Cáncer colorrectal: la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano
El cáncer colorrectal se ha convertido en uno de los principales retos de salud pública a nivel mundial, ya que su incidencia ha aumentado en distintas poblaciones, incluso en personas que todavía no alcanzan la edad tradicionalmente considerada de riesgo. A pesar de que tradicionalmente se pensaba que afectaba principalmente a adultos mayores, datos recientes muestran que un porcentaje importante de casos se presenta en personas menores a los 50 años. Este escenario hace imprescindible reforzar los esfuerzos en la educación sobre la importancia de detectar a tiempo esta enfermedad y adoptar estilos de vida saludables que ayuden a reducir su riesgo.
¿Por qué está aumentando el cáncer colorrectal en personas jóvenes?
Diversos estudios apuntan a que los cambios en los hábitos de vida y en la alimentación son algunas de las principales causas del incremento en los diagnósticos de cáncer colorrectal en menores de 50 años. Algunos de los factores que contribuyen a este aumento son:
- Sedentarismo y falta de actividad física regular
- Alimentación con alto consumo de carne roja, alimentos procesados y grasas saturadas
- Alta ingesta de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados
- Obesidad y sobrepeso
- Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol
- Alteraciones en la microbiota intestinal
Aunque un porcentaje menor, alrededor del 20%, de estos casos tienen raíces genéticas o antecedentes familiares, la mayoría están relacionados con hábitos de vida poco saludables. La inflamación crónica y los cambios en las células del colon, provocados por estos factores, favorecen la formación de pólipos que, con el tiempo, pueden volverse tumores malignos.
La detección precoz, una estrategia vital contra el cáncer colorrectal
Muchos adultos creen que los exámenes de detección solo son necesarios si presentan síntomas evidentes, como hemorragias o dolor persistente. Sin embargo, el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales suele ser silencioso, lo que hace que la revisión preventiva sea aún más crucial para detectarlo antes que cause daños mayores.
El Dr. Luis Alberto Suárez, director médico de Oncología para Latinoamérica en Pfizer, señala: “Lo cierto es que las pruebas de detección de este tipo de cáncer ahora deben iniciarse máximo a partir de los 45 años, salvo en aquellos que tengan factores de riesgo o presenten algún signo de alerta, quienes deberán de realizarlas antes.” La colonoscopía, que permite visualizar y extirpar pólipos, es un método eficaz y recomendado para identificar lesiones en etapas tempranas. Otros exámenes útiles incluyen la sigmoidoscopía y la prueba de sangre oculta en heces.
Realizarse estos controles periódicos puede marcar una gran diferencia, ya que la detección temprana permite intervenir en fases en las que la cura es mucho más posible, incluso en niveles superiores al 90% de éxito.
Factores de riesgo y signos que alertan sobre el cáncer colorrectal
Aunque muchas personas piensan que los antecedentes familiares son el único riesgo, en realidad varios factores aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal. Entre los principales se encuentran:
- Enfermedades inflamatorias del intestino, como colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn
- Síndrome de Lynch
- Historial de pólipos en el colon y recto
- Personas con antecedentes personales de pólipos
- Personas de ciertos grupos étnicos, como afroamericanos, con mayor predisposición genética
Además, hay signos y síntomas que, si se detectan a tiempo, pueden alertar sobre la presencia de la enfermedad. Es fundamental mantener la atención y acudir al médico ante:
- Cambios en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento persistentes
- Sangre en las heces o manchas en la piel
- Sensación de que el intestino no se vacía completamente
- Pérdida de peso sin explicación aparente
- Fatiga, debilidad y molestias abdominales, como gases o calambres
Estos síntomas no siempre indican cáncer, pero deben ser evaluados por un especialista para descartar o confirmar la enfermedad.
Avances en el tratamiento y el papel de la innovación
Gracias a los avances en la ciencia médica, el tratamiento del cáncer colorrectal ha mejorado significativamente en los últimos años. La incorporación de terapias dirigidas, técnicas quirúrgicas menos invasivas y perfiles moleculares que permiten personalizar la atención, hacen posible ofrecer mejores resultados y mayor esperanza de vida.
El Dr. José Francisco Olguín, líder médico de Oncología en Pfizer México, indica: “El cáncer es una de las crisis de salud más desafiantes de nuestros tiempos y a pesar de los avances, millones de personas continúan siendo diagnosticadas cada año. Por eso, la ciencia y la innovación juegan un papel fundamental para ofrecer tratamientos más efectivos y personalizados. La utilización de perfiles moleculares y terapias dirigidas ha revolucionado la atención, permitiendo a los pacientes con cáncer colorrectal, incluso en etapas avanzadas o metastásicas, tener mayores posibilidades de supervivencia y una mejor calidad de vida.”
Es importante destacar que el diagnóstico temprano y las opciones de tratamiento modernas han contribuido a reducir significativamente las tasas de mortalidad relacionadas con esta enfermedad. Sin embargo, para que estas ventajas se traduzcan en mejores resultados, la educación y la conciencia pública sobre la prevención son esenciales. Promover estilos de vida saludables, realizar chequeos periódicos y acudir a los exámenes preventivos de forma proactiva son estrategias que pueden cambiar el curso de la enfermedad y salvar vidas.
Por ello, la principal recomendación para quienes quieren cuidar su salud es no postergar los controles. La prevención siempre será la mejor herramienta para evitar que el cáncer colorrectal avance a etapas peligrosas, aumentando las probabilidades de éxito en el tratamiento y la recuperación. La lucha contra el cáncer requiere esfuerzo conjunto, ciencia y conciencia, y hoy más que nunca, la detección temprana continúa siendo la clave para reducir su impacto.