Aumenta enfermedades cardiovasculares en México
l aumento de las enfermedades cardiovasculares en México representa un desafío importante para la salud pública, dado que estas condiciones continúan siendo la principal causa de muerte en el país. Datos recientes revelan que en 2024, más de 144,000 personas perdieron la vida a causa de estas afecciones, lo que significa un incremento del 2.4 % en comparación con el año anterior, según el informe de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este incremento en la mortalidad pone de manifiesto la gravedad de la situación y la necesidad de fortalecer las acciones preventivas y de diagnóstico temprano.
Prevalencia y factores de riesgo en las enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares abarcan un amplio espectro de condiciones, entre ellas la hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, arritmias y accidentes cerebrovasculares. La hipertensión, conocida como “el asesino silencioso”, es particularmente prevalente, afectando a más del 47 % de los adultos mexicanos. Lo que resulta más alarmante es que, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022, aproximadamente el 65 % de quienes padecen hipertensión desconocen su condición, ya que en sus etapas iniciales no presentan síntomas visibles, lo que dificulta su detección temprana.
Por otro lado, la insuficiencia cardíaca, una enfermedad en la que el corazón pierde capacidad para bombear sangre de manera efectiva, también ha aumentado en incidencia. Se calcula que uno de cada cuatro adultos enfrentará esta condición a lo largo de su vida. Es importante señalar que la insuficiencia cardíaca es una de las principales causas de hospitalización en personas mayores de 65 años y presenta un pronóstico grave, con solo el 50 % de los pacientes que sobrevive cinco años post diagnóstico.
Importancia del diagnóstico precoz y la prevención
A pesar del alto impacto de las enfermedades cardiovasculares, muchas de ellas son prevenibles y controlables mediante estilos de vida saludables y atención médica oportuna. Sin embargo, estudios recientes indican que solo el 23.5 % de los adultos en el país acuden al médico con regularidad para evaluar su salud cardiovascular. La detección temprana de factores de riesgo como hipertensión, niveles elevados de colesterol y glucosa puede marcar la diferencia en la prevención de complicaciones graves y, en muchos casos, salvar vidas.
La vigilancia sistemática mediante revisiones médicas periódicas se convierte en una herramienta esencial para detectar estos problemas antes de que presenten síntomas severos. Monitorear la presión arterial, los niveles de colesterol y glucosa, así como otros factores de riesgo, permite tomar decisiones preventivas en etapas iniciales y evitar hospitalizaciones o estadías prolongadas en hospitales.
Acciones para reducir el impacto en la salud pública
Fomentar un mayor conocimiento sobre las enfermedades cardiovasculares es una estrategia clave para disminuir su prevalencia. La población debe estar informada sobre las señales de alerta, como mareos, dolores en el pecho, falta de aliento o hinchazón en extremidades, que deben motivar a acudir a un especialista. Además, adoptar hábitos saludables como una alimentación equilibrada, ejercicio regular, evitar el consumo de tabaco y controlar el peso, son acciones que contribuyen en la prevención y manejo de estas afecciones.
También resulta fundamental fortalecer las campañas de sensibilización y la promoción de revisiones médicas periódicas que permitan detectar riesgos de manera temprana. Controlar la hipertensión y mantener niveles adecuados de colesterol y glucosa, son pasos decisivos para reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares en la población.
La problemática de las enfermedades cardiovasculares en México requiere un esfuerzo conjunto entre profesionales de la salud, instituciones y población para reducir su impacto. La prevención, el diagnóstico precoz y el manejo adecuado son imprescindibles para evitar la pérdida de vidas y mejorar la calidad de vida de quienes viven con estas condiciones.

