SaludyVida

Tu portal de noticias y salud

Cáncer

Exposición en la infancia a rayos solares sin protección puede propiciar el cáncer de piel en la adultez

La exposición prolongada a los rayos solares sin la debida protección durante la infancia puede aumentar de manera significativa el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la adultez. La piel infantil es especialmente delicada y susceptible a los efectos dañinos de la radiación ultravioleta (UV), lo que convierte en fundamental la implementación de medidas de protección adecuadas desde temprana edad.

El impacto de la radiación UV en la piel infantil

La dermatóloga pediatra Vidaurri de la Cruz, especialista en el tema y miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD), advierte que las quemaduras solares sufridas en la infancia pueden duplicar el riesgo de padecer cáncer de piel en etapas posteriores de la vida, incluyendo el melanoma, que es el tipo más agresivo de cáncer cutáneo. Las consecuencias de la exposición indebida al sol no se limitan a quemaduras superficiales o enrojecimiento; causan daños en el ADN de las células de la piel, lo que puede resultar en lesiones precoces y en un aumento considerable del riesgo de desarrollar cáncer putáneo a largo plazo.

Por ello, es esencial fomentar hábitos saludables en la infancia que protejan la piel de los más pequeños. A continuación, se presentan algunas recomendaciones clave:

Consejos para prevenir el cáncer de piel desde la infancia

  1. Uso de protector solar: Aplicar un bloqueador solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado es una de las primeras líneas de defensa. Es importante aplicar el protector 30 minutos antes de la exposición al sol y reapply cada dos horas, o inmediatamente después de nadar o sudar.
  2. Ropa protectora: La vestimenta adecuada puede ayudar en gran medida a proteger la piel. Optar por prendas de manga larga y de telas con protección UV puede reducir significativamente la exposición.
  3. Evitar la exposición en horas pico: Los rayos UV son más intensos entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Limitar la exposición solar durante estas horas puede disminuir el riesgo de quemaduras solares y el daño que estas producen a largo plazo.
  4. Buena hidratación: Mantener la piel bien hidratada no solo es importante para la salud general de la piel, sino que también ayuda a mejorar su resistencia ante la radiación solar. Fomentar el consumo adecuado de agua es esencial, especialmente en días calurosos.
  5. Protección también en interiores: Es importante recordar que la radiación UV puede penetrar a través de las ventanas. Por lo tanto, poner atención a la protección solar, incluso dentro de casa, contribuye a reducir los riesgos.

Fomentar una cultura de cuidado de la piel desde la infancia es crucial para prevenir el cáncer de piel en la adultez. Implementar estos consejos no solo ayuda a proteger a los niños en los momentos de mayor vulnerabilidad, sino que también establece hábitos que perduran en la vida adulta. Proteger la piel es una inversión en su salud futura, y con acciones simples, se pueden hacer grandes cambios en la prevención de enfermedades cutáneas graves.