El reporte The impact of COVID-19 on mental, neurological and substance use services: results of a rapid assessment, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), proporciona información sobre el alcance de la interrupción de los servicios mentales, neurológicos y de uso de sustancias (MNS) derivado de la COVID-19 en todo el mundo.
Asimismo, explora la existencia y financiación de planes de apoyo de salud mental y psicosocial (MHPSS por sus siglas en inglés), los tipos de servicios que se han interrumpido y las causas, la existencia de planes para superar las interrupciones y los mecanismos de investigación de datos.
Entre los resultados derivados de una encuesta a 130 miembros de la OMS (México incluido), destacamos que:
- 116 países informaron que los MHPSS son parte de sus planes nacionales de respuesta a la Covid-19, pero solo el 17% ha asegurado financiamiento, mientras que el 47% ha obtenido financiación parcial.
- Dos tercios de los países cuentan con una plataforma de coordinación multisectorial para los MHPSS en respuesta a la Covid-19.
- De las 16 intervenciones consideradas en el informe para la atención de trastornos mentales, neurológicos y de uso de sustancias, en casi un tercio de los países, el 75% de fueron total o parcialmente interrumpidas.
- 35% de los países informaron la interrupción de medidas relacionadas con emergencias y para salvar vidas, entre ellas: atención de epilepsias, episodios de delirio y síndromes graves de abstinencia.
- Los servicios y programas de prevención y promoción de la salud mental fueron los más afectados e interrumpidos.
Estas cifras dan cuenta de los enormes impactos de la pandemia en la atención de los trastornos mentales, y de la urgencia de contar con planes que prioricen su abordaje. No podemos pensar en una recuperación integral de esta emergencia de salud si no invertimos en salud mental.