Belleza

¿Conoces tu tipo de piel?

Aquí te decimos cómo cuidarla y en dónde adquirir los productos necesarios

El cuidado de la piel es un hábito que se debe incorporar en nuestro día a día más allá de lo estético, pues se trata de un tema tanto de salud como de autocuidado para tod@s. Si inicias en el cuidado de la piel de tu rostro o ahora tu piel tiene otras necesidades o simplemente estás buscando resultados diferentes, es importante que primero identifiques qué tipo de piel tienes, pues así podrás identificar cuáles son los productos adecuados para ti a fin de que puedas tomar una mejor decisión de compra.

A continuación, los expertos del Programa Belleza y Bienestar de Canipec, de la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec) te comparten los diferentes tipos de piel que existen y los productos más adecuados en función a las características y necesidades de ésta.

  • Piel normal. Este tipo de piel está equilibrada, sin lucir demasiada grasa ni muy seca. Entre sus características podemos encontrar que existe una buena circulación sanguínea; textura suave y lisa; ausencia de impurezas, los poros se ven finos y cerrados, además de ser resistente a la sensibilidad. Al ser considerada una piel equilibrada, es más sencillo utilizar productos para su cuidado, como geles limpiadores; cremas hidratantes, sérums, tónicos faciales, protectores solares y más. La clave para este tipo de piel es realizar de manera constante una buena rutina facial para mantener su estado.
  • Piel mixta. Se caracteriza por desarrollar un exceso de grasa que promueve la aparición de puntos negros y espinillas en la zona T del rostro, que comprende frente, nariz y mentón. En contraste, el área de las mejillas puede presentar descamación, sequedad y falta de luminosidad. Para estos casos se recomienda utilizar ácido láctico y, en medida de lo posible, tratar cada zona con un producto adecuado como geles, limpiadores y cremas hidratantes para evitar que las zonas secas se resequen aún más y que las grasas tengan mayores complicaciones.
  • Piel grasa. Se distingue por el brillo en el rostro, la apariencia de poros abiertos y la aparición de imperfecciones como puntos negros y espinillas, por lo general en la nariz y frente. En el mercado hay una buena cantidad de productos especializados para este tipo de piel, como geles o espumas limpiadoras, exfoliantes e hidrantes, que en su mayoría contienen ácido salicílico y ácido láctico, que ayudan a disminuir y controlar el exceso de grasa y brillo en el rostro.
  • Piel seca. Este tipo de piel demanda mayor hidratación pues su aspecto puede ser deslucido, áspero, escamoso o enrojecido, y, en algunos casos, puede causar la sensación de tirantez o picazón. Para mejorar su aspecto y disminuir las posibles molestias, existen productos elaborados con ácido hialurónico, urea pura y ceramidas concentrados en cremas humectantes y lociones hidratantes que ayudarán a hidratar las capas más profundas de piel y mejorar la apariencia en las capas superficiales.
  • Piel sensible. Tiende a irritarse de manera fácil con factores externos y durante la aplicación de productos que no son adecuados para este tipo de piel. Es preciso aplicar productos como dermolimpiadores y cremas corporales con ingredientes suaves como el aloe vera, manteca de karité y ácido hialurónico que regulen el pH de la piel, al mismo tiempo que prevengan irritación, inflamación y el riesgo de presentar alergia.

Recuerda que los productos adecuados para el cuidado de tu piel los puedes encontrar en el mercado formal como las tiendas de autoservicio, aprovecha la Feria de la Belleza de Walmart Supercenter.