Salud Mental

Lo que debes saber sobre el trastorno de déficit de atención sin hiperactividad en adultos

El trastorno de déficit de atención sin hiperactividad, también conocido como TDA o AD/HD por sus siglas en inglés, es un trastorno psicológico bastante común que se distingue por presentar problemas de atención y enfoque. Tal condición puede afectar tanto a niños y jóvenes como a adultos. Aunque vale la pena recalcar que suele manifestarse principalmente en la etapa infantil de la vida.

En el caso de los adultos, los síntomas del TDA pueden aparecer de distintas formas, ya sea actuar por impulsividad (hacer o decir cosas sin pensar en las consecuencias de los actos) o tener problemas de inatención en general, aun cuando tienen un alto índice de coeficiente intelectual, lo cual muchas veces afecta su desempeño laboral e incluso puede ocasionar problemas de convivencia. La diferencia entre el TDA y el TDAH es que en el primero no presenta ninguno o pocos síntomas de hiperactividad.

Uno de los inconvenientes más habituales que tienen los adultos que padecen de este trastorno es que no son capaces de detectar la causa de tal situación, es decir, son conscientes de que algo no funciona bien, pero no analizan los factores que pueden estar involucrados a su falta de atención o concentración, lo cual puede inducirlos a episodios de depresión y ansiedad por el nivel de frustración que sienten.

¿Cómo afecta el trastorno de déficit atencional sin hiperactividad al cerebro?

Se estima que las funciones ejecutivas del cerebro humano, como la autorregulación, el planteamiento, la memoria a corto plazo verbal y no verbal y la motivación disminuyen en los adultos que padecen de TDA. De manera que, al hacer uso de la memoria a corto plazo y recuerdos, estos pueden presentar dificultades para concentrarse en organizar y darle prioridad a los trabajos o actividades. 

Síntomas asociados con el TDA

Existen nueve síntomas relacionados a los problemas de inatención y aunque es común que las personas presenten alguna vez en su vida algunos de estos problemas, los individuos que padecen de déficit de atención sin hiperactividad manifiestan al menos seis de los nueve síntomas con regularidad; lo cual les provoca dificultades en su día a día, ya que pueden ocasionar disrupciones o alteraciones en sus rutinas. A continuación, puedes ver el listado con los nueve síntomas asociados con el TDA:

  • Problemas para organizar sus actividades o trabajos.
  • Dificultades para mantener la atención en las labores diarias de forma frecuente.
  • Distraerse fácilmente con cualquier estímulo externo.
  • Tendencia a no finalizar las cosas que empezó aun cuando se le dan instrucciones, ya sea en el trabajo, hogar o cualquier otro ámbito.
  • Tendencia a no prestar atención a los detalles por muy evidente que parezcan.
  • Dificultad para escuchar o atender incluso cuando la persona está en frente.
  • Evita las actividades que requieren de mucha atención por largo tiempo.
  • Tendencia a perder u olvidarse de los objetos o el sitio en el que las dejó.
  • Se olvida de las cosas con frecuencia, sean tareas rutinarias o no.

¿Qué puede causar el TDA en los adultos?

Si bien, no se conoce con exactitud cuáles son las causas o factores que pueden desencadenar el trastorno de déficit de atención sin hiperactividad, se estima que puede deberse a condiciones familiares, ya que es posible que haya una base genética y neurobiológica para el TDA.

Por lo general las personas adultas que presentan este trastorno, lo desarrollaron durante su infancia, pero debido a que los niños con este tipo de condición no suelen ser hiperactivos, muchas veces el trastorno no puede diagnosticarse, sino hasta llegar a la etapa de adolescencia o adultez donde se puede apreciar la diferencia. De igual forma, los científicos se encuentran realizando estudios de los factores medioambientales, nutricionales y otros que puedan tener relación con el TDA.

¿Cómo es el diagnóstico para el TDA en adultos?

Para que un profesional en el área de medicina pueda dar el diagnóstico de TDA primero debe evaluar al paciente, pues no existe una prueba médica o genética que determine cuando una persona padece de trastorno de déficit de atención sin hiperactividad.

De manera que el especialista necesita realizar una entrevista diagnóstica completa con el propósito de obtener un historial detallado sobre los patrones de conducta, tanto del pasado como del presente. Esta evaluación debe incluir preguntas acerca de su comportamiento en el trabajo, casa o calle, para saber cómo se desenvuelve el individuo. Incluso puede darse el caso de que la entrevista incluya a terceros que sean cercanos al paciente, ya sean familiares, amigos o compañeros de trabajo que verifiquen la información y aporten más detalles desde su perspectiva.

El profesional también deberá preguntar sobre el historial médico familiar del paciente, además de realizarle exámenes físicos con el objetivo de descartar condiciones médicas que puedan generar signos similares a los del TDAH.

Aunado a esto, el psicólogo o doctor puede realizar otras pruebas al paciente para descartar la presencia de otros trastornos que puedan coexistir, como por ejemplo la ansiedad o el pánico.  

Es importante mencionar que, otros trastornos médicos como los problemas de tiroides también pueden manifestar síntomas similares a los del TDA, es por esta razón que es necesario realizar chequeos físicos para descartar.

¿Cuál es el tratamiento para el TDA en adultos?

El trastorno de déficit de atención sin hiperactividad es una de las condiciones que no tiene cura, más, sin embargo, se puede tratar o controlar. Existen diferentes métodos para tratar a los adultos que padecen de esta condición, pero lo usual es implementar una combinación entre medicamentos y terapia de comportamiento.

Medicamentos

La mayoría de los fármacos que se les receta a los niños como TDA para su tratamiento, también surten efecto en los adultos con la misma condición. No obstante, la dosis y la frecuencia con la que se aplican los medicamentos son distintos y deben modificarse, ya que se deben ajustar las necesidades del paciente adulto con las características del medicamento.

Entre los fármacos que se recetan para pacientes con TDA se encuentran los antidepresivos, psicoestimulantes y no estimulantes, siendo estas las clases de medicamentos con receta médica más habituales. Tales medicinas afectan a los neurotransmisores que se encargan de enviarle señales a las células del cerebro.

Antidepresivos. Los antidepresivos tricíclicos, Bupropion, inhibidores de monoamino oxidasa y la venlafaxina contribuyen al aumento de los niveles de norepinefrina en el cerebro, además de generar efectos positivos en los síntomas del TDA.

Psicoestimulantes. Los más utilizados para este tipo de condición son el metilfenidato y las conocidas anfetaminas. Aunque es importante recalcar que en algunos casos los psico-estimulantes no son efectivos en los pacientes, si te sucede esto, consulta a tu médico para que te dé otra prescripción.

No estimulantes. Estos suelen ser recetados para pacientes que, además de padecer de TDA sufren de enfermedades psiquiátricas, siendo el más demandado la Atomoxetina.

Terapia de comportamiento

Son muchas las estrategias que se pueden aplicar para tratar a pacientes adultos con déficit de atención, entre ellas existe la terapia, la cual les ayuda a identificar sus problemas de conducta, además de crear y aplicar mecanismos para modificar su comportamiento y lograr objetivos.

La modificación o terapia de comportamiento es una táctica convencional que se basa en los patrones de conducta reforzando los comportamientos deseados a través de recompensas.