Nutrición

Crece la certificación SQF e impulsa a la industria cárnica

La importancia del esquema de certificación Safe Quality Food (SQF) en México, en aras de ofrecer alimentos inocuos y de calidad, ha evolucionado al grado de lograr un crecimiento del 67%, certificando a la fecha a 125 empresas que llevan víveres a la mesa de las familias nacionales e internacionales.

Jesús Huerta Urquides, presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF) afirmó que uno de los principales objetivos será seguir impulsando el crecimiento de la industria cárnica en México.

El avance de esta industria se da al aumentar la productividad, competitividad de las empresas y negocios que llevan víveres a la mesa de las familias nacionales e internacionales. SQF es una certificación que integra la gestión de la inocuidad y calidad de los alimentos, que cubre los requisitos nacionales e internacionales de seguridad alimentaria y es reconocida por el mercado. México forma parte del SQF, junto con Estados Unidos, Canadá y Australia.

“A lo largo de los últimos 25 años, el certificado SQF se ha posicionado como uno de los principales esquemas de inocuidad alimentaria que las empresas buscan alcanzar, ajustando sus procesos para lograr la certificación”, aseguró Hugo Fragoso Sánchez, presidente ejecutivo de ANETIF.

CERTIFICADO SQF Y SU EVOLUCIÓN

El Organismo de Certificación de Establecimiento TIF A.C, (OCETIF), que dirige Mónica Gheno, realizó el encuentro virtual denominado Cultura de Inocuidad, Pilar de la certificación SQF, en el que participaron los expertos: Paola López Cervantes, consultora Independiente y Luis Cruz, Representante del SQFI y durante el cual se profundizó en la inocuidad y su importancia dentro del esquema SQF, obteniendo una visión completa de su implementación y mejora dentro de las empresas que cuentan con una certificación o bien aquellas interesadas en alcanzar una certificación SQF.

ESTATUS EN LATINOAMERICA: MÉXICO, EJEMPLO A SEGUIR.

Actualmente y de acuerdo al directorio de establecimientos certificados en SQF, se tiene un aproximado de 334 plantas certificadas bajo la versión 9 del Código en América Latina, siendo México el país Latinoamericano con el mayor número de empresas certificadas en SQF con un aproximado de 267 empresas en los distintos sectores alimentarios, por lo cual y de acuerdo a los números, México es un gran ejemplo de que las empresas pueden alinearse al código para lograr obtener un certificado reconocido que avala su compromiso y cumplimiento con la inocuidad Alimentaria.

“Es la certificación más aceptada en el mercado de los Estados Unidos y una de las más importantes en Japón, y todas las empresas exportadoras al mercado norteamericano y canadiense están certificadas con SQF o en esquemas similares aceptados por los mercados”, indicó Fragoso Sánchez.

Además, la industria que compra empaques para sus productos, al contar con proveedores con una certificación SQF, brinda seguridad a las empresas.

APOYO DEL CERTIFICADO SQF PARA EVITAR ENFERMEDADES ZOOSANITARIAS

Los códigos enfocados a alimentos de origen animal, así como el código de producción animal primaria, abarcan requisitos como métodos de transporte y almacenamiento, (ya sea de animales, materia prima de origen animal o producto final), así mismo se requiere que colaboradores tengan la capacitación para el manejo de los animales en corrales e identifiquen a los animales enfermos, con la finalidad de prevenir cualquier enfermedad zoonótica. De igual manera el operador debe tener el conocimiento de las Enfermedades Trasmitidas por Alimentos (ETA) y las condiciones adecuadas para evitar cualquier situación que derive a una ETA.

¿CÓMO APOYA EL CERTIFICADO A LA TRAZABILIDAD EN LOS PRODUCTOS CÁRNICOS?

El esquema SQF pide que se documenten e implementen los métodos y las responsabilidades para identificar materias primas, ingredientes, empaque, trabajos en curso, insumos del proceso y productos terminados durante todas las etapas de producción y almacenamiento para garantizar que las materias primas, ingredientes, empaques, trabajos en curso, insumos del proceso y productos terminados sean claramente identificables durante todas las etapas de recepción, producción, almacenamiento y despacho y que el producto terminado sea etiquetado según las especificaciones del cliente o los requisitos regulatorios.