En México se realizan en promedio de dos
a tres cirugías diarias por quirófano en los hospitales nacionales, de acuerdo
con los últimos datos de la Dirección General de Evaluación del Desempeño de la
Secretaría de Salud. ¿Quién de nosotros no ha sido intervenido quirúrgicamente
por una cuestión de salud durante el último año? ¿Quién de nuestros familiares
más cercanos no ha pasado por un quirófano?
Seguramente más de uno podría alzar la mano para responder a ambas preguntas.
Con base en la información publicada por la SurguiScope, base de datos
especializada en procedimientos quirúrgicos, en el país existe un listado de
procedimientos más comunes, entre ellos se encuentran: laparotomía exploradora,
apendicectomía, salpingooforectomía unilateral, incisión de piel y tejido
subcutáneo, entre otras.
Para cada uno de estos procedimientos existe una rehabilitación postoperatoria;
no obstante tienen en común que son un conjunto de medidas que deben seguirse
al pie de la letra para llevar a buen termino la total recuperación de un
paciente.
“Usualmente cuando se
escucha este término médico se piensa que será un proceso largo y aburrido; sin
embargo, más allá del tiempo que pueda tomar y que no será un tiempo activo,
los parámetros postoperatorios permiten acortar la duración de la
hospitalización. Estos procesos se basan en una analgesia multimodal óptima, la
reanudación de la nutrición y una movilización rápida de los pacientes”,
acotó el Dr. Darío
Alaniz Cuevas, epidemiólogo del Hospital DioMed.
Dicha rehabilitación no solo involucra al médico responsable de la cirugía,
sino que participa personal de enfermería, nutrición, reeducación funcional y
de servicios sociales, es un gran trabajo en equipo que implica toda una
organización asistencial centrada en el paciente.Prevén
y mantén tu salud
#DioMedAltaTecnologíaATuAlcance