La verdad detrás de los tests de microbiota

El creciente interés por los tests de microbiota en México ha generado un debate importante sobre su validez y utilidad. Con precios que varían entre $5,700 y $13,000 MXN, estos análisis prometen revelar desequilibrios en la microbiota intestinal y ofrecer recomendaciones personalizadas para mejorar la salud digestiva. Sin embargo, la comunidad científica advierte que estos estudios no cuentan con respaldo clínico suficiente, ya que solo proporcionan una visión parcial y retrasada del estado intestinal. La pregunta que surge es si estamos ante una verdadera revolución médica o simplemente una tendencia sin fundamento científico.

En realidad, estas pruebas, que consisten únicamente en la toma de una muestra de heces y resultados digitales, aún no están reguladas ni validadas como herramientas médicas oficiales. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) las clasifica como pruebas de bienestar general, lo que significa que no están autorizadas para emitir diagnósticos ni recomendaciones terapéuticas. La mayoría de estas pruebas se venden sin supervisión médica, y muchas recomendaciones dietéticas o de suplementación que ofrecen se basan en interpretaciones que la ciencia todavía no ha confirmado en su totalidad.

Desde la Sociedad Mexicana de Microbiota (SoMeMi), un llamado de atención coincide con estas preocupaciones. Rodrigo Vázquez Frías, presidente de la organización, señala que “en el marco del Día Mundial de la Microbiota, hacemos un llamado a no confundir ciencia con tendencia. La microbiota no se interpreta con una tabla de colores ni se trata con una app, requiere evidencia, contexto clínico y conocimiento médico. Por eso, es fundamental fortalecer la educación e informar al consumidor con responsabilidad, para evitar decisiones basadas en promesas sin sustento científico”.

Por su parte, la microbiota intestinal, conformada por más de 100 billones de microorganismos, cumple funciones críticas en la digestión, producción de vitaminas y regulación del sistema inmunológico. Se destaca que más del 90 % de la serotonina, conocida como la “hormona del bienestar”, se produce en el intestino, subrayando su relevancia para la salud mental y física.

En el contexto mexicano, la dieta y los hábitos alimenticios juegan un papel crucial. El consumo elevado de azúcares, grasas saturadas, alimentos ultraprocesados y picantes, junto con una baja ingesta de fibra, ha contribuido al aumento de problemas digestivos y procesos inflamatorios. La presencia de Helicobacter Pylori, causante de inflamación crónica en el estómago en cerca del 80 % de los casos de gastritis en México, también afecta el equilibrio microbiano y el bienestar digestivo.

La microbiota se ha vuelto un tema clave para el futuro de la medicina. La salud intestinal es considerada un pilar fundamental para el bienestar integral —según la Dra. Ana Teresa Abreu y Abreu, vicepresidenta de SoMeMi—, “no hablamos de una moda; hablamos de prevención, salud mental, metabolismo y calidad de vida”. La economía del sector, con el mercado de probióticos alcanzando más de 48 mil millones de dólares en 2019 y proyectándose a duplicar su valor para 2027, refleja su impacto en diversos ámbitos de la salud.

Este ecosistema microbiano, que interactúa constantemente con nuestro cuerpo, representa una frontera prometedora para el desarrollo de terapias personalizadas y estrategias preventivas. La Sociedad Mexicana de Microbiota hace un llamado a profesionales, investigadores y a la población en general a abordar este campo desde una perspectiva crítica, basada en evidencia. La comprensión profunda de la microbiota no solo favorece la salud digestiva, sino también procesos metabólicos, inmunológicos y neurológicos. Lejos de las tendencias pasajeras, estudiar y cuidar la microbiota se presenta como una de las áreas más innovadoras y potencialmente transformadoras de la medicina moderna. Para más información, visita: https://somemi.mx/