Salud Mental

La importancia de la evaluación psicológica en el ámbito de la salud pública

La evaluación psicológica, en el contexto de la salud pública, es una poderosa herramienta que basa su efectividad en la aplicación de una serie de métodos e instrumentos psicológicos que representan de cierta manera qué le ocurre a un paciente. Dentro de este proceso de evaluación psicológica que se desarrolla a diario en los ámbitos de la psicología general sanitaria, hospitales y centros de salud destaca enormemente el trabajo de los profesionales especializados que realizan su labor como parte del engranaje de la salud pública. Así, saliendo de titulaciones relacionadas con la salud mental como las que ofrecen en la Universidad Europea de Valencia o Canarias es donde se pueden perfeccionar estas técnicas de evaluación de cara al futuro. 

Así, de universidades como la UE hoy en día se pueden encontrar algunos de los mejores profesionales especializados en psicología general sanitaria, psicología jurídica y forense o psicología del deporte, entre otras muchas alternativas. Sea como sea, a partir de estos profesionales es que salen servicios tan útiles como las evaluaciones psicológicas, que permiten conocer el contexto del paciente y aplicar soluciones acorde a sus problemas. 

¿En qué consiste la evaluación psicológica de un paciente?

La evaluación psicológica de un paciente es una de las herramientas más prácticas y utilizadas hoy en día para recopilar información de primera mano acerca de cómo funcionan ciertas partes del comportamiento de una persona. De esta manera, a través de test, entrevistas, observaciones y mediciones de datos se pueden extraer una serie de resultados que dan con las claves sobre las capacidades, limitaciones así como del funcionamiento de diferentes áreas del paciente.

Además, una evaluación psicológica también es de mucha utilidad a la hora de predecir cómo se comportará la persona en cuestión en un futuro, permitiendo identificar ciertos patrones que serán decisivos también para el correcto desarrollo del tratamiento. De esta forma, una evaluación psicológica es el primer paso al que cualquier paciente debe someterse para poder saber más acerca de sus problemas psicológicos. 

Los métodos utilizados en una evaluación psicológica

Principalmente, las evaluaciones psicológicas se llevan a cabo en el marco de cuatro recursos: en primer lugar, una entrevista y una serie de test psicométricos y, por otra parte, el registro y análisis de los resultados. En la primera parte, dedicada a la entrevista y los test, el psicólogo se encarga de recabar información acerca de diferentes aspectos de la vida del paciente. Así, se va adaptando la entrevista en función del tipo de paciente, pudiendo realizarse tanto de manera estructurada, con una serie de preguntas con respuestas acotadas, o de manera abierta, en las que las respuestas son libres y pueden extenderse más. 

A partir de aquí, también se pueden llevar a cabo test psicométricos para evaluar las capacidades psicológicas del paciente, que podrán aportar datos numéricos acerca de las características cognitivas de cada persona. Finalmente, una vez recogidos estos datos, el psicólogo podrá recopilar la información necesaria, analizarla y ofrecer, tanto al paciente como a su familia, una hoja de ruta de utilidad de cara, por ejemplo, a una intervención de psicoterapia. 

La utilidad de las evaluaciones psicológicas

Las evaluaciones psicológicas son herramientas de verdadera utilidad para los pacientes, donde encuentran un punto de partida sobre el que trabajar para encontrar las soluciones que les pueden permitir vivir una vida tranquila y adaptada a sus capacidades. En este sentido, además de suponer un recurso de gran provecho para que los psicólogos especializados puedan llevar a cabo su trabajo de forma más certera y eficiente, las evaluaciones psicológicas también permiten al paciente tener una toma de contacto positiva acerca de su propio estado de salud mental. 

De esta manera, las evaluaciones psicológicas se convierten en un excelente aliado para los pacientes, que les permiten mejorar su grado de autoconocimiento y su autoestima, así como a tomar decisiones de manera más realista y consciente. 

Salud pública y trabajo social, cada vez más relacionados

Hoy en día, las evaluaciones psicológicas con las que se trabaja dentro del ámbito de la salud pública cuentan con un enfoque multimodal, que permite tener en cuenta más aspectos que los meramente psicológicos. En este sentido, el trabajo social se ha posicionado como otro de los recursos de gran valor a la hora de evaluar la situación psicosocial de un paciente, permitiendo aplicar diferentes enfoques para obtener unos resultados más integrales y que tengan en cuenta realmente todos los factores que influyen en las capacidades de una persona. 

En este sentido, una de las herramientas más utilizadas a raíz de una evaluación psicológica son las intervenciones con las familias. Este recurso se convierte en un valor de alta utilidad, por ejemplo, a la hora de hacer frente a enfermedades psiquiátricas y psicológicas de diversa índole. En la actualidad, el trabajo conjunto que se lleva a cabo desde la salud pública y el trabajo social ha permitido que muchísimos pacientes en nuestro país puedan obtener una solución real, adaptada y efectiva para poder gestionar sus vidas con total normalidad. 

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