Cáncer

Monitores de grado médico: aliados en la detección temprana de cáncer de mama

El cáncer de mama se ha convertido en el segundo tipo con mayor incidencia en el mundo, las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que al menos una de cada 12 mujeres será víctima de este padecimiento a lo largo de su vida. Por ello, la obtención de un diagnóstico oportuno es vital para una detección a tiempo.

En este sentido, las tecnologías de salud son esenciales para que los especialistas puedan mejorar la obtención de diagnósticos, donde se conjunta la experiencia del radiólogo, con características específicas de las tecnologías médicas, que facilitan la visualización de pequeñas microcalcificaciones en el tejido mamario. Esto permite que, en caso de ser diagnosticado, los pacientes puedan contar con una valoración más certera para llevar a cabo un tratamiento oportuno en su padecimiento.
El tratamiento del cáncer de mama puede ser sumamente eficaz, con probabilidades de supervivencia del 90% o mayores, en particular cuando la enfermedad se detecta de forma temprana, por ello las tecnologías de grado médico cumplen un papel fundamental pues su uso permite a los especialistas lograr diagnósticos más certeros hasta en un 30%.
Ante el papel que desempeñan las tecnologías de salud, Francisco Fandiño, Managing director Latin America en Barco, presenta las características fundamentales con las que deben cumplir los dispositivos de grado médico para la detección oportuna de cáncer de mama.

• Normativa DICOM
Dentro de los estándares mundiales, la norma DICOM define cómo deben reproducirse las imágenes en escala de grises en monitores médicos, de manera que se reproduzcan por igual en todos ellos. Es decir, brinda la certeza de que los monitores de grado médico cumplan con la misma calidad de imagen durante todo el tiempo de uso. “Es fundamental que los especialistas cuenten con un monitor de grado médico que les permita visualizar los detalles sutiles en imágenes médicas, pues estos son más visibles cuando la imagen está calibrada según las especificaciones de DICOM”, menciona Francisco Fandiño.
En este sentido, la calibración automática en los monitores de grado médico de Barco es posible la detección hasta un 7% más rápido en comparación a las mastografías 2D.
• Multimodalidad
Esta característica permite la visualización de imágenes en varias modalidades (tanto en color como en escala de grises) en una sola pantalla, ofreciendo la posibilidad de realizar comparaciones en paralelo y fusiones de imágenes al momento, sin tener que cambiar de monitor.
Para lograr una detección de cáncer de mama en etapas tempranas es necesario que el especialista pueda visualizar cada detalle en la pantalla de diagnóstico, en dispositivos como el Coronis Uniti, específicamente diseñado para PACS y mamografías, es posible la detección de imágenes en movimiento, como la tomosíntesis, aumentando hasta un 10% la precisión del diagnóstico.
• Ángulo de visualización
Los monitores de grado médico también deben ser regidos por las directrices del Colegio Americano de Radiología (ACR), que indican la conservación de un mínimo de 350 cd/m² en toda la pantalla, así como una elevada relación de contraste y valores de color en distintos ángulos de visualización. Esta normativa es esencial para garantizar una calidad de imagen precisa en todo momento.
“Las tecnologías de grado médico son esenciales para el trabajo del especialista en radiología, asegurarse de que su equipo de diagnóstico cuente con estas características le brinda el respaldo necesario para la detección oportuna de microcalcificaciones en la mama, mejorando la obtención de resultados en la mastografía”, finalizó Francisco Fandiño, Managing Director Latin America en Barco.
De esta manera, los monitores de grado médico se posicionan como un elemento clave para el diagnóstico, su uso les permite a los especialistas contar con la fiabilidad de un diagnóstico más certero, asegurarse de que su equipo cuente con ellas es primordial para contribuir a reducir el número de decesos por casos de cáncer de mama que se estiman en 2.5 millones para los próximos 20 años.