Menstruación sin mitos: salud, gestión y derechos para una vida empoderada

La menstruación, un proceso natural que acompaña a muchas personas a lo largo de su vida, aún está rodeada de mitos, prejuicios y silencios que afectan no solo la salud física, sino también el bienestar emocional y social. Aunque en pleno siglo XXI avances en educación y derechos han contribuido a normalizarla, todavía persisten ideas erróneas que pueden limitar la comprensión de su importancia y promover estigmas dañinos. Desde la creencia de que bañarse durante la menstruación puede afectar la fertilidad, hasta la idea de que tener relaciones en esos días es peligroso, todos estos mitos contribuyen a mantener una cultura de desconocimiento y prejuicio. Pero la realidad indica que informarse bien, con evidencia científica y desde espacios seguros, permite vivir una gestión menstrual digna, saludable y sin tabúes.

Un ejemplo claro de la necesidad de promover una educación sexual integral y desmitificadora es la Encuesta Nacional de Gestión Menstrual en México, donde se revela que cerca del 69% de las adolescentes no tenían información suficiente cuando iniciaron su ciclo menstrual. Esa falta de conocimientos impacta en cómo viven esas primeras experiencias y en cómo enfrentan los cambios en su cuerpo y su salud emocional. Organizaciones como M de Mujer trabajan para ofrecer información gratuita y confiable, accesible para todas, que ayude a deshacer los mitos y a promover una cultura de respeto y autocuidado. En este contexto, entender qué es el ciclo menstrual y cómo funciona tiene un valor fundamental para empoderar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su salud.

El ciclo menstrual no es solo “la regla”

El ciclo menstrual es un proceso hormonal complejo que pasa por cuatro fases principales: menstruación, fase folicular, ovulación y fase lútea. Aunque en promedio dura 28 días, cada mujer o persona menstruante tiene su propio ritmo, y un ciclo considerado saludable puede variar entre 21 y 35 días.

Comprender cómo funciona el ciclo ayuda a las personas a conocerse mejor, a detectar cambios o irregularidades que puedan ser señal de algún problema y a tomar acciones preventivas en su salud sexual y reproductiva. El Dr. Eduardo López Ceh, ginecólogo y asesor en salud sexual de M de Mujer, indica que esta información es clave para fortalecer la autoestima y reducir riesgos relacionados con el bienestar emocional o la fertilidad, así como para desmentir mitos asociados a la menstruación.

Sebastianas que sufren dismenorrea, un dolor menstrual intenso que puede impedir realizar actividades cotidianas, también se benefician al entender que esos malestares no son solo “cólicos leves”, sino condiciones que pueden requerir atención médica y, en algunos casos, permisos laborales o escolares para su adecuada gestión. El reconocimiento de estos dolores como reales y válidos ayuda a acabar con la idea de que la menstruación solo es un problema menor que debe ocultarse o minimizarse.

La gestión menstrual: un acto de autocuidado y respeto

Uno de los mitos más dañinos es la percepción de que menstruar es “sucio” o vergonzoso. La verdad es que la menstruación forma parte del funcionamiento natural del cuerpo y no debe ser motivo de vergüenza ni de culpa. La clave para una experiencia saludable y digna es mantener una gestión adecuada, que implica cambiar los productos utilizados con regularidad, ya sean toallas, tampones, copas menstruales o discos reutilizables. La variedad de opciones hoy en día permite adaptar la elección a las preferencias, necesidades y economía de cada persona, promoviendo así una gestión menstrual más cómoda, segura y sin prejuicios.

Es importante también seguir prácticas de higiene básicas, como lavarse con agua y jabón neutro, evitar productos invasivos o que puedan alterar el equilibrio natural de la zona íntima, y usar productos aprobados y certificados. La correcta gestión menstrual ayuda a prevenir infecciones y a promover el bienestar durante todos los días del ciclo, además de fomentar la autoestima y el respeto hacia una misma.

¿Sexo durante la menstruación? Sí, y puede ser beneficioso

Tener relaciones sexuales en días de menstruación es una decisión personal, y muchas personas consideran que esta práctica puede incluso aliviar los cólicos y las molestias gracias a la liberación de endorfinas durante el orgasmo. Sin embargo, es fundamental que siempre se utilicen métodos anticonceptivos de barrera, como los condones, para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS), que aún pueden transmitirse durante la menstruación. Además, el riesgo de un posible embarazo sigue vigente en esos días si no se toman las precauciones necesarias.

Lizbeth Ortiz, psicóloga y educadora en sexualidad de M de Mujer, explica que hablar abiertamente sobre el sexo en la menstruación es un acto liberador integral. Respetar los límites y preferencias propias y de la pareja, y comprender que la relación sexual en estos días puede ser placentera y natural, favorece una visión más saludable y desestigmatizada sobre la menstruación. Promover el diálogo sincero ayuda a eliminar tabúes y fomenta una actitud de respeto, empatía y aceptación hacia los procesos naturales del cuerpo.

Hablar abiertamente sobre la menstruación: un acto de resistencia

A pesar de que en muchos entornos escolares, hogares y espacios públicos la menstruación sigue siendo un tema incómodo, silenciar su existencia solo perpetúa los prejuicios, afecta la salud emocional y limita la educación sexual integral. Desde organizaciones como M de Mujer, impulsan que abrir espacios de diálogo digno y respetuoso sirva para desmitificarla, empoderar a quienes menstrúan y promover una cultura de respeto y autocuidado.

Es fundamental que la sociedad deje de ver la menstruación como algo vergonzoso o sucio, y en su lugar, la reconozca como una experiencia natural, digna y parte de la salud integral de las personas. La visibilidad, la información y la desmitificación son pasos clave para lograr una sociedad más inclusiva, empática y libre de prejuicios.

La educación y la apertura en conversaciones sobre la gestión menstrual y sus implicaciones físicas, emocionales y sociales ayuda a construir un entorno en el que las niñas, adolescentes y mujeres puedan experimentar su ciclo sin miedo, sin vergüenza y con pleno respaldo social. La inclusión y la normalización sobre la menstruación no solo mejoran la autoestima, sino que también fortalecen la salud pública y promueven derechos humanos fundamentales.

M de Mujer continúa trabajando en esa línea, ofreciendo apoyo y recursos que promueven la gestión menstrual con dignidad y respeto. Crear una cultura de apertura, diálogo y empatía en torno a la menstruación es un paso vital hacia una sociedad más justa, informada y saludable.