Salud y Vida

Higiene en las almohadas: mitos y realidades

Las almohadas son una de las piezas indispensables para maximizar el descanso a la hora de dormir. Cuando se llega a la cama, lo primero que se hace es reposar la cabeza en la almohada, sin embargo, ¿estamos seguros de que se está llevando a cabo una buena higiene para las almohadas? A lo largo de este artículo se repasarán los principales problemas de la falta de higiene en una almohada, algunos tips de cuidado y cada cuanto tiempo es necesario hacer un cambio de almohada.

Falta de higiene en almohadas: problemas

Una buena higiene es una de las claves para mantener una vida completamente saludable. Pasar tiempo en lugares donde las bacterias, gérmenes y hongos hacen vida es muy nocivo para el bienestar. Las almohadas son elementos que están en constante contacto con la cara, por ende, con la nariz, boca, oídos y ojos, siendo estos los canales más tradicionales para que los microorganismos ingresen a al cuerpo.

El cuerpo humano desprende fluidos que propician el desarrollo de hongos, y microorganismos dañinos. La saliva, el sudor, la caspa, y los fluidos humanos en general que caen en las almohadas son uno de los ambientes favoritos por parte de algunas baterías para crecer. El contacto con gérmenes, bacterias, y ácaros no tiene repercusión en pocos días, a pesar de esto, si el periodo de exposición se extiende, se pueden ver problemas a largo plazo.

Entre los principales problemas que se encuentran al tener contacto con almohadas con poca higiene son:

-Cuadros alérgicos
-Acné
-Conjuntivitis
-Otitis
-Resfriados
-Infecciones en los pulmones
-Problemas en la garganta

Tips para el cuidado de las almohadas

¿cómo limpiar una almohada? es una interrogante que para muchos permanece sin respuesta. Y es que no es algo tan sencillo porque esto dependerá del material del cual esté hecha la almohada. Hay almohadas que se pueden lavar bien a mano o en lavadora, pero hay otras que no pueden ni siquiera entrar en contacto con el agua.

A continuación, encontrarás una serie de recomendaciones para el cuidado de las almohadas dependiendo del material que esté hecho:

  • Almohadas de plumas: Las almohadas de plumas vienen en dos presentaciones: naturales y sintéticas. En el primer caso lavarlas no es nada recomendable, el único consejo es utilizar fundas dobles. Afortunadamente, las almohadas de plumas sintéticas sí se pueden lavar. La forma más adecuada de lavarlas es usando pelotas de tenis dentro de una media y meterlas entre las plumas para que las plumas no se compacten. Cuando llegue el momento de secar, lo mejor será hacerlo al aire libre y moviendo las plumas de vez en cuando.
  • Almohadas de relleno sintético: Por lo general, estas almohadas se pueden lavar sin ningún inconveniente, ya sea a mano o con lavadora, es importante que leer las instrucciones de lavado en la etiqueta de la almohada. Se recomienda usar lejía y un buen detergente para eliminar los restos de piel muerta y ácaros. 
  • Almohadas viscoelásticas: Estas almohadas, muy conocidas por el descanso que te proporcionan, no pueden ser lavadas en una lavadora. La razón se debe a que el material pierde sus propiedades elásticas y se dañará por completo la almohada. En este caso, es recomendable el uso de una doble funda de manera que estén más protegidas contra la suciedad externa. En caso de que la almohada tenga una mancha, se puede utilizar una toalla con agua tibia y un poco de jabón y frota con movimientos circulares hasta que desaparezca.

Cada cuanto tiempo sustituir las almohadas

El tiempo de cambio de una almohada dependerá de varios factores. La calidad del material, el tipo de persona que usa la almohada y los cuidados. Una buena técnica para saber si la almohada necesita cambio es doblarla por la mitad, luego de doblarla, en caso de que se devuelva a su estado inicial, la almohada está en buen estado, por el contrario, si se queda en el mismo estado, es hora de cambiarla.

Para los temas del tipo de usuarios de las almohadas, puede ser un poco más complicado saber cuándo es el momento de cambiar de almohada.  Por ejemplo, un adulto promedio puede cambiar sus almohadas cada 6 o 12 meses, dependiendo de la calidad del material. Por su parte, los niños y adultos mayores necesitan un cambio de almohadas con mayor frecuencia. Cambiar de almohada cada 4 u 8 meses puede ser ideal, sin embargo, esto dependerá también de la calidad del material de fabricación de las almohadas.

En Luuna, contamos con una extensa variedad de almohadas que permitirán obtener el descanso óptimo para despertar mejor. Contamos con diversos modelos que se acoplan a las necesidades de cada usuario como lo son la almohada ajustable, o bien, la cool memory gel. Las almohadas Luuna cuentan con certificaciones internacionales que garantizan para garantizar el dormir en una almohada de calidad.