La pandemia en prisiones está en inminente riesgo de agudizarse por rebrotes
- Tras 8 meses de iniciada la crisis sanitaria por COVID19 en las prisiones, continuamos frente a una curva de contagios en constante crecimiento y con poca información para defender derechos humanos.
Desde ASILEGAL continuamos monitoreando lo que sucede en los centros penitenciarios, lanzamos una actualización de nuestra plataforma #MapaPenitenciarioCOVID19 que incluye gráficas con desglose de información por entidad federativa.
El último trimestre del COVID-19 en los centros penitenciarios describe opacidad y peligro. Después de semanas consecutivas donde la información sobre el sistema penitenciario ha sido cada vez más escasa, la Tercera Visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el pasado 7 de noviembre, relató la inminencia de un peligroso rebrote dentro de los centros del país.
La Comisión detalló, como advertencia, la necesidad de apoyo psicoemocional, social y sanitario para todas las personas privadas de libertad, así como para aquellas que trabajen como plantilla regular de los centros, pues el futuro próximo probará ser complicado: “Esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos observa la imperante necesidad de reforzar todas las acciones, gestiones y medidas preventivas en carácter de urgente que eviten en la medida de lo posible un repunte de casos al interior de los centros penitenciarios del país; lo anterior, tomando en cuenta que, en meses pasados, los grupos de atención prioritaria mayormente afectados fueron significativamente las personas privadas de la libertad dadas las condiciones en las que se encuentran, pese a los importantes esfuerzos realizados por las autoridades competentes para mitigar el menor número de contagios”.
En ASILEGAL, con base en lo que hemos podido analizar en los últimos dos meses de monitoreo y seguimiento de la pandemia en el sistema penitenciario, consideramos oportunas y acertadas las apreciaciones de la CNDH. La pandemia desde la privación de la libertad se mueve y evoluciona con parámetros diferentes al exterior. En abril, mientras se pedía al grueso de la población que se guardara en casa y exagerara los cuidados sanitarios, el sistema penitenciario comenzaba a cancelar visitas y restringir los accesos a los centros en mayor medida posible. Sin embargo, como era previsible, esto no fue suficiente y una vez registrado el primer contagio, ha sido imposible detener el crecimiento de la curva.
De acuerdo al monitoreo que realizamos en ASILEGAL, del 31 de marzo al 30 de junio, se registraron 904 contagios. Es decir, 301.3 cada mes. En el siguiente trimestre, del 1 de julio al 30 de septiembre, el acumulado asciende a 2 mil 453 (817.6 por mes), lo que significa que, para el segundo trimestre, el número de contagios aumentó hasta en un 271% respecto del primero. En el último, que aún está en curso, del 30 de septiembre al 10 de noviembre, se registraron 172 contagios; es decir en las primeras seis semanas del tercer trimestre se registró una disminución en un 9.7% respecto a las primeras seis semanas del segundo trimestre. Es importante notar que esto no quiere decir que la amenaza decrece, sino que la información a la mano aún no se termina de recopilar, pues los accesos han sido cada vez más limitados.
El incremento continuo puede verse reflejado en que 20 entidades en el país presentaron más contagios en el segundo trimestre en comparación con el primero, donde en 7 entidades se presentaron los primeros contagios por primera vez: Baja California Sur, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas. Hasta la fecha, Aguascalientes es el único estado que no ha reportado contagios por COVID-19.
La pandemia no cede en el sistema penitenciario. A la fecha, después de 8 meses de un esfuerzo interdisciplinario por mantener el registro vivo de cómo la propagación afecta a las personas privadas de libertad, en ASILEGAL contamos 3 mil 529 personas que se han infectado y 332 defunciones (cifras totales de personas privadas de libertad y personal penitenciario).
Los tres estados con más contagios son la CDMX con 1,394; seguido de Puebla con 353 y Jalisco con 303. En contraste, las entidades con menos contagios son: Querétaro (4), Michoacán (3) y Tlaxcala (3). De esto, a su vez, es importante resaltar el silencio con el cual han operado diversos estados de la República al fallar en hacer una notificación concisa y continua de la evolución de contagios y muertes dentro de sus centros penitenciarios.
En el paso de los últimos dos meses, desde ASILEGAL, enviamos solicitudes de acceso a la información correspondientes a todos los estados de la República, así como a centros penitenciarios particulares para conocer qué medidas se han implementado, así como una revisión general entre la información publicada periódicamente por la CNDH sobre contagios y defunciones derivadas del virus en el sistema penitenciario. Si bien pudimos constatar una coherencia entre lo publicado por la CNDH con la respuesta de los estados, al menos 13 entidades fallaron en responder las solicitudes, abonando a la opacidad y falta de rendición de cuentas necesarias para la defensa y procuración de las personas privadas de libertad. Entre los estados que no respondieron o se declararon incompetentes, por demás, es grave que no respondan ante las preguntas de la ciudadanía pues configuran 2 mil 185 contagios en dichas entidades. Es decir, albergan el 61.91% de las personas que se han contagiado en privación de la libertad: CDMX, Colima, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Nuevo León, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Puebla, Tlaxcala, Querétaro y Yucatán. Siendo los casos más graves de falta de información la CDMX y Puebla, pues como se señaló anteriormente, son las dos entidades con más contagios del país.
No podemos bajar el renglón de que las afectaciones derivadas de la pandemia transversan gravemente, por un lado, el derecho a la salud de las personas, el cual “se considera como un derecho que integra no sólo la idea de curar la enfermedad, sino también de prevenirla, por lo que el entorno físico y social del hombre adquiere una nueva relevancia dentro de este derecho”, según señaló la CNDH. Y, por otro, la urgencia de comprender que conforme han avanzado los meses, también han descendido las temperaturas en todo el país, por lo que catarros comunes o gripas, se convertirán en un móvil de infección y contagio sumamente alarmante.
Tal y como hemos dicho en repetidas ocasiones, desde ASILEGAL consideramos que la única vía para hacer un frente efectivo y contundente contra la propagación de contagios y defunciones por el virus es la aplicación de la Ley Nacional de Ejecución Penal a través de los beneficios preliberacionales, de manera que la sobrepoblación y hacinamiento bajen en todo el país, en el caso de las personas sentenciadas. A su vez, exigimos que se revise con atención el innecesario punitivismo y exagerado uso de la prisión preventiva como arma predilecta del sistema judicial en contra de la población, pues a septiembre 2020 aún hay 78 mil 329 (el 36.57% de toda la población) personas sin sentencia dentro del sistema penitenciario.
Finalmente, demandaos que se exageren las precauciones a grupos en situación de vulnerabilidad como lo son las mujeres que viven con sus hijas e hijos en reclusión, personas adultas mayores y personas con enfermedades crónicas, pues su atención es una responsabilidad del Estado y fallar en otorgarla constituye una falta grave a los derechos humanos de la población privada de libertad.