Salud Visual

Estos son los problemas de visión que ocurren con mayor frecuencia

El ojo es una parte del cuerpo bastante sensible y puede verse afectado por una serie de factores que provocan síntomas como la fatiga ocular, visión borrosa o doble, ojos secos, manchas, entre otras, provocando una incomodidad en el campo visual del individuo.

Entre los problemas de visión que se presentan con mayor frecuencia en las personas se encuentran los errores de refracción, los cuales se dividen básicamente en cuatro tipos conformados por la miopía, astigmatismo, hipermetropía y presbicia, pudiendo aparecer en combinación o de forma aislada, ya sea por algún defecto la córnea o forma del ojo o por el envejecimiento del cristalino.

Aunque estos problemas no son fáciles de identificar con precisión y resulta necesario acudir al oftalmólogo para realizarse un chequeo médico que determine el tipo de afección presente, puedes conocer un poco de qué trata cada una de estas afecciones, de forma que tengas una idea general de lo que podrías padecer si sientes que tu visión está fallando.

Es por ello que queremos compartirte una guía en la que te explicaremos qué son los errores de refracción y cuáles son los problemas de visión más comunes que puede llegar a padecer una persona a cualquier edad.

¿En qué consiste la refracción?

Se trata de un fenómeno que se presenta cuando la luz cambia de dirección al pasar a través de un objeto a otro. Si lo llevamos al campo de la visión, la refracción se genera cuando los rayos de luz se desvían al pasar a través de la córnea y el cristalino del ojo, esta luz es posteriormente enfocada sobre la retina, que se encarga de transformarla en impulsos eléctricos que son enviados al cerebro mediante el nervio óptico, para finalmente ser interpretados por el cerebro, convirtiéndolos en imágenes. 

En el caso de los errores de refracción, estos se presentan cuando la imagen no se forma justamente sobre la retina, generando algún problema en la visión del individuo.

Tipos de errores de refracción

Como lo mencionamos en un principio, los errores de refracción tienden a dividirse en cuatro tipos diferentes, miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, siendo los más comunes. Veamos cómo se presenta cada uno de ellos a continuación:

Miopía

La miopía corresponde a un trastorno en el que el individuo puede ver los objetos cercanos con claridad, mientras que los que se encuentran más alejados los ve borrosos. Esta condición hace que la luz se enfoque delante de la retina en lugar de hacerlo sobre ella, dificultando la posibilidad de ver con nitidez de lejos. 

La afección puede ser provocada cuando el globo ocular es demasiado largo o cuando la forma de la córnea o lente es atípica. La miopía se puede corregir de manera exitosa con cirugía láser.

Hipermetropía

También conocida como hiperopía, es un problema bastante común que surge como resultado de un globo ocular demasiado corto o de una córnea o lente con forma atípica. En la hipermetropía los rayos de luz son enfocados detrás de la retina, haciendo que los objetos cercanos se vean borrosos, aunque en algunos casos las personas pueden experimentarla de diferentes maneras, teniendo dificultad para ver de lejos también.

Los niños que padecen de este tipo de error de refracción severa, suelen sufrir de estrabismo o ambliopía y pueden tener dificultades para leer. En estos casos, los especialistas recomiendan realizar algunos exámenes de evaluación temprana de la visión, entre los 2 y 3 años, para iniciar con el uso de correctores y prevenir el ojo perezoso.

Astigmatismo

El astigmatismo trata de un trastorno en el que el ojo no es capaz de enfocar la luz de manera pareja sobre la retina, provocando que la visión del paciente se haga borrosa a cualquier distancia. Esto ocurre cuando la córnea no posee una forma correcta.

Este tipo de afección es la más frecuente y corresponde a uno de los principales causantes de los dolores de cabeza y fatiga ocular, debido a que la persona debe esforzarse para intentar enfocar su vista, tanto de cerca como de lejos. A diferencia de la miopía, las variaciones en la medida de los lentes para corregir este defecto refractivo son pequeñas, de hecho, en algunos pacientes puede incluso disminuir.

El uso de lentes de contacto está permitido y pueden ser blandos tóricos o los lentes rígidos de gas permeable. Aunque la cirugía láser también es una alternativa recomendable.

Presbicia

Esta condición aparece por la pérdida gradual de la capacidad que tiene el ojo para enfocar los objetos cercanos y está relacionada con la edad. La presbicia es parte de un proceso natural del envejecimiento y por lo general comienza a notarse alrededor de los 40 años, empeorando hasta llegar a los 60 años aproximadamente. 

El tratamiento para este tipo de error de refracción es el uso de lentes correctivos para ver de cerca, y, en caso de que el paciente también tenga dificultad para ver de lejos, puede utilizar la modalidad de lentes bifocales y progresivos que ayudan a ver tanto de cerca como de lejos. En cuanto a los lentes de contacto, se debe consultar con el oftalmólogo si es posible usar ese tipo de lentillas.

Otras enfermedades visuales comunes

Así como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia son errores de refracción que ocurren habitualmente en gran parte de la población, también lo hacen otras condiciones como el
Daltonismo, la Catarata o el Glaucoma. Veamos de qué trata cada una de ellas más a detalle.

Daltonismo

El Daltonismo o discromatopsia, es un problema de la visión en el que el individuo tiene dificultades para distinguir determinados colores, como el rojo, verde y azul. Esta enfermedad se puede dar desde una ausencia o ceguera total al color hasta una percepción alterada del mismo en la que no es posible diferenciar algunos tonos.

La deficiencia en la visión de estos colores es un trastorno hereditario que puede ser transmitido con carácter dominante en el sexo masculino, siendo una afección que se presenta en el 8 % de los hombres, mientras que en las mujeres aparece en menos del 1 %.

Catarata

Es un trastorno que se caracteriza por generar una opacidad en la transparencia normal del cristalino del ojo, por lo que las personas que padecen de ella experimentan una sensación similar a la de ver a través de un cristal empañado.

Entre los síntomas más comunes de esta enfermedad se encuentra la visión opaca o tenue, sensibilidad a la luz y resplandor, mayor dificultad para ver en lugares oscuros, visión de halos alrededor de las luces, pérdida de la capacidad para reconocer los colores, cambios frecuentes en la prescripción de sus lentes y visión doble en un solo ojo. La Catarata se puede corregir con cirugía y es un procedimiento bastante sencillo.

Glaucoma

Es una enfermedad silenciosa que daña el nervio óptico del ojo sin presentar síntomas (en su mayoría de casos). El individuo que lo padece puede percibir una disminución de la visión en etapas finales de la enfermedad. Es decir, cuando el Glaucoma inicia en el paciente, solo afecta la visión lateral, por lo que no se puede identificar ninguna pérdida de la visión.   

Al tratarse de una enfermedad asintomática que genera ceguera irreversible, el paciente debe asistir a consultas con el oftalmólogo periódicamente para que le realicen exámenes de la vista, sobre todo luego de pasar los 40 años. Tener un diagnóstico temprano puede permitirles a los médicos detener la afección a través de tratamientos y/o cirugías.     

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