Salud Mental

Advierte experto la importancia de la inteligencia emocional en el desarrollo de los individuos y las organizaciones

  • Éxito personal y profesional: se necesita más que conocimientos académicos

 La capacidad racional y coeficiente intelectual de una persona ya no basta para lograr el éxito profesional, organizacional e incluso personal. Los rasgos comunes entre los líderes más reconocidos son sus habilidades y fortalezas personales.

Para Howard Gardner, autor de la teoría de inteligencias múltiples, la inteligencia humana se divide en siete, según su modelo de las inteligencias múltiples: la inteligencia lingüística, lógico matemática, musical, espacial y cinestésicocorporal, además de dos formas de inteligencia personal, “una que se dirige hacia los demás y otra que apunta hacia la propia persona.”

Esta inteligencia interpersonal se ha convertido en un valor de desarrollo organizacional y personal. Daniel Goleman, que estudió las competencias emocionales, describe la inteligencia emocional como“ la capacidad de reconocer los sentimientos propios y los de los demás, para así manejar bien las emociones y tener relaciones más productivas con quienes nos rodean”.

Y justo en estos tiempos donde las nuevas realidades laborales y personales pueden ser adversas y cambiantes, se requiere de emociones positivas como la persistencia, resiliencia y relaciones positivas para poner el foco en las soluciones y construir sentido y significado frente a las crisis.

Mario Cesar Toledo Ferriño, investigador del Instituto de Ciencias del Bienestar y Felicidad de la Universidad Tecmilenio, explica que cada vez más se entiende que el desempeño académico no es el único aspecto para el crecimiento de las personas. 

“Las universidades, y organizaciones incorporan cada vez más los temas del bienestar psicológico, la inteligencia emocional, el entendimiento de fortalezas, y el uso las emociones a favor del desarrollo”.

Las habilidades técnicas o de conocimiento académico, en balance con la inteligencia emocional, asegura Toledo Ferriño, dan un mejor resultado. Por ejemplo, aquellos que conocen cuál es su propósito de vida, tienen una mayor probabilidad de mostrar un mejor desempeño, mayor facilidad para encontrar trabajo y obtener una mayor remuneración. 

El psicólogo social, con maestría en Aplicaciones de la Psicología Positiva, resalta que otro recurso personal que sirve en las organizaciones es el optimismo, “no desde esta parte donde uno cree que todo estará bien, sino cómo explicas las cosas que te suceden, cómo lo interpretas y con base en ello, las acciones que tomas al respecto. Las personas optimistas tienden a resolver problemas de manera más efectiva, por lo que son más resilientes.

El especialista sugiere que, además de los conocimientos académicos, hay que utilizar las emociones a favor de nuestro desarrollo personal con base en evidencia científica y da las siguientes recomendaciones:

  • Conocer la expresión y manifestación de nuestras emociones.
  • Reconocer la información que las emociones nos dan sobre el ambiente.
  • Capacitarse y exponerse a este conocimiento de desarrollo personal.
  • Tener una mente abierta sobre estos temas
  • Evaluar nuestro estado emocional.
  • Conocer tu propósito de vida
  • Conocer tus valores y fortalezas

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