causar la inflamación en la fascia plantar. La aparición de síntomas como un dolor punzante en el talón, especialmente al levantarse por las mañanas, o molestias que se intensifican después de estar mucho tiempo en pie o tras realizar actividad física, son señales claras de que algo no está funcionando correctamente en esa zona. Es fundamental acudir a un especialista en ortopedia o fisioterapia ante estos síntomas para realizar una evaluación precisa y comenzar un tratamiento efectivo, que puede incluir desde recomendaciones de cambios en el calzado, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, hasta terapias más avanzadas si la lesión evoluciona a un estado más complicado.

Prevenir la fascitis plantar pasa por mantener un peso saludable, usar calzado adecuado en el día a día y en las actividades físicas, además de realizar estiramientos específicos para las piernas y pies. La atención oportuna y un diagnóstico correcto no solo ayudan a aliviar los síntomas, sino que también evitan que la lesión se vuelva una causa constante de dolor y limitación en la movilidad. La comprensión de qué causa la fascitis plantar y cómo detectarla a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una lesión que se prolonga por meses.