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¿Cuándo se manifiesta la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica compleja que afecta principalmente las articulaciones, como las de manos, pies, muñecas y rodillas. Esta condición se caracteriza por provocar dolor, inflamación, rigidez y, con el tiempo, puede llevar a la pérdida de funcionalidad en las áreas afectadas. Aunque su impacto principal es en las articulaciones, hay casos donde la artritis reumatoide puede comprometer otros órganos del cuerpo, incluyendo los pulmones, el corazón y los ojos. Esta afectación multisistémica no solo disminuye la calidad de vida del paciente, sino que también aumenta la complejidad de su tratamiento.

En términos de edad, la artritis reumatoide tiende a manifestarse entre los 30 y 50 años, aunque no es exclusiva de esta franja etaria. De hecho, más del 55% de las personas diagnosticadas son mayores de 55 años. Este dato subraya la necesidad de enfoques especializados en esta población, ya que el avance de la enfermedad en edades más avanzadas puede generar complicaciones adicionales si no se interviene de manera adecuada y oportuna.

La Dra. Elisa Fortuño, Medical Lead de inmunología en UCB México, destaca la importancia de la detección temprana y el enfoque multidisciplinario en el tratamiento de la artritis reumatoide. Según ella, “Detectar la artritis reumatoide en una etapa temprana hace la diferencia entre una vida con limitaciones físicas y una vida activa y funcional. El diagnóstico temprano permite iniciar tratamientos que no solo alivian el dolor, sino que también previenen daños irreversibles en las articulaciones.” Esta perspectiva es fundamental, ya que enfatiza que los pacientes deben buscar atención médica ante los primeros signos de dolor, inflamación o rigidez persistente en las articulaciones.

Es crucial entender que la artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria y autoinmune. Esto significa que el propio sistema inmunológico, que típicamente protege al cuerpo contra infecciones y enfermedades, empieza a atacar por error los tejidos sanos. Esta reacción anormal provoca inflamación en las articulaciones, que, si no se controla, puede resultar en daños permanentes a largo plazo.

Por lo tanto, ser consciente de los síntomas iniciales y actuar rápidamente puede marcar una gran diferencia en el pronóstico de quienes padecen artritis reumatoide. La educación sobre esta enfermedad, junto con un seguimiento médico cercano, es vital para asegurar que los pacientes reciban el tratamiento adecuado y mantengan una calidad de vida óptima a pesar de su condición.