Enfermedad vascular cerebral: signos, prevención y la importancia de actuar rápido

El riesgo de sufrir una enfermedad vascular cerebral es aún mayor de lo que muchas personas creen. Cada dos segundos, alguien en el mundo experimenta un evento cerebrovascular que puede cambiar su vida para siempre. Los avances en la atención médica y la conciencia pública sobre los signos de alarma son fundamentales para reducir la mortalidad y las discapacidades que acompañan a esta condición. La importancia de reconocer los síntomas y actuar rápidamente no puede ser subestimada, ya que la diferencia entre la vida y la discapacidad a menudo radica en la prontitud de la respuesta. La enfermedad vascular cerebral abarca tanto infartos cerebrales como hemorragias, y ambas requieren intervención urgente para maximizar las posibilidades de recuperación.

La magnitud global y nacional de la enfermedad vascular cerebral

El impacto de la enfermedad vascular cerebral en todo el mundo es preocupante. Solo en un año, más de 12 millones de personas experimentarán su primer evento cerebrovascular, y más de 6.5 millones de ellas fallecerán por complicaciones relacionadas. En la actualidad, más de 100 millones de personas en todo el mundo viven enfrentando las secuelas de un infarto cerebral, que se ha convertido en la segunda causa de muerte a nivel global y en una de las principales causas de discapacidad.

En un análisis reciente, se ha destacado que en los últimos 17 años, el riesgo de que una persona sufra un evento cerebrovascular aumentó en un 50 %. La gravedad de la situación se refleja también en la población más joven: más del 60 % de los casos ocurren en personas menores de 70 años, y un 16 % en individuos menores de 50. Esto evidencia que la enfermedad vascular cerebral no distingue edad, por eso la prevención debe comenzar cuanto antes.

Estadísticas y contexto en México

En México, los números también son alarmantes. Se calcula que cada año se registran más de 170,000 nuevos casos de infarto cerebral, lo que coloca a esta patología en las principales causas de muerte en el país. La afectación va más allá del fallecimiento, ya que muchas personas quedan con discapacidades severas que afectan su calidad de vida. El costo económico y social de estas secuelas es enorme, y se estima que para 2030 el costo total ascenderá a aproximadamente 1 billón de dólares.

La Dra. Vanessa Cano, especialista en enfermedad vascular cerebral del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, ha mencionado: “En México, el infarto cerebral no solo figura como una de las principales causas de mortalidad, sino que también genera discapacidad en miles de personas cada año, impactando a sus familias y el sistema de salud”. Ella enfatiza que “hasta el 90 % de los casos son prevenibles mediante el control de factores de riesgo como hipertensión, diabetes, tabaquismo y obesidad”.

Factores de riesgo y herramientas de prevención

Controlar los factores de riesgo es la clave para reducir la incidencia de la enfermedad vascular cerebral. Según el INNN, programas como la jornada de salud “Riskometer” permiten detectar y evaluar los riesgos de sufrir un evento cerebrovascular. En estas evaluaciones se consideran antecedentes familiares, hábitos de vida, presión arterial, niveles de glucosa y peso, además de realizar monitoreo del ritmo cardíaco.

Estas acciones ayudan a determinar el riesgo en un período de 5 a 10 años y ofrecen recomendaciones para reducir esas probabilidades desde hoy. La educación en prevención también incluye entender que, aunque la enfermedad vascular cerebral afecta principalmente a personas mayores, los menores de 50 años también están en riesgo, especialmente si tienen antecedentes familiares o hábitos poco saludables.

La importancia de la respuesta rápida ante los síntomas

Identificar los signos de un infarto cerebral es vital. La estrategia CAMALEÓN, desarrollada por el INNN, es una herramienta fácil y efectiva para que cualquier persona pueda reconocer los principales síntomas y actuar sin demora:

  • CAra colgada
  • MAno pesada
  • LEngua trabada
  • ¡ÓN! (Llamar inmediatamente al 911 o acudir al hospital)

Dr. Andrés Mercado, también del Instituto, explica: “La memorización de CAMALEÓN puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y quedar con secuelas graves. La prontitud en la atención es crucial, ya que recibir tratamiento en las primeras 4.5 horas puede salvar vidas y evitar discapacidades de por vida”.

La protección a través del conocimiento y la acción

La información y la educación son herramientas poderosas contra la enfermedad vascular cerebral. La población debe estar consciente de los factores de riesgo y de la importancia de actuar con rapidez ante cualquier signo. La estrategia CAMALEÓN y otras campañas similares buscan reforzar esa conciencia.

El compromiso del sistema de salud y la sociedad en general es establecer una cultura de prevención, donde la educación sobre factores de riesgo, estilos de vida saludables y la detección temprana sean la norma. La implementación de herramientas como CAMALEÓN y la promoción de revisiones médicas regulares permiten identificar en etapas tempranas a quienes tienen mayor vulnerabilidad, facilitando la adopción de medidas preventivas.

Reconocer los signos de un infarto cerebral y entender la importancia de una atención inmediata es la mejor estrategia para reducir la mortalidad y la discapacidad. La salud cerebral es un componente fundamental del bienestar integral, y cuidarla requiere conciencia, rapidez y compromiso de todos. Solo así se podrán disminuir las cifras alarmantes y avanzar hacia una cultura de prevención y acción efectiva.