Salud y Vida

Avances en los productos ortopédicos: productos ortopédicos impresos en 3D

La ortopedia es una especialidad de la medicina que se ocupa de prevenir, diagnosticar y brindar tratamientos y rehabilitación para dolencias, lesiones y patologías vinculadas con el sistema muscular y esquelético de las personas. Para ello, los profesionales sugieren y emplean la realización de cirugías, la colocación de prótesis o implantes y la ejecución de ejercicios físicos.

Los productos ortopédicos son creados y diseñados para auxiliar a pacientes que padecen alguna discapacidad física. Pueden ayudarlos a trasladarse de un sitio a otro y también a corregir su postura. Muchas veces, de su uso depende la recuperación o, al menos, la mejora de los pacientes.

Los padecimientos en huesos, músculos, articulaciones, ligamentos y tendones pueden resolverse o aliviarse con su implementación. El ortopedista los recomienda para una buena rehabilitación. Deben adaptarse a las necesidades y particularidades de cada paciente. Para que den óptimo resultado, los elementos ortopédicos tienen que utilizarse de manera correcta y constante.

Tipos de productos ortopédicos


Existen diferentes tipos de ortopedia productos en función del objetivo específico para el que sean empleados. Para que sean eficientes, deben cumplir ciertas características relacionadas con la comodidad, la facilidad para colocarlos y sacarlos, la liviandad, la resistencia y la adaptabilidad. Es indispensable que sean confeccionados a la medida del paciente.

En cuanto a los materiales, actualmente podemos encontrar aparatos ortopédicos de plástico o metal. Los primeros suelen ser de polipropileno porque es fácil de moldearlo caliente. Respecto del metal, frecuentemente se mezcla acero con aluminio para lograr un material resistente pero también fácil de moldear.

Entre los más utilizados está la silla de ruedas, un elemento irremplazable para personas que no pueden moverse por sus propios medios. El mercado ofrece una gran cantidad y variedad de modelos manuales y eléctricos. Mientras que para quienes tienen movilidad reducida, es decir, que pueden caminar pero con dificultad, existen los andadores.

Para asistir a personas con discapacidad motora existen además sillas ortopédicas sin ruedas para usar en la ducha. Generalmente son de aluminio, cuentan con brazo de apoyo fijo o desmontable y altura regulable. También hay modelos de silla de ruedas de diversos precios para reemplazar el uso del váter. Las hay portátiles, plegables, antideslizantes y de aluminio.

Para post-operatorios prolongados o dolencias que requieren estar mucho tiempo acostados, encontramos las camas eléctricas. Constan de una estructura articulada que permite alcanzar varias posiciones.Para el mismo grupo de pacientes, se venden productos confeccionados con material anti escaras. Es capaz de repartir la presión corporal y evitar la fricción de zonas sensibles, previniendo la generación de úlceras en la piel, algo que se vuelve más importante a medida que pasan los años.

Con fines sanitarios están los elevadores de váter. Es un aparato diseñado para pensados para personas que no pueden agacharse lo suficiente para sentarse en el váter y necesitan elevar la altura de éste para lograrlo. Por supuesto, para auxiliar a estos pacientes también hay chatas, bastones, trípodes, fajas y asientos viscoelásticos, entre otros.

Silla de ruedas: un elemento vital para la autonomía

Como en otros países del mundo y con diversidad de precio, en Perú la silla de ruedas para adultos y niños es un producto ortopédico esencial. Facilita la movilidad y el desplazamiento de las personas que sufren dolores, lesiones o parálisis temporales o permanentes. Les otorga más autonomía y facilidad para trasladarse.

Entre el abanico de alternativas que encontramos dentro de este equipo de movilidad hay diseños manuales o autopropulsados y eléctricos. En el primer caso, el usuario o su acompañante pueden mover las ruedas de la silla con las manos. En el segundo, un motor hace todo el trabajo y cuentan con control remoto.

Como hemos dicho respecto de todos los aparatos ortopédicos, al momento de elegir una silla de ruedas en Perú hay que considerar las particularidades del paciente. Hay que tener en cuenta su estatura, peso y contextura corporal. Además, se debe considerar qué dificultad específica tiene el usuario, cuánto necesita trasladarse, qué estilo de vida lleva y en qué espacios se mueve.

La silla de ruedas manual alcanza para quienes permanecen la mayoría del tiempo dentro del hogar y se desplazan poco. Mientras que la versión eléctrica es la mejor opción para aquellas personas que tienen mucha actividad al aire libre. En ambos casos, es importante que las puertas y los pasillos sean anchos. Será necesario colocar rampas en los desniveles y emparejar pisos con grietas o texturas que dificulten el andar de las ruedas.

Se recomienda que la silla cuente con palancas de frenado para evitar accidentes. Los modelos livianos, plegables y desmontables son los más aconsejables para trasladar en cualquier medio de transporte. De igual manera, se pueden incorporar elementos de confort como cojines y reposapiés. Y también para una mayor seguridad como correas, arneses y soportes de fijación.

La impresión 3D en la ortopedia: órtesis y prótesis

Las órtesis y prótesis son insumos fundamentales en el ámbito de la ortopedia y hoy en día es posible crearlas con impresión 3D. Se trata de una tecnología capaz de generarobjetos tridimensionales con la superposición de capas sucesivas de un material a partir de un modelo digital.

Como cualquier otro objeto, es capaz de crear soportes médicos para mejorar la función o estructura del sistema neuromusculoesquelético. Las plantillas, rodilleras y férulas son ejemplos de órtesis que pueden crearse y personalizarse con tecnología 3D para estabilizar, inmovilizar o corregir una parte dañada del cuerpo.

Del mismo modo, se pueden imprimir partes del cuerpo humano para reemplazar las dañadas. Existen múltiples empresas que desarrollan prótesis de dedos, manos, antebrazos, pies y piernas. En relación a las prótesis convencionales, son más baratas, más rápidas de hacer, resistentes, duraderas y personalizables.

La prótesis de un brazo puede costar alrededor de 32 dólares, cuando una convencional cuesta cerca de 535. Lleva sólo 20 horas de tiempo y sumando el montaje, en un día estaría lista. Existen materiales plásticos como el PETG muy duraderos y resistentes a la temperatura que pueden reforzarse para prótesis que soportan peso. Además, adquieren cualquier diseño y geometría.