Covid

El fin oficial de la pandemia: 3 mitos y aprendizajes que nos deja sobre los virus y el futuro sostenible que necesitamos

Luego de tres años en los que el mundo se puso de cabeza por una de las peores crisis desde la Segunda Guerra Mundial, la pandemia ha terminado oficialmente para algunos países; sin embargo, esto no significa que estemos libres de la Covid-19, de otros virus y de posibles nuevos brotes. De hecho, un consenso de la comunidad global de expertos es evitar bajar la guardia y aprender de la experiencia.

Hoy, el mundo sigue poco preparado, sin la capacidad para responder adecuadamente a una crisis sanitaria de esta magnitud, sin la preparación para enfrentar otra, tanto actual como futura, y sin las herramientas para restablecer el progreso hacia el desarrollo sostenible, como nos dice de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que es clave seguir impulsando nuevas alternativas, así como incentivar la investigación, desarrollo e implementación de estrategias para enfrentar a los virus”, explica el Mary O’ Brien, CEO of Cellvera.

Por lo anterior, el experto comparte 3 mitos y aprendizajes sobre los virus, los posibles nuevos brotes y las tareas a cumplir que la humanidad tiene para el futuro sostenible:

Mito 1: “La Covid-19 ya no está aquí”

Realidad: En general, los contagios de SARS-CoV-2 van en descenso, pero la pandemia sigue cobrando vidas humanas. De hecho, México está entre los países con los niveles más altos de exceso de mortalidad por el brote, con más de 330 mil defunciones. A ello hay que sumar las mutaciones del virus que siguen encendiendo las alarmas a nivel global, incluso ahora.

Una de las últimas es XBB.1.16, conocida también como “Arcturus” y derivada de Ómicrom, que presenta una mutación adicional que la hace más infecciosa, por lo que es considerada como la más transmisible hasta ahora. Arcturus se detectó por primera vez en enero, se ha documentado en 29 países y ha incrementado la preocupación en la comunidad científica; por ahora, la OMS la designa como una “variante bajo control” a la que hay que observar de cerca.

Mito 2: “Ahora estamos preparados”

Realidad: México no está preparado para enfrentar una nueva pandemia. Tan sólo a nivel presupuestario hace falta mucho, como revela el reporte “Gasto en salud y objetivos de desarrollo sostenible (ODS)”, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Y es que la OMS sugiere que cada país debería destinar 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) al sistema de salud público; sin embargo, México sólo ha destinado entre 2.5% y 2.9%.

Ante ello, es clave invertir mucho más en salud, construir sistemas nacionales resilientes basados en la atención primaria, incentivar la vigilancia de la misma Covid-19, nuevos brotes, otros virus como el de la influenza, así como garantizar un acceso rápido y equitativo a las innovaciones sanitarias, como lo pueden ser las vacunas, pero también otras alternativas.

Mito 3: “Las vacunas nos protegen de todo”

Realidad: Es necesario el desarrollo, promoción y divulgación de alternativas médicas contra la Covid-19 —y sus variantes— que sean asequibles a la población. Soluciones que complementen la oferta de las vacunas, que puedan ser administradas de manera cotidiana, recetadas a un posible paciente en la comodidad de su hogar. Por ejemplo, tratamientos en tabletas, vía oral.

Lo anterior ayudaría no sólo al mejoramiento en pocos días de la salud de la persona y a un aminoramiento de las secuelas, sino que también reduciría una posible carga hospitalaria ante un incremento drástico de nuevos casos en nuevas mutaciones o brotes, a pesar de que oficialmente se declare el final de la emergencia. Aquí un ejemplo es Cellvera, que trajo al país una molécula segura y eficaz, funcional en la mitad de tiempo versus un tratamiento estándar.

Como vemos, es crucial aplicar las lecciones aprendidas de la pandemia, desmitificar las falsas creencias y seguir avanzando en fortalecer el sistema de salud público, así como en la creación de nuevas alternativas médicas populares; haciendo eco de la comunidad internacional, tres años después y ante la acumulación de otras amenazas y riesgos, debemos trazar un rumbo diferente invirtiendo en soluciones innovadoras que prioricen la equidad y el acceso a la sanidad para no dejar a nadie atrás”, concluye el Dr. Alessandro Gadotti.

Fuentes:

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