Enfermedades

Personas con asma y EPOC en riesgo por contaminación atmosférica

·          La mala calidad del aire puede empeorar los síntomas de pacientes con asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), causando un mayor número de hospitalizaciones y muertes prematuras.

·          Además de evitar realizar actividades al aire libre, utilizar lentes de contacto, mantener puertas y ventanas cerradas, quienes viven con enfermedades respiratorias no deben abandonar su tratamiento broncodilatador.

Debido a la mala calidad del aire provocada por incendios forestales en diversos estados de la República Mexicana, así como a la falta de viento y altas temperaturas propias de esta época del año, el día de ayer autoridades federales y locales determinaron mantener la alerta ambiental extraordinaria para proteger la salud de los habitantes de la Ciudad de México, Estado de México, Puebla y Guadalajara, haciendo especial énfasis en quienes viven con enfermedades respiratorias.

Debido a esta situación, el Comité Científico de la Comisión Ambiental recomendó a las personas que viven en las distintas megalópolis no realizar actividades al aire libre ni utilizar lentes de contacto; mantener puertas y ventanas cerradas; reducir el uso de automóviles; evitar fumar o cocer alimentos con leña, carbón o gas, así como no quemar basura, llantas u otros materiales[1].

De acuerdo con el Dr. Ricardo Lemus Rangel, neumólogo especialista en el Departamento de Neumología del Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la contaminación atmosférica es una preocupación creciente en América Latina y El Caribe, ya que alrededor de 100 millones de personas están expuestas a niveles que exceden los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), siendo los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias como asma y EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) los más vulnerables a los efectos dañinos de una mala calidad del aire[2].

Indicó que el riesgo medioambiental en las ciudades y zonas rurales provoca cada año cerca de 76 millones de años-vida perdidos y 3 millones de muertes prematuras por la inhalación de micro partículas (PM2.5 y PM10) suspendidas, las cuales se componen de sólidos compuestos (materia orgánica de plomo, zinc, sulfatos, carbono y polen, entre otros) y gases tóxicos (como el ozono) que están asociados al desarrollo de cáncer, cardiopatías, alergias y complicaciones en pacientes que viven con asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)[3].

Tan solo un análisis realizado en 2016 sobre la calidad del aire en distintas entidades de la República Mexicana determinó que Monterrey, Toluca, Salamanca, León, Irapuato, Silao, México, Guadalajara y Puebla son las ciudades más contaminadas del país con una alta concentración de partículas PM2.5 y PM10, las cuales penetran y se alojan en lo más profundo de los pulmones ocasionando infecciones, inflamación de las vías respiratorias e hiperreactividad[4].

Por ejemplo, el neumólogo destacó que en pacientes con asma o EPOC la mala calidad de aire puede reducir su función pulmonar y empeorar síntomas como tos, opresión torácica y falta de aire, provocando episodios llamados exacerbaciones que, además de ser muy angustiantes y son urgencias médicas, pueden ocasionar hospitalización, ausentismo escolar y laboral, incapacidad y altos costos económicos[5],[6]. Por eso, “se recomienda que las personas en estas condiciones deben quedarse en casa durante las contingencias ambientales y nunca abandonar el tratamiento indicado por su médico, el cual consiste en broncodilatadores de acción prolongada y medicación de rescate en caso de crisis”.

Recordó que el asma y la EPOC son dos enfermedades respiratorias de alta prevalencia. La primera, afecta a casi 300 millones de personas en el mundo, principalmente niños[7]. “Aunque no tiene cura, si se puede controlar con medidas que reduzcan el contacto con alérgenos (polvo, humo, polen, moho, etc.) y otros factores desencadenantes como aire frío, emociones fuertes (miedo, ira) y actividad física, además de usar la terapia de mantenimiento recomendada que se basa en el uso de un broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada como tiotropio a través de un dispositivo inhalador ideal (Respimat), el cual permite a quienes la sufren tener una buena calidad de vida[8]”.

Resaltó que este medicamento, desarrollado por Boehringer Ingelheim, es uno de los de mayor experiencia clínica en el mundo y, debido a su alto perfil de seguridad y eficacia en población infantil está incluido en las Guías Internacionales de Tratamiento de la Global Initiativa for Asthma (GINA 2018) para niños a partir de los 6 años de edad1.

Por otro lado, indicó que la EPOC aqueja a 210 millones de adultos en el mundo, cifra que para el año 2030 podría duplicarse hasta convertirse en la 3era. causa de muerte debido a la exposición al humo del tabaco[9] y a otras prácticas como cocinar con humo de leña. En este sentido, el especialista dijo que lo más recomendable es que el paciente deje de fumar y se apegue a un tratamiento farmacológico efectivo que lo incorpore sus actividades cotidianas.

Expuso que para la EPOC el tratamiento de mantenimiento incluye la terapia inhalada con tiotropio, pero en caso de que el paciente necesite una mayor broncodilatación, el medicamento también está disponible en combinación con otro broncodilatador de acción prolongada como olodaterol que igualmente se administra con el dispositivo Respimat. “Este esquema de tratamiento tiene por objetivo aliviar los síntomas, mejorar la función pulmonar, aumentar la tolerancia al ejercicio, reducir el uso de medicación de rescate, evitar el riesgo de exacerbaciones graves y optimizar la calidad de vida de los pacientes[10],[11],[12],[13]”.

El especialista hizo hincapié en que en las ciudades con problemas de polución contar con medicamentos innovadores y dispositivos inhaladores de última generación, que son fáciles de usar, fomentan el apego al tratamiento. Sin embargo, otro factor clave es la educación, de ahí que las intervenciones realizadas por parte de los profesionales de la salud pueden ayudar a quienes viven con asma y EPOC a ser conscientes de su autocuidado.

Finalmente, el Dr. Lemus Rangel comentó que cuando la calidad del aire es mala, como la que se ha tenido desde el fin de semana y que fluctúa entre los 130 y 50 puntos máximos de partículas PM2.5, es muy importante que toda la población, sobre todo la que es vulnerable o está en riesgo, tome precauciones; entre ellas, estar al pendiente del informe que emita las autoridades a través de la página de monitoreo atmosférico (http://www.aire.df.gob.mx) para saber si hay No Circula o suspensión de clases, llevar un plan de alimentación adecuado y, sobre todo hidratarse para evitar resequedad de las vías respiratorias.

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