Infarto: qué hacer y cómo detectarlo

Un infarto es una emergencia que requiere atención inmediata. Ocurre cuando una de las arterias que llevan sangre al corazón se bloquea de forma repentina, provocando que una parte del músculo cardíaco quede sin oxígeno y comience a dañarse. La rapidez en reconocer los síntomas y actuar correctamente puede marcar la diferencia entre salvar una vida y enfrentarse a complicaciones graves. La mayoría de las personas desconocen cuáles son los signos que indican que alguien está teniendo un infarto o qué pasos deben seguir en esos momentos críticos. Por ello, es fundamental informarse bien y aprender a actuar ante una situación de emergencia.

El infarto puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad o el estilo de vida. Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir un evento de este tipo. La prevención y la detección precoz son las mejores estrategias para reducir la mortalidad y disminuir las secuelas. En este artículo se explican las formas de detectar un infarto, qué hacer en caso de emergencia y qué medidas tomar para evitar que suceda.

¿Cómo se detecta un infarto?

Reconocer los signos y síntomas del infarto es vital para actuar a tiempo. Las señales pueden variar según cada persona o el momento, pero algunas indicaciones son bastante claras. La clave está en estar atento a cualquier malestar que sea inesperado y persistente. Los signos más comunes incluyen:

  • Dolor en el pecho, que puede ser opresivo, quema o punzante.
  • Dolor que irradia hacia el brazo izquierdo, mandíbula, cuello o espalda.
  • Sudoración excesiva, fría y pegajosa.
  • Sensación de mareo o aturdimiento.
  • Dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
  • Náuseas o vómito.
  • Sensación de ansiedad o pánico sin causa aparente.

Es importante mencionar que no siempre los síntomas del infarto son iguales en todos. Algunas personas pueden experimentar síntomas leves, mientras que otras sienten dolor intenso. En algunas ocasiones, los signos pueden confundirse con problemas digestivos, calambres o ansiedad. Sin embargo, ante cualquier sospecha, lo más recomendable es buscar ayuda médica de inmediato.

¿Qué pasos seguir ante un infarto?

Actuar rápidamente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Estos pasos son esenciales cuando se detecta o se sospecha de un infarto:

  • Llamar a emergencias o acudir a urgencias inmediatamente. No esperar más. La atención temprana puede salvar vidas.
  • Mantener a la persona en reposo y en posición cómoda. Evitar que realice esfuerzos o se mueva mucho.
  • No ofrecer alimentos, líquidos o medicamentos sin que un médico indique lo contrario.
  • Si está consciente y puede masticar, ofrecerle una aspirina de baja dosis. La aspirina ayuda a disolver los coágulos que bloquean las arterias.
  • Estar atento a cambios de conciencia. En caso de que la persona pierda el conocimiento, comenzar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) si se cuenta con capacitación. Esto aumenta las probabilidades de supervivencia.
  • No dejar sola a la víctima hasta que llegue ayuda profesional.

La rapidez y eficacia en la respuesta ante un infarto puede reducir daños al corazón y salvar vidas.

Factores de riesgo que incrementan la probabilidad de sufrir un infarto

La prevención es esencial para evitar que un evento cardiovascular de esta magnitud suceda. Los factores de riesgo que más influyen en la aparición del infarto incluyen:

  • Hipertensión arterial y alteraciones en el colesterol.
  • Diabetes mellitus.
  • Obesidad y sobrepeso.
  • Sedentarismo.
  • Tabaquismo.
  • Dieta poco saludable, con alto contenido de grasas saturadas y trans.
  • Estrés prolongado o excesivo.
  • Consumo excesivo de alcohol.

El control de estos factores a través de cambios en el estilo de vida puede reducir significativamente el riesgo de un infarto. Es fundamental acudir a chequeos médicos periódicos para evaluar el estado de salud y detectar posibles riesgos antes de que se presenten síntomas graves.

Medidas preventivas para reducir el riesgo de infarto

Para disminuir las probabilidades de sufrir un infarto, se recomienda seguir estos consejos:

  • Llevar una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables.
  • Realizar ejercicio de forma regular, por ejemplo, caminar, correr, nadar o andar en bicicleta.
  • Mantener peso corporal adecuado para reducir la tensión en el corazón y las arterias.
  • Controlar los niveles de presión arterial, colesterol y glucosa a través de revisiones médicas periódicas.
  • Evitar el tabaquismo y moderar el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Manejar el estrés mediante técnicas de relajación, meditación o actividades que ayuden a reducir la ansiedad.
  • Dormir lo suficiente y mantener un estilo de vida activo y saludable en general.

La incorporación de estos hábitos no solo ayuda a disminuir los factores de riesgo, sino que también fortalece la salud cardiovascular en general. La educación sobre el tema y el compromiso con el autocuidado son esenciales para prevenir un infarto y proteger la vida.

Reconocer los signos de advertencia y actuar con prontitud en caso de sospecha puede marcar la diferencia en salvar vidas. La prevención y la atención oportuna son las mejores armas para reducir la mortalidad, evitar daños irreversibles en el corazón y garantizar una mejor calidad de vida.

Tener información clara y activa sobre qué hacer ante un evento de infarto puede salvarte a ti o a alguien cerca de ti. La clave está en la prevención, en conocer los síntomas y en actuar con rapidez.