La importancia del acceso seguro a servicios de agua y saneamiento en escuelas para el retorno a clases
De acuerdo con la ONU, el acceso inadecuado a instalaciones para lavarse las manos en las escuelas de educación básica puede aumentar el riesgo de contagio de COVID-19 y otras enfermedades infecciosas, situación preocupante ante el regreso a clases presenciales en el país, en donde los planteles de educación básica y media, tienen un rezago importante de infraestructura hidrosanitaria.
Cifras de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), solo 7 de cada 10 centros escolares contaban con servicio para el lavado de manos en el ciclo escolar 2018-2019. En ese mismo ciclo escolar hubo 41,283 escuelas de educación primaria, secundaria y planteles de educación media superior sin agua potable, 16,041 sin sanitarios para uso de estudiantes y 18,680 que operaron sin servicio de electricidad.
Esta situación es aún más compleja en las escuelas primaria de educación indígena en donde se tiene menor disponibilidad del servicio para el lavado de manos (39.5%). Las telesecundarias (66.8%) y los planteles de Educación Media Superior de sostenimiento autónomo (67.4%). Mientras que las primarias y secundarias comunitarias, prácticamente carecen de este servicio básico, porque las escuelas que cuentan con él representan sólo 0.03 y 0.5%, respectivamente.
Estas cifras son una muestra de las condiciones de abandono en las que se encontraban miles de planteles educativos antes de la crisis del Covid-19. A casi dos años del cierre permanente de todas las escuelas del país, las infraestructuras se encuentran todavía más dañadas, ya sea por vandalismo, maltrato y en algunos casos desmantelamiento.
En el caso de instalaciones hidrosanitarias, MEJOREDU destaca que las entidades federativas con mayor cobertura de agua potable en las escuelas son: Ciudad de México, Aguascalientes, Baja California, Colima y Tlaxcala; en ellas los porcentajes de centros educativos con el servicio superan el 90%.
Durango y San Luis Potosí son las entidades con mayor rezago, y los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz tienen bajos porcentajes de abastecimiento de agua potable. La falta de lavabos y el rezago en servicios hidrosanitarios en zonas marginadas y escuelas comunitarias es una realidad a la que se exponen miles de alumnos que no tienen garantía que sus planteles puedan cumplir con la condición mínima de ofrecer agua y jabón, e instalaciones adecuadas para un correcto lavado de manos.
Para contribuir a solucionar el reto de la disponibilidad y falta de agua que existe en muchas zonas de la CDMX, Agua Capital está trabajando en el proyecto Cosecha Capital – Escuelas de Lluvia, el cual busca transformar el agua de la lluvia en una fuente alternativa de agua potable para comunidades vulnerables de forma eficiente y sostenible.
A través de intervenciones en escuelas con la instalación de innovadores equipos de captación de lluvia, se puede garantizar un acceso básico al agua, mejores condiciones físicas de las instalaciones y lo más importante, el bienestar y la salud de los estudiantes.
Está comprobado que la Cosecha de Lluvia puede ofrecer agua en los meses de lluvia de manera autosuficiente, más una reserva que podría durar entre 6 y 8 meses. El proyecto Cosecha Capital – Escuelas de Lluvia, comenzó en dos escuelas de la Alcaldía Azcapotzalco: la Escuela Primaria Salvador Varela Reséndiz y la escuela Primaria Héroes del Sur, en beneficio de 850 alumnos y la meta de captación de agua de lluvia hasta para 6 meses. Seguimos trabajando con diversos aliados para ampliar este proyecto a varias escuelas de la Ciudad de México.
El retorno seguro a clases involucra a todos, y desde Agua Capital queremos impulsar ese cambio en las comunidades que más lo necesitan, aportando soluciones innovadoras y sustentables para para evitar la escasez de agua, a través de tecnologías que faciliten el acceso y disponibilidad de este recurso, así como contribuir al mantenimiento y preservación de los mantos acuíferos.
