El tamizaje auditivo neonatal cumple 15 años en México
En México, de acuerdo con los últimos índices de natalidad del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), se sabe que en 2018 nacieron 2 millones 162 mil 535 niños y niñas, los cuales, en teoría, debieron ser revisados con un tamizaje neonatal para diagnosticar una posible enfermedad metabólica que no puede distinguirse a simple vista, siendo una obligación de todos los centros médicos del país, sean públicos o privados, aplicarla.
Así como esta prueba es de vital importancia, también lo es el tamizaje
auditivo neonatal, ya que, con base en los datos del Consejo de Salubridad
General, se estima que en el país nacen entre 2 y 6 mil niños y niñas con
hipoacusia congénita, asimismo, 3 de cada 1,000 nacidos vivos presentarán
discapacidad por hipoacusia si ésta no es detectada y atendida de forma
oportuna.
Este examen comenzó a implementarse por ley en los hospitales hasta 2005, pero
solo en algunos centros médicos. Fue hasta 2011 que el Senado de la República
realizó una reforma a la Ley General de Salud donde se estipuló que esta prueba
también era obligatoria en todos los hospitales.
Si bien el tamizaje auditivo neonatal es relativamente joven en el país, es
necesario que los padres de familia estén informados para que puedan pedirlos
antes de que abandonen el hospital o que les especifiquen el tiempo máximo para
realizar las pruebas a sus hijos.
Resulta muy necesario resaltar
la trascendencia de la detección y los diagnósticos oportunos de la hipoacusia,
por lo que recomendamos a los nuevos padres que a más tardar cuando los bebés
cumplan un mes de edad se les realice el tamiz auditivo neonatal, aunque lo
ideal es que siempre se haga antes de que los den de alta del hospital, enfatiza el Dr. Fernando
Díaz Rojas, Director Comercial de MED-EL México.
Si los neonatos no pasaran la prueba, entonces se deberá solicitar una
evaluación completa de audición a más tardar a los tres meses de edad; además
de los recién nacidos, también es necesario que, si existe la sospecha de que
un niño o niña más grande está perdiendo la audición, se le realicen pruebas
para poder actuar de inmediato.
Dentro del sector salud existen diferentes pruebas auditivas que un médico
audiólogo podrá aplicar según sea el caso, las más populares son:
1.La Emisiones
Otoacústicas: estudio durante el cual el paciente puede estar
dormido o despierto (pero tranquilo), se coloca una sonda especial en la oreja
del paciente y se procede a tomar la muestra, la duración por oído es menor a
los 10 segundos.
2.Los Potenciales Evocados
Auditivos de Tallo Cerebral: durante este estudio el paciente
debe de estar OBLIGATORIAMENTE DORMIDO, de lo contrario no se considera válido.
Para su realización se colocan tres electrodos en la cabeza del paciente y una
sonda especial en la oreja de éste, la duración aproximada es de un minuto por
oído.
La detección temprana y un diagnóstico oportuno, con la solución correcta como
un implante coclear, de conducción ósea o de oído, favorecerán a la restitución
auditiva y brindará a los infantes la oportunidad de desarrollar una vida
normal.