El valor de la investigación clínica en tiempo de pandemia
IAVI y Ridgeback Bio están en colaboración con MSD para avanzar en el desarrollo de una vacuna y un antiviral oral contra el COVID-19
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ensayos clínicos son un tipo de investigación que estudia nuevas pruebas o tratamientos y evalúa sus efectos, así como sus resultados, en la salud de las personas que se ofrecen como voluntarios para participar en ellos.
Son uno de los recursos
más valiosos para encontrar nuevas y mejores soluciones a problemas de salud
con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes. Actualmente, los
estudios clínicos abarcan cuatro tipos de pruebas: medicamentos o biológicos,
conductuales, procedimientos quirúrgicos y dispositivos médicos.
En el desarrollo de un estudio clínico se identifican cuatro fases, que tiene
que seguir un protocolo:
- Fase I: se prueban nuevos medicamentos en grupos pequeños de personas, para evaluar rangos de dosis seguras e identificar efectos secundarios.
- Fase II: se amplía el grupo de personas en las que se prueba, para seguir identificando efectos adversos.
- Fase III: se extienden a poblaciones más grandes y en diferentes regiones y países.
- Fase IV: se crece la población en la que se hace la prueba y se mantiene por un periodo de tiempo más largo.
Cada fase de un estudio clínico requiere de tiempo específico, por lo que “es
difícil determinar el tiempo exacto para poner en el mercado nuevas terapias,
depende de los avances que se generen con la investigación. Después de la parte
teórica se necesitan hacer pruebas en pacientes vivos, por ello, todo depende
de cómo avanzan las etapas”, destacó la Dra. Alexandra Barajas, Directora de
Investigación Clínica en MSD México.
En materia de COVID-19 que representa un desafío global y requiere soluciones
globales, los ensayos clínicos se han acelerado, al respecto, MSD tiene la
intención de que cualquier vacuna o medicina que se desarrolle para esta
pandemia sea ampliamente accesible y asequible a nivel mundial, se trabaja
ahora para lograr este objetivo lo más rápidamente posible.
Entre las iniciativas científicas que tiene MSD para combatir el COVID-19
existen dos acuerdos para desarrollar vacunas contra el SARS-CoV-2, con Themis
Bioscience, así como IAVI; y una colaboración de investigación para avanzar en
el desarrollo de un novedoso candidato antiviral con Ridgeback Bio.
“El camino de la investigación clínica es un proceso que requiere mínimo de 10
años para lanzar una terapia o un tratamiento. En el caso de COVID-19, las
distintas farmacéuticas están trabajando y analizando sus moléculas para
acortar este periodo y contar con una solución para esta enfermedad”, señaló la
Dra. Diana Guarneros de Regil, Directora Médica Asociada de Vacunas de MSD.
Aunque el reto de esta pandemia es inmenso, la ciencia y la colaboración
triunfarán, como lo han hecho antes. Aunque no se pueda predecir cuándo se
ganará esta batalla, MSD México confía en que la ciencia está de nuestro lado,
que la colaboración ya está en marcha, y que juntos, prevaleceremos.