Madres y Bebes

Mamoplastia y lactancia: todo lo que debes saber

Las cirugías de mamoplastia siguen siendo de las más demandas. Estas suponen cerca del 32% de las cirugías realizadas el pasado año. Más de 16.000 personas se someten a algún tipo de intervención dentro de este ámbito, ya sea una cirugía para la reducción de pecho, como de aumento. En el último año, la que más ha crecido es la remodelación de la mama.

Muchas pacientes, preocupadas por la futura lactancia, se acercan a profesionales como la Doctora Teresa Bernabéu para aclarar las dudas, ya que es una de las más habituales dentro de las consultas. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud, tres de cada cuatro mujeres en España dan el pecho durante el primer mes y medio tras el parto. Y la lactancia influye en el aspecto del pecho tiempo después.

El aumento de pecho y la lactancia

Someterse a una operación de aumento de senos no interfiere en el futuro deseo de dar el pecho al bebé. Los avances tecnológicos y las nuevas técnicas de operación no perjudican al tejido glandular.

En este caso, las prótesis se insertan por detrás del músculo del pecho y la cicatriz queda por debajo de la mama.

Pero, ¿afecta a la calidad de la leche? No, la silicona no entra en contacto con el alimento del bebé, por lo que no afectan en su calidad.

En cuanto al momento de operarse, los profesionales aconsejan llevarla a cabo 6 meses después del parto o que hayan transcurrido un año de la operación para quedarse embarazada.

La reducción de pecho y la lactancia

En cambio, esta intervención puede dificultar la lactancia. Esto se debe a que se extrae tejido mamario y pude alterar los conductos por los que en un futuro transcurrirá la leche materna.

Después de una reducción de pechos, es necesario esperar un tiempo para que se restablezcan la permeabilidad de los conductos galactóforos y se recupere la sensibilidad de la areola.

La intervención de reducción de mama no impide necesariamente dar el pecho, pero puede interferir e imposibilitarla. Actualmente, se desconoce el número de lóbulos glandulares precisos para desarrollar una lactancia adecuada.

Para desarrollar una buena lactancia, las condiciones que deben darse son:

  • La glándula mamaria ha de conservar su capacidad funcional correctamente
  • Los conductos de leche debe estar intactos en su mayoría
  • No se pierda sensibilidad en el pezón y areola
  • Se deben conservar las terminaciones nerviosas de la mama

El pecho operado y la lactancia

Muchas clientas se preguntan si la prótesis se puede dañar al quedarse embarazadas. Los profesionales lo tienen claro: el implante mamario no se va a ver dañado ni por el embarazo ni la lactancia. Los implantes están protegidos por una cápsula como bolsa fibrosa.

En cuanto al posible desplazamiento, recomiendan no subir más del peso habitual durante el embarazo. Se ha dado en algunos casos que el volumen mamario es grande provocando que el bolsillo donde está la prótesis quede más suelto y se desplace un poco.

En definitiva, la lactancia influye en el aspecto que presenta un pecho. Tanto para las mujeres que estén operadas como las que no.