Salud y Vida

En la mayoría de los hogares y comunidades, las mujeres son las principales cuidadoras de otras personas; pero, ¿quién cuida de ellas?. Salud Femenina, un abordaje integral

En la mayoría de los hogares y comunidades, las mujeres son las principales cuidadoras de otras personas; pero, ¿quién cuida de ellas?. Salud Femenina, un abordaje integral

  • Según datos de la OMS (Organización Mundial de la salud) Las mujeres son más longevas que los hombres. Sin embargo, la morbilidad es más elevada en las mujeres, que utilizan los servicios de salud más que los hombres; sobre todo, los de salud reproductiva.
  • La emergencia derivada del COVID-19 está provocando impactos específicos sobre la salud de las mujeres y profundizando las desigualdades de género existentes. No considerar un enfoque de género profundizará las desigualdades con efectos que se prolongarán en el largo plazo y serán difíciles de revertir; según datos de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM).

Ante la amenaza del Covid-19, las medidas de confinamiento buscan proteger la salud pública y evitar el colapso de los servicios de salud; sin embargo, su aplicación no es del todo neutral. Los hogares se han convertido en el espacio donde todo surge: cuidado, educación, socialización, y trabajo productivo. Provocando una crisis de cuidados hacia la salud femenina.

Se ha incrementado la carga de responsabilidad hacia la atención del núcleo familiar y casi siempre no se distribuye equitativamente, sino que recae principalmente en las mujeres, situación que conlleva impactos diferenciados sobre la salud de las mujeres y las expone a un grado mayor.

Aunado a este tema, la edad juega una característica principal en el desarrollo de ciertos padecimientos, “La salud de las mujeres y las niñas está influenciada por la biología relacionada con el sexo, el género y otros determinantes sociales”. Según datos de la OMS.

Es por esa razón que medix®, empresa 100% mexicana, enaltece la labor de promover el cuidado de la salud de las mujeres en general (las que son madres, las que aún no lo son pero quieren serlo y las que han decidido no serlo) para fortalecer el empoderamiento femenino: mujeres sanas y saludables son el eslabón principal dentro de la cadena de fomento a la salud familiar.

Los trastornos del sueño, ansiedad y síntomas de depresión, aumentaron en esta etapa de cionfinamiento sin dejar atrás los padecimientos que ya veníamos cargando con anterioridad, comenta la Dra. Guadalupe Terán, especialista en trastornos del sueño.

“Se dio un incremento de la mala calidad del sueño, siendo las mujeres quienes mostraron una mayor proporción más que los hombres (79% vs. 60%); incluso, las mujeres jóvenes tienen más probabilidades de ser afectadas por el aislamiento social. Estos datos sugieren que las condiciones estresantes relacionadas con el aislamiento social y la incertidumbre económica causada por la pandemia pueden inducir alteraciones de la salud mental, que pueden empeorar con la restricción del sueño.” afirma la Dra.Terán.

El estudio realizado en participación conjunta con esta especialista, (Article Sleep and Mental Health Disturbances Due to Social Isolation during the COVID-19 Pandemic in Mexico), demuestra que las mujeres jóvenes son más vulnerables a las condiciones de encierro, ya que muestran una mayor frecuencia de trastornos del sueño y de la salud mental. Y es lógico ya que el rol y las responsabilidades que adoptan dentro de las familias mexicanas imponen una presión adicional sobre su estabilidad mental.

Es por eso importante resaltar la importancia de la  melatonina, hormona producida de manera nartural y que interviene en diversas funciones del cuerpo y especialmente en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Si tienes deficiencia en su producción, lo ideal es acudir con un profesional de la salud, y llevar un tratamiento de liberación prolongada, para asi, evitar despertares nocturnos.

Existen otros padecimientos que no hemos logrado dominar en el tema de prevención y cuidado, porque incluyen factores externos como la disposición genética (tendencia familiar) y la edad, como lo es el hipotiroidismo y es que la función tiroidea debe incrementar su funcionamiento en etapas como la pubertad, ciclo menstrual, el embarazo, el puerperio y la menopausia.

El hipotiroidismo. es el trastorno más frecuente que ocurre en cualquier edad y particularmente en alguna transición hormonal de la mujer como es la gestación, la lactancia y la menopausia. Afirma la Dra. Valeria Taylor, especialista en endocrinología y nutrición.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Fatiga/somnolencia
  • Intolerancia al frío
  • Ganancia de peso o dificultad para perder peso (a pesar de llevar una dieta y ejercicio adecuados)
  • Depresión
  • Estreñimiento
  • Períodos menstruales irregulares o problemas de infertilidad
  • Problemas articulares o musculares
  • Cabello y uñas delgados y quebradizos y/o piel seca y escamosa
  • Disminución de la libido

Y si no se tratan puede causar complicaciones más graves e incluso convertirse en una amenaza. Las complicaciones graves incluyen:

  • Frecuencia cardiaca lenta
  • Insuficiencia cardiaca
  • Depresión mayor

Por eso, la Dra. Taylor, hace un llamado al tema de prevención y más en los padecimientos que se desarrollan en circunstancias especificas, como el género.

Desde el nacimiento, la mujer atraviesa por situaciones fisiológicas, como el embarazo, la lactancia o la perimenopausia, en las que sus requerimientos nutricionales y energéticos no son los mismos.

Una alimentación saludable y equilibrada, constituye el pilar básico de la salud de la mujer. Esta alimentación esta condicionada a cada etapa de la vida de la mujer, confirma la Lic. en Nutrición, Alicia Ramírez, Expresidente la Asociación Mexicana de Nutriología, AMENAC.

Y en este concepto, la vitamina D3 juega un papel primordial ya que es la única vitamina que no solo procede de los alimentos, sino de la radiación solar, además de ser un tratamiento antienvejcimiento, los profesionales de la salud recomiendan la dosis de 4000 u diarias.

Tiene un papel importante ya que suele ser deficitaria en la población general. La mayoría de los casos va ligada a un déficit de magnesio, por lo que, si éste aumenta, también lo harán los niveles de vitamina D3 y la absorción de calcio, evitando, entre otras patologías, la osteomalacia, más frecuente en la mujer que en el hombre; concluye la L. N. Alicia Ramírez.

Las condiciones de pandemia y encierro han durado más de lo esperado; por lo que se deben realizar acciones en beneficio de la salud femenina  para explorar los efectos de varios meses de aislamiento social, donde en el sueño, la ansiedad, el tema hormonal, la depresión y el sistema inmunológico nos ayudarán a prevenir cualquier padecimiento a futuro.