Salud y Vida

Prevenir enfermedades como hígado graso no alcohólico puede evitar la progresión a cirrosis y la necesidad de un trasplante hepático

·       De acuerdo a cifras del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) de la Secretaría de Salud, existen más de 21 mil 800 personas en espera de un órgano que salve su vida o le brinde mayor calidad.

·       En México falta incrementar la cultura de la donación.

En el marco de la celebración del Día Mundial del Trasplante, este 27 de febrero, la Dra. Eira Cerda Jefa del departamento de coordinación académica Hospital Central Militar hace un llamado a fomentar la prevención de hígado graso no alcohólico ya que puede derivar en requerir un trasplante hepático; pues el número de personas que esperan un trasplante de hígado supera ampliamente el número de hígados disponibles de donantes.

Este padecimiento crece rápidamente en todo el mundo ya que se relaciona con el aumento de la prevalencia de obesidad y es una de las causas actuales más frecuentes de enfermedad hepática crónica; lo cual, se refleja en el aumento de personas en las listas de espera para trasplante hepático con esta indicación. Por ello, es necesario atenderlo con anticipación, afirma la Dra. Eira Cerda.

El hígado es el órgano interno más grande y realiza funciones críticas, como procesar nutrientes, medicamentos y hormonas, además de que produce bilis, que ayuda al organismo a la absorción de grasas, colesterol y vitaminas liposolubles, fabricando proteínas que intervienen en la coagulación sanguínea y eliminando bacterias y toxinas de la sangre. Y es primordial en el proceso de prevención de infecciones y regula respuestas inmunológicas.

Por eso es importante, en la actualidad, que las personas que padecen hígado graso se consideren vulnerables ante la pandemia COVID-19, previniendo para disminuir mayores riesgos de salud, afirma la Dra. Eira Cerda.

El hígado graso no alcohólico es potencialmente mortal, si no es diagnosticado y tratado a tiempo. Por ello, el tratamiento oportuno a través de antioxidantes referidos por un profesional de la salud, pueden ayudar a regenerar el hígado cuando estamos a tiempo. Es uno de los grandes avances de la medicina, tanto que ha dado una nueva esperanza de vida para quienes han limitado su salud por esta afección.

El Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) estima que cerca del 25% de la población mundial padece esteatohepatitis relacionada a la presencia de al menos uno de los factores de síndrome metabólico: diabetes, sobrepeso e hipertensión. En México, la prevalencia mayor de las enfermedades hepáticas es el hígado graso caracterizado por la acumulación de grasa pero lamentablemente es asintomática y suele pasar desapercibida y diagnosticarse incidentalmente.

La enfermedad por hígado graso no alcohólico puede ser una esteatosis simple, que en principio no tiene mal pronóstico, pero acompañada de inflamación y fibrosis progresiva puede evolucionar daño hepático, fibrosis avanzada, cirrosis y, cáncer de hígado, cabe señalar que  en algunos casos puede precisar un trasplante de hígado. Además de asociarse al síndrome metabólico, que agrupa una serie de trastornos que se presentan de manera aleatoria y aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2, confirma la Dra. Eira Cerda.

Los síntomas van desde variaciones en la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos. De aquí la importancia del diagnóstico temprano y preciso para prevenir la EHGNA (enfermedad de hígado graso no alcohólico) y de llevar una sana alimentación; una dieta baja en sal, colesterol, grasa, azúcar y alcohol evitará daño en el hígado.

Algunas de las causas principales que llevan a una insuficiencia hepática y que derivan en un trasplante de hígado, son las siguientes:

·       Hepatitis B y C.

·       Enfermedad hepática alcohólica

·       Enfermedad del hígado graso no alcohólico, acumulación de grasa en el hígado causando inflamación y daño celular.

·       Enfermedades genéticas que causan acumulación excesiva de hierro y cobre en el hígado

·       Daño hepático inducido por fármacos

Recibir un trasplante de órganos, es un procedimiento seguro para quien lo recibe; además, permite a la familia donante reconfortar ante la pérdida de un ser querido y dar una nueva oportunidad de vida. Y aunque existen cada vez más pacientes trasplantados y más tratamientos para evitar el rechazo, la espera suele ser larga por eso la importancia de la prevención.

“Frenemos el ciclo de las complicaciones del hígado graso y evitemos la progresión”… concluye la Dra. Eira Cerda.