El Ojo Seco y el uso de pantallas

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Nuestra dependencia tecnológica aumenta día con día. Hace una veintena y hasta una decena de años, ciertos hábitos no existían, hoy la vida se consideraría inconcebible sin ellos. En la cotidianeidad, el uso de computadoras y teléfonos celulares es no solo necesario, sino indispensable para la vida en sociedad. De 45 a 70 millones de personas al día pasan al menos tres horas detrás de una pantalla.

Los estudios respecto al número de horas al día frente a una computadora que resultan dañinas varían, pero la mayoría convergen en cuatro, lo que resulta alarmante si consideramos que en México, se destina alrededor de ocho horas con veinte minutos en navegar por Internet, lo que equivale a una jornada laboral completa, de acuerdo a la Asociación de Internet.MX.

Pero ¿qué tanto su uso resulta perjudicial para nuestra salud?

De las computadoras, además de los efectos dañinos lumbares, circulatorios, musculoesqueléticos y aquellos relacionados con estrés y ansiedad, la gran mayoría (70%) de los problemas de salud, tienen que ver con la exposición visual diaria a las pantallas que genera fatiga ocular, jaquecas, visión doble e irritación.

Desde comienzos de esta década, se ha presentado lo que se conoce como Síndrome de la Visión de la Computadora (CVS, por sus siglas en inglés), padecido por alrededor de 60 millones de personas, con crecimiento de un millón anual, y que ocurre porque el tiempo prolongado detrás de las pantallas, demanda un esfuerzo que excede al que nuestros ojos pueden hacer y sus efectos duran hasta mucho después de haber concluido dicha exposición.

Tener la computadora o el celular muy cerca de nuestro rostro, fuerza a los músculos oculares a que trabajen de más. También, cuando estamos utilizando una computadora, se parpadea menos, lo que hace que esto lleve a una distribución disminuida de la película lagrimal en la superficie del ojo.

Según el Departamento de Oftalmología de la Universidad de Pensilvania, el promedio de parpadeos por minuto es de 17 y baja alrededor de 12 mientras estamos frente a una computadora, cuando por el contrario, por su luz y su configuración, deberíamos hacerlo hasta 26 veces por minuto, lo que origina lo que conocemos como Ojo Seco.

Dicho síndrome se refiere a la disminución de la producción de lágrima que ocasiona malestar ocular, enrojecimiento, sensación de cansancio, rasguño, ardor o picazón. A menudo se observa un enrojecimiento y la sensación de tener un cuerpo extraño.

En México, según registros del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana, nueve de cada 10 pacientes sufren Síndrome del Ojo Seco. Es una enfermedad común que afecta a más de 7 millones de estadounidenses mayores de 40 años y a nivel mundial, los reportes indican que entre el 10 y 20% de la población general se encuentra afectada por este padecimiento.

Las personas que lo padecen deben usar por lo regular, lágrimas artificiales de por vida, por lo que los expertos recomiendan aquellas cuya composición es el hialuronato de sodio, sustancia natural que se encuentra en el ojo y que permite que se forme una película lubricante e hidratante, estable y de larga duración en su superficie.

Según el DEWS 2007 (International Dry Eye WorkShop), se recomienda el uso de sustitutos de lágrimas artificiales sin conservadores ni fosfatos para evitar posibles complicaciones como la formación de depósitos en la córnea.

Para tratar el Ojo Seco, además de su lubricación con lágrimas artificiales sin conservadores, se recomienda situar la pantalla por debajo del nivel de los ojos, descansar con los ojos cerrados por unos segundos cada hora y alejar las computadoras de 30 a 70 centímetros del campo visual en línea recta.

Dado que el ojo humano no está configurado para la exposición a dispositivos electrónicos, cuidémoslo siguiendo estos consejos. Nuestra salud y calidad de vida, de ello depende.

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